Henry Ford no sólo se hizo famoso por la marca de automóviles que lleva su apellido y por haber creado la primera línea de montaje en una fábrica de autos, sino por muchos otros avances que le dio a la industria mundial, incluso fuera del mundo del automóvil.
Muchos creen que su descendencia directa fue la que llevó su mismo nombre, ya que el mundo ha conocido a Henry Ford II y a Henry Ford III, sin embargo, estos últimos son en realidad hijo y nieto de Edsel Bryant Ford, quién fue el único heredero del creador de la marca americana y su esposa Clara Bryant Ford.
Edsel fue mucho más que el hijo de Henry Ford, ya que con apenas 25 años debió asumir la presidencia de Ford Motor Company ante el retiro temprano de su padre. Esto ocurrió el 1 de enero de 1919, hace exactamente 105 años. Edsel tenía algunas ideas diferentes a las del gran Henry, especialmente las referidas al estilo de diseño de los autos.
Ese fue probablemente su gran aporte, porque vivir a la sombra de un hombre tan influyente no fue sencillo. Su primera gran lucha fue tratar de modernizar el famoso Ford T, algo que su padre rechazaba permanentemente. El Ford A, finalmente, fue su primer aporte y y con el paso del tiempo mereció el reconocimiento de su padre. Su muerte de cancer a los 49 años, hizo más breve aún su intento de cambiar otros aspectos de la empresa.
Una vez que el Ford A logró el éxito de ventas con un diseño completamente distinto al de su predecesor, Edsel pudo profundizar con argumentos la transformación del estilo en los automóviles de la marca. En 1931, con más de una década en la presidencia de la compañía, contrató los servicios de Eugene T. Gregorie, un talentoso diseñador de pequeñas embarcaciones, para que lo asista en el establecimiento de la primera división de diseño de Ford Motor Company.
Un año después, luego de un viaje de negocios por Europa, Edsel regresó a Michigan con la idea de construir un auto deportivo que tuviera líneas europeas. Junto a Gregorie, iniciaron el diseño de un Speedster, auto reconocible por sus cualidades únicas de ser un deportivo biplaza abierto con un motor de gran potencia. Basado en un chasis de Ford 1932, y con un motor V8 de 75 CV su marca, así nació el primer modelo, que lejos de ser un prototipo, fue el auto personal con el que Edsel se trasladaba en sus salidas de fin de semana al lago St. Claire.
Pero ese diseño no terminó de conformarlo. Si bien tenía las particularidades que había imaginado, y que incluían una cola de bote, un recurso estilístico que era frecuente encontrar en algunos autos deportivos de la época, Edsel decía que no era elegante y que era muy alto. Así que con Gregorie comenzaron a diseñar la evolución del Special Speedster.
Dos años después apareció el nuevo auto al que llamaron Ford Model 40 Special Speedster 1934. Su chasis ya no era un derivado de otro de serie, había sido especialmente construido para el modelo. Su carrocería lucía un perfil notablemente más bajo con una trompa también diferente que resaltaba por dos niveles, uno horizontal con los dos grandes faros, y uno vertical para la parrilla y el inicio de las líneas de capó y laterales.
Robbie Robinson, responsable de la planta de producción de Lincoln y Ford Aviation fue el encargado de la construcción de una carrocería muy liviana íntegramente de aluminio, que permitió al auto tener un peso de tan solo 970 kilos.
Tanto el primer ejemplar como el segundo, fueron construidos por Ford Motor Company de Detroit. Según se estima, el costo del proyecto fue de USD 100.000 entre investigación, diseño y construcción de ambas unidades. Según los archivos de la época, fue vendido a Edsel Ford el 21 de septiembre de 1934. Charles E. Sorensen, durante muchos años jefe de ingeniería de Ford, comentó que la construcción del Model 40 Special Speedster de 1934 “ayudó a desarrollar el pensamiento del diseño futuro”.
Edsel mantuvo el auto bajo su propiedad hasta su temprana muerte en mayo de 1943. El auto desapareció durante más de cuarenta años y apareció abandonado como chatarra en el estado de Florida. Fue recuperado y restaurado completamente y en 2008 fue vendido en un remate por USS 1.760.000. En 2010, la Edsel & Eleanor House, la casa de fin de semana de Henry y Clara Ford en Dearborn, adquirió el Ford Speedster para dejarlo en exhibición permanente.
El auto fue único y es todo un símbolo por el significado que tuvo para el estilo de diseño impuesto por Edsel Ford a los modelos de producción que vinieron en adelante. Parece increíble que no haya muchas réplicas de un modelo con semejante valor histórico. Quizás se deba a que el auto no tenía suficiente documentación técnica, era una creación de Eugene T. Gregorie y Edsel Ford, pero sobre todo a que sólo hay un único vehículo para usar como referencia.
Sin embargo, en Argentina hay dos jóvenes amantes de los autos especiales que se propusieron hacerlo. Ellos son Francisco Orden y Arturo Arrebillaga, fundadores de Iconic Auto Sports, quiénes recurrieron a los conocimientos y la experiencia de Pedro Campo, uno de los diseñadores de automóviles de competición más relevantes de la época dorada de los Sport Prototipos, a finales de los años 60, para afrontar el desafío. El proyecto consta de dos etapas, una primera, ya culminada, fue la creación de una réplica del Model 40 Special Speedster 1934, modelo que fue premiado en Autoclásica. La segunda, más desafiante aun, donde el conocimiento de Campo es fundamental, es crear un prototipo moderno basado en ese auto bajo el concepto de Restomod.
“En nuestro afán de recrear autos icónicos, investigando un poco llegamos al Edsel Ford Special Speedster. Un modelo no tan conocido para el público en general, pero único en su especie que al descubrirlo nos fascinó de entrada”, le comentó Arturo Arrebillaga a Infobae.
El proceso es la clave para que una réplica tenga la calidad adecuada, especialmente para un modelo único, del cual no hay tanta información o unidades a disposición para tomar referencias.
“Los autos se hacen recreando lo más exactamente posible al original, se usa la misma mecánica y el chasis y carrocería se hacen de manera artesanal. Utilizamos del Ford 34 la estructura del chasis, el motor, caja y diferencial. Modificamos suspensión delantera, los anclajes de motor, caja y también bajamos la sección trasera cortando la parte trasera de la estructura del Ford standard justo delante del eje trasero dándola vuelta y soldándola para poder bajar el auto y dejarlo con una suspensión trasera suspendida”, agregó.
“La carrocería fue moldeada a mano en aluminio sobre una estructura tubos soldados copiando al original. Los guardabarros originales delanteros fueron hechos a partir de los guardabarros del avión Ford Trimotor. Los estampados de aluminio que cubrían las ruedas del tren de aterrizaje eran del Trimotor Ford. En nuestro caso se hacen de manera artesanal con martillo de carrocero y frega, al igual que la carrocería. Ya hemos hecho varias recreaciones de 40 Special Speedster, una de las cuales ganó un premio en Autoclasica 2018″, aportó Francisco Orden.
Pero el gran proyecto que los desvela es el Restomod, conceptualmente un auto tributo al original pero con tecnología de última generación como la mecánica y el uso de materiales compuestos para su construcción.
“Quisimos ir un paso más para diseñar y fabricar un Restomod del mismo modelo, que bautizamos SP40. Lo hicimos porque si bien los autos clásicos son fascinantes, tienen el gran inconveniente de que requieren para su óptimo funcionamiento un constante y minucioso mantenimiento y dedicación para que no nos dejen a pie”, dijo Orden.
“Si bien la idea es que mantenga ese look y diseño clásico de los años 30, la mecánica es la de un auto moderno. Está equipado con un Ford Coyote 5.0 litros Generación 3 de 460 CV, frenos Brembo de 6 pistones delanteros y 4 traseros, chasis reticulado de competición diseñado por Pedro Campo, suspensión independiente en las 4 ruedas, dirección hidráulica, aire acondicionado, calefacción, cargador de celular inalámbrico y parlantes de música franceses Focal”, explicó Arturo.
El auto se diseñó completamente por computadora usando tres programas de última generación como son el Solidworks, Rhino y Alias Autodesk. Para la construcción se utilizó tecnología de corte laser para los caños tubulares y las chapas. La carrocería de fibra de carbono no tendrá pintura, sino que dejará expuestas las telas del compuesto liviano, lo que requiere un trabajo de terminación mucho más detallado del habitual para el manejo de esta tecnología.
Un primer prototipo mecánico ya está montado sobre una estructura similar a los efectos de poner a punto suspensiones y reglajes, además del funcionamiento del motor y transmisión con sus periféricos. “Las pruebas las hicieron pilotos y profesionales de la categoría Sport Prototipo y se ensayaron diferentes configuraciones con resultados excelentes, es un deportivo que transmite y hace todo lo que uno quiere”, concluyó Arrebillaga.
Cuando esté terminado, luego de una presentación formal que se espera para el primer semestre de 2024, el plan es llevarlo a Estados Unidos junto a una de las réplicas del Model 40 Special Speedster 1934 y hacer un road trip de costa este a oeste con ambos automóviles para mostrar en el mercado americano, la calidad de la mano de obra argentina cuando de construir automóviles se trata.
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