Una de las personas más buscadas de todo el departamento antioqueño fue capturada en la marugada del 28 de enero. Michael Humberto Pérez Cadavid, alias El Gato, fue detenido en la localidad de Medellín, específicamente en el barrio Manrique, luego de ir a visitar a su hijo.
La victoria de las autoridades sobre Pérez Cadavid ha sido celebrada, incluso, por el presidente Gustavo Petro, el cual dio a conocer la extensa carrera criminal del sindicado, durante la cual aseveró haber cometido más de 100 homicidios, “incluidas las 10 asesinadas en la masacre de Betania, en 2020″, como se leyó en el trino publicado por el mandatario.
Sin embargo, no es su robusto número de delitos ni su capacidad de escabullirse de la justicia lo que ha llamado la atención en los últimos días. En cambio, una siniestra conexión espiritual con el diablo que le permitía permanecer inmune, hasta ahora, de los intentos de los oficiales por detenerlo.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel.
Así lo confesó él mismo en unas declaraciones citadas por Semana. Resulta que, bajo un supuesto “pacto con el diablo”, El Gato mantenía protegido de las autoridades, de tal manera que sus deseos de seguir en libertad eran concedidos por una conexión especial que sostenía con Satanás.
Ya en 2017, este sujeto había sido capturado tras encabezar las listas de los más buscado por las fuerzas de seguridad en Antioquia. Lideraba actividades ilícitas como el microtráfico, extorsiones, amenazas y especialmente el sicariato. De hecho, se le atribuyen, directamente, órdenes de asesinato y, entre sus crímenes más atroces, se encuentran su participación en dos masacres en Betania y Andes, que dejaron un saldo mortal de 15 personas fallecidas.
La relación der Pérez Cadavid con el diablo
“Todos los días me le prenden velas. (…) Eso es lo que me ayudó a mí. Eso es lo que me va a ayudar a que le dañe la mente al juez”, fue una de las confesiones de Pérez sobre su supuesta invulnerabilidad por cuenta de un apoyo que obtenía de Satán, a partir de rituales satánicos.
Pero su vínculo con el inframundo vendría desde antes. Detalló que durante su primera estadía en un centro penitenciario, antes de recibir una fuerte sentencia, en 2017, supuestamente pactó con el diablo para obtener libertad, lo cual ocurrió días después, bajo el argumento legal de errores de procedimiento.
“Les voy a decir por qué yo creo en el diablo. Yo ya había mandado a pedir la libertad. En ese momento de desesperación yo le dije al diablo que me mostrara que existía (…) Hice la oración -según sus declaraciones- y después empecé a quemarle velas. Andaba con mi estrellita, con cositas, la estrella del diablo, puros diablos, imágenes de Lucifer”, sostuvo.
Así entregó su alma al diablo
Esta afirmación la complementó con la afirmación de que su primer contacto con el ente espiritual fue por medio de un ritual con una bruja y consistió en entregar su alma al diablo, evidenciado con un escrito firmado con la sangre de su dedo índice izquierdo. Incluso, mencionó que en el primer contacto con su siniestro aliado fue a través de un gato de tres patas.
“Yo sentí algo. A mí me dijeron cómo era el asunto. O sea, que se podía aparecer en persona, en animal, en un objeto, en lo que fuera. Y lo único que yo vi en ese momento fue un gato y se desapareció. Era un gato como de tres patas”, relató.
Por eso se volvió invisible antes las fuerzas del orden, según su relato. Sin ningún reparo, reportó que antes de su última captura, “Yo salía por ahí para que ustedes no me vieran y, muchas veces, usted no me cree, pasé por el comando últimamente y les pitaba. Eso es lo que me ayudó a mí. Eso es lo que me va a ayudar a que le dañe la mente al juez y no me metan tanto”.
Ahora bien, en su residencia, mantenía un cuarto oscuro dedicado a sus ritos satánicos. Allí tenía un altar, velas, imágenes de Lucifer y símbolos diabólicos cono un toro negro con largos cuernos, para mantener viva su devoción por lo que consideraba una fuerza protectora que lo mantenía fuera del alcance de la ley.
No obstante, las autoridades pudieron eventualmente cercarlo y arrestarlo, y su supuesta invulnerabilidad quedó refutada. El despliegue de la Policía que culminó en su captura pero implicó una vigilancia estrecha, con seguimientos de cerca, incluso infiltrando su círculo más cercano. Pérez admitió que la razón de su detención fue una traición a su pacto, dado que se estaba preparando para el bautismo católico de su hija, según él.
Hacer Comentario