Fue en los primeros días de septiembre último cuando Mauricio Guirao, exparticipante de Gran Hermano 2016, reveló que le habían diagnosticado un cáncer incurable, a través de un descarnado posteo que publicó en sus redes sociales. Sin embargo, en las últimas horas compartió emocionantes avances en su estado de salud a través de sus historias de Instagram: “Los milagros existen”.
Al comienzo de su relato sobre los pormenores de los avances en su cuadro de salud explicó: “Para los que no saben, me habían diagnosticado cáncer de colon con metástasis en pulmones e hígado (no curable), ya que recaí de un día para otro y en poco tiempo se había desparramado por mi cuerpo un cáncer que no se da en personas jóvenes, por eso se lo nombró agresivo”.
Fue en ese punto en que los médicos “me dijeron que solo iban a tratar de frenarla”, para luego destacar que “mi salud cambió de un día para el otro, mi vida cambió”. Fue entonces donde arrancó un intenso tratamiento en el que lo único que se mantuvo firme, fue en no bajar los brazos: “Empecé con rayos, quimios, que hasta ahora sigo haciendo cada 14 días, aunque no parezca a veces por mi forma de vivir. Aunque la vida me cuesta un poquito todos los días, no lo voy a negar, nunca jamás perdí la fe en Dios y nunca bajé ni voy a bajar los brazos. Me tocó creer y siempre creí en Dios y en los milagros”.
Así fue que se llegó a esta novedad que se conoció el viernes, pero prefirió mantener en secreto hasta las últimas horas: “Este viernes 31/05 tuve oncólogo y se compararon los estudios que hice ahora con los de enero. El cáncer me desapareció de los pulmones y del hígado y el tumor que tengo en el colon cada día se está achicando más. Los niveles tumorales siguen bajando. Tengo que seguir como vengo haciendo con el tratamiento hasta que eso desaparezca por completo de mí”.
“¿Vieron que los milagros existen? Hay que creer, nunca dejemos de creer. Dios nos escuchó, ¿vieron? Será que le pedimos tanto… Nosotros le gritamos a Dios y él nos escuchó”, reflexionó sobre cómo se encuentra viviendo estos días de alegría, a compartida con quienes siguen cada una de las instancias de un cuadro de salud que lo tuvo en vilo.
Por ello destacó: “Quería compartir esta hermosa noticia con ustedes porque este resultado en tan poco tiempo es gracias a Dios, a mis ganas y a ustedes porque están desde el primer día. Gracias por cada palabra, por cada rezo, por cada abrazo que recibo. Gracias por tanto amor. El amor y la fe curan, no me voy a cansar nunca de decirlo. ¡Los quiero mucho!”, concluyó.
El abrazo a la fe estuvo desde el primer comunicado en el que anunció la enfermedad que tenía, y allí expresó: “Estoy roto en pedazos, estoy shockeado, pero todavía hay un Dios que lo puede todo, y nunca voy a perder la fe. Creo en los milagros. Prometí y prometo no bajar los brazos. Le voy a dar pelea hasta el final. Lo pongo acá por que sé que hay mucha gente pidiendo por mi salud y no lo dejen de hacer. Se los pido”.
Por su parte, en ese entonces, su madre relató: “Quiero contarles que mi hijo está sufriendo una enfermedad que nos devastó a los dos, que nos aterrorizó, que lloramos mucho. Nos tocó a nosotros hoy, y ya un poco más calmados estamos esperando que le den el alta en unos días y arrancar con el tratamiento. Hoy la ciencia avanzó mucho y con las fuerzas que le pone mi hijo y yo acompañándolo en todo momento va a curarse con la ayuda de Dios, los médicos y la fé que tenemos. No sabemos cuánto tiempo va a ser, pero la va a vencer . Quiero agradecer a todos los que están pidiendo por la recuperación de mi hijo Mauricio y les pido que no dejen de pedir, rezar, para que esto sea una piedra más en el camino. Mis hijos son mi vida, lo único que tengo”, cerró.
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