Llevamos pocos días en el invierno y el frío ya se empieza a notar. Ya se pueden ver las primeras heladas del año y planes ‘calentitos’ como tomar chocolate con churros se convierten en los favoritos de muchos. Pero esta estación del año no es impedimento para disfrutar de los bellos paisajes que alberga nuestro país. Gracias a la apertura de las estaciones de esquí, se pueden pasar unos días espléndidos en las principales montañas y cordilleras de España, pero los bosques y valles también son destinos ideales para los amantes del senderismo.
Muchos de estos parajes todavía guardan los bellos colores propios del otoño, siendo lugares increíbles para descubrir todos los rincones de la región. Así, multitud de rutas de senderismo recorren todos ellos, asombrando al viajero. En Galicia, más concretamente en la provincia de Lugo, estas estampas están a la orden del día, lo que convierte a la zona en un punto idóneo para los fanáticos de la naturaleza. Además, con rutas como la de Miño-Eo, se puede conocer un pequeño ejemplo de todos los encantos que guarda la región.
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Así, el sendero muestra el nacimiento de uno de los ríos más icónicos de Galicia, el Miño, atravesando un frondoso bosque para acabar en un bello salto de agua. Su longitud es de poco más de 17 kilómetros, tardándose en completar en alrededor de cinco horas. Desde el portal del Concello de Meira indican que su dificultad es media-alta debido, en parte, a su desnivel de unos 700 metros. Sin embargo, es un recorrido que descubre uno de los lugares más bonitos de Lugo, siendo un imprescindible si se visita la zona.
Bosques, cascadas y el nacimiento de un río
La ruta tiene su punto de partida en el pedregal de Irimia, donde se puede estacionar el vehículo junto al área de descanso. Durante todo el camino el viajero queda sorprendido con la belleza del paisaje, donde se puede observar la diferencia existente entre las dos laderas de la sierra y contemplar la flora y la fauna de este entorno. Así, se pueden encontrar animales salvajes como caballos, vacas del monte, zorros, corzos, liebres, jabalíes y aves de todo tipo como perdices, cuervos y urracas, entre otros muchos.
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El itinerario está señalizado en todo momento por medio de señales, flechas y paneles, los cuales conducen sin ninguna perdida a uno de los puntos más destacados. Se trata de la cascada de A Mexadoira, un impresionante salto de agua de 15 metros de altura que se encuentra en el conocido como Rego de Murias. El descenso hasta este lugar es complicado y requiere especial cuidado y atención, pero llegar hasta él realmente merece la pena, pues la imagen que proyecta es mágica.
Dejando atrás la cascada, el viajero se topa con la central eléctrica de A Treita, la cual se sitúa justo al lado del río Eo. Ya acabando el recorrido, se puede observar en el Estreito una amplia variedad de flora: robles, castaños, abedules, nogales, cerezos, o pinos que permiten gozar de las distintas tonalidades que alberga todo el territorio gallego.
Igualmente, desde el Concello de Meira señalan que existen caminos alternativos a esta ruta que la hacen más corta. Así, se puede dividir en dos itinerarios circulares más cortos y reducirlo a través de un atajo señalizado después de la cascada. Además, es un sendero que es accesible a pie, en BTT y a caballo.
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Cómo llegar
Desde Lugo, el viaje es de alrededor de 40 minutos por la carretera N-640. Por su parte, desde A Coruña el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 20 minutos por la vía A-6 (hay peajes).
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