Guillermo Francos Congreso
Maximiliano Luna

Como hace años no pasaba, los inversores y analistas de Wall Street siguen en tiempo real las variables de la economía argentina y también las instancias de las reformas que impulsa, desde que asumió, el presidente Javier Milei. En ese contexto, en el que la política es un factor determinante y es, a la vez, la principal duda que anidan esos agentes respecto de la capacidad de gobernar del mandatario liberal, el cambio de gabinete seguido del avance de la Ley Bases y el Paquete Fiscal en el Senado acaparó toda la atención.

Aunque las cotiaciones de bonos y acciones reflejaron una calurosa bienvenida a ambos acontecimientos, los análisis de algunos de los principales bancos de inversión adoptaron -igual que Milei- una perspectiva más pragmática. “Los cambios son neutrales para el mercado”, sostuvo por caso el banco inglés Barclays, que puso en duda que la aprobación, o en su defecto, la falta de ella, fuera atribuible al ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse ni que la designación en su lugar del hasta el lunes ministro del Interior, Guillermo Francos, fuera una consecuencia directa de ellos. Aun así, la entidad consideró su designación como una clara señal de que la aprobación de las leyes del oficialismo está cada vez más cerca, la principal obsesión del mercado por estas horas y que empieza a darse por descontado cada vez más. De hecho, es lo que indica la suba de los activos anotada en los últimos días, tras los retrocesos de la semana pasada en un contexto internacional menos favorables.

“El hecho de que se promueva a Francos podría ser un indicio de que la aprobación de una versión suavizada del proyecto de ley ómnibus podría estar cerca, lo que no debería sorprender a los mercados. Francos tendrá probablemente una victoria inicial si se aprueba el proyecto de ley, como esperamos”, afirmó Barclays.

La reacción de los precios quedó alineada con la expectativa del banco, ya que en las últimas dos ruedas recortó notablemente las pérdidas acumuladas en mayo, tras la suba ininterrumpida desde diciembre pasado. Los bonos en dólares subieron ayer en promedio 2% mientras que los ADR (acciones de empresas argentinas que cotizan en el exterior) también anotaron subas generalizadas, mucho más marcadas, con registros que alcanzaron 11% de alza.

Existen dos dimensiones en esa reacción. La más superficial y también prioritaria es la que responde al hecho de que el Gobierno se acerca a poder lograr apoyo para sus primeras dos leyes, fundacionales, y abarcativas a pesar de las concesiones otorgadas. Dejando el contenido en segundo plano, la primera lectura es que finalmente Milei logra avanzar en “alguna” de sus propuestas. Superado ese primer efecto, el mercado pondrá indefectiblemente la lupa en la letra de la ley. Es en ese punto donde se medirá el potencial del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, que se presume una fuente de dólares para estabilizar el mercado cambiario en una primera instancia y el disparador de proyectos que una vez en marcha generen divisas para el país, o en las modificaciones en el impuesto a las Ganancias, uno de los puntos centrales para sostener el equilibrio fiscal no sólo este año sino también el próximo.

Fotografía de archivo del exterior de la Bolsa de Valores de Nueva York al final de la jornada de negociación en Nueva York, Estados Unidos, el 22 de febrero de 2024. EFE/EPA/Justin Lane
Fotografía de archivo del exterior de la Bolsa de Valores de Nueva York al final de la jornada de negociación en Nueva York, Estados Unidos, el 22 de febrero de 2024. EFE/EPA/Justin Lane
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“El rebote de la deuda en dólares es tanto o más importante que la estbilidad del tipo de cambio financiero porque la macro en 2025 sólo cierra con acceso al mercado internacional”, dado el alto volumen de vencimientos de la deuda el próximo año, advirtió la consultora 1816. En otros palabras, la reacción positiva del mercado a la aprobación de las leyes actualmente en debate resulta clave para abrir la posibilidad a refinanciar al menos parte de esos vencimientos o bien proponer a los bonistas una “solución de mercado” desde una posición más sólida.

En cualquier caso, entre el cambio de gabinete y la ley Bases, el resurgimiento de la figura de Federico Sturzenegger como futuro ministro o funcionario a cargo de gran parte de las reformas que establece esa legislación, también es bienvenida por el mercado. “Su nombramiento como ministro es más una formalidad y, en nuestra opinión, tiene por objeto desregular la economía – o, dicho de otro modo-, ejecutar la ley ómnibus suavizada cuando y si se aprueba”, concluyó Barclays.

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