Venezolanos en Perú lloran de frustración al conocer resultados de las elecciones: “No hay democracia, todo es un fraude”

En las afueras de la embajada de Venezuela en Perú, un grupo de jóvenes venezolanos expresó su profunda tristeza y desesperación tras conocer los resultados de las recientes elecciones, que confirmaron la reelección de Nicolás Maduro. La escena de desolación y llanto reflejaba el dolor de miles de expatriados que habían esperado un cambio en su país de origen.

Las lágrimas de los jóvenes se hicieron evidentes mientras se reunían en las inmediaciones de la embajada, buscando consuelo y respuestas en medio de una situación que muchos consideran desalentadora. La reelección de Maduro, que ha sido criticada por su administración autoritaria y las acusaciones de fraude, ha generado una fuerte reacción entre los venezolanos que se encuentran en Perú, alejados de su hogar, pero profundamente afectados por los eventos en su país natal.

“Esto es un fraude, que salgan las actas. Que sigan pidiendo y que muestren los resultados de los centros de votación”, “Ese tipo no debió salir, vi morir a mis abuelos por videollamada”, “Mis hijos no conocen a mis padres, ya llevo 10 años en Perú, ya me quiero ir”, “No puede ser, los venezolanos no lo aceptamos, se han violado todas las normas”, dijeron un grupo de jóvenes para las cámaras de Latina.

Entre sollozos, los manifestantes también clamaron por una respuesta de las autoridades peruanas. “Pedimos que la presidenta Dina Boluarte y el embajador se pronuncien sobre la situación. Necesitamos saber qué acciones tomarán para apoyar a los venezolanos que están sufriendo por estos resultados”, expresó una de las jóvenes en la protesta.

Los manifestantes, que se encontraban en vivo en redes sociales de Latina, compartieron su angustia y la sensación de impotencia que sienten al ver cómo se perpetúa un régimen que muchos habían esperado ver terminado, y mostraron su apoyo a Edmundo González. La protesta no solo simboliza la frustración por los resultados electorales, sino también la desesperanza por un futuro que ahora parece más incierto para aquellos que anhelan una Venezuela libre y democrática.

El ambiente en las afueras de la embajada fue de lamentos colectivos y peticiones desesperadas de ayuda, reflejando la magnitud del impacto emocional que estos resultados han tenido en la diáspora venezolana.