El presidente del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, adelantó este martes un “escenario de alto riesgo” ante el inicio de la etapa explosiva del volcán Ubinas, que esta madrugada empezó a generar una columna de ceniza de más de cinco kilómetros de altura hacia el sur y sureste.
El ingeniero geofísico indicó que el panorama puede afectar la salud ocular de los pobladores y los cultivos aledaños, y que podría recomendar el cambio de alerta —de naranja a roja—, si las explosiones se vuelven más continuas.
“Es cierto que esta ceniza ha empezado a afectar, pero en poca cantidad. La población sabe que debe estar con protección para la boca y los ojos. Ya se ha tenido la experiencia de 2019. […] Todos nos estamos preparando para un posible escenario de alto riesgo, ya estamos viendo dónde y cómo se evacuará. Estamos en alerta naranja. Cuando se tiene un mayor incremento de actividad sísmica, fumarola, se cambia de alerta”, dijo a Canal N.
La explosión más fuerte ocurrió a las 3.16 horas y alcanzó 5.500 metros de altura, lo que provocó la caída de ceniza con espesores de hasta un milímetro en diferentes centros poblados de los distritos de Ubinas y Matalaque, en Moquegua. Sobre las 14:00 horas hubo un segundo evento, que alcanzó los tres kilómetros.
Pese a los registros, Tavera llamó a la calma y anticipó que no habrá un proceso eruptivo explosivo. “No pensemos en una erupción como en los documentales, que comienza a echar ceniza y botar rocas. El Ubinas es un volcán con el cráter abierto, lo peor que pueda pasar es que la lava ascienda a la superficie y comience a fluir muy lentamente en los bordes”, anotó.
Previamente, el vulcanólogo del IGP, José Del Carpio, mencionó que “las explosiones podrían ocurrir con intervalos de horas y dar lugar a episodios de caída de cenizas en distritos próximos al volcán”, como Ubinas, Yunga, Lloque, Chojata, Matalaque, San Juan de Tarucani.
Explicó que ya había “indicadores claros del ascenso de magma hacia la superficie, entre ellos sismicidad vinculada al movimiento de magma y anomalías térmicas sobre el cráter”. El último proceso eruptivo se produjo en 2019.
El fin de semana, el Gobierno regional de Moquegua elevó a naranja el nivel de alerta por la actividad del Ubinas, el más activo de Perú, tras una recomendación del IGP. Unas 1.700 personas podrían ser evacuadas si se incrementa la actividad.
El premier Alberto Otárola anunció que el Gobierno declarará en emergencia a la región sureña “para tener las medidas necesarias sobre la prevención”. De igual modo, indicó que en las cercanías al volcán se encuentra “una población aproximada de 2.000 personas” y las autoridades están repartiendo mascarillas para protegerlas de cualquier afectación causada por la ceniza.
El jefe del Gabinete también aseguró que el Ejecutivo mantiene una “permanente comunicación” con la gobernadora de Moquegua, Gilia Gutiérrez, y enfatizó en “la necesidad de que la población se encuentre tranquila”.
“Nos estamos haciendo cargo de estos fenómenos y estamos siempre coordinando de manera asertiva con todas las instituciones para enfrentarlos”, concluyó.
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