La producción de las pymes industriales creció 0,9% interanual en noviembre, marcando el segundo mes consecutivo de aumento. No obstante, en la comparación mensual, la producción se retrajo 0,2% y el sector acumula una caída del 0,4% en los primeros 11 meses del año, según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
De acuerdo a la entidad, el mes pasado las empresas operaron con el 73,3% de su capacidad instalada, lo que representa un incremento de 1,5 puntos porcentuales respecto a octubre.
Por otro lado, el 63% de las firmas reportó dificultades para reponer stocks, especialmente en la obtención de materias primas e insumos, con variaciones notables dentro del mismo rubro.
Respecto a esta situación, la Unión Industrial Argentina (UIA) había alertado en su relevamiento de octubre: “Las empresas manifestaron su preocupación por la imposibilidad de acceder a insumos críticos para la producción y destacaron la creciente tensión en la relación con los proveedores”.
En tanto, CAME indicó que a pesar del crecimiento en noviembre, las industrias advierten sobre un panorama complejo debido a la aceleración inflacionaria, que genera problemas para determinar costos, precios de reposición y escenarios futuros de distintas variables.
“Las expectativas de los empresarios se centran en una eventual normalización en el suministro de insumos y partes de origen importado. No obstante, anticipan cierta retracción en la demanda, atribuida al incremento de precios de la mercadería importada. Este contexto subraya la necesidad de adaptabilidad y toma de decisiones en un entorno económico dinámico y con definiciones importantes aún pendientes”, señaló el informe.
Por sectores
La mejor performance de noviembre la tuvo Textil e Indumentaria, con un crecimiento anual de 12,8% en su producción, acumulando así un incremento del 4,6%, en los primeros 11 meses del año.
Aunque en términos mensuales la actividad presentó una disminución del 6,2%, es importante resaltar que durante este lapso las industrias operaron al 74,4% de su capacidad instalada, superando la cifra registrada en octubre que fue del 73,5%.
“A pesar de estos positivos indicadores, se observa que el 58% de las empresas consultadas reportaron dificultades en la reposición de stock. Sin embargo, ese número se ubicó por debajo de la situación promedio y no alcanzó niveles críticos, ya que muchas compañías previeron esta posibilidad y comenzaron a acumular inventarios desde agosto”, aseguró CAME.
En el marco del cambio de gobierno y de las medidas, CAME manifestó la preocupación existente entre los empresarios respecto a los posibles impactos derivados de la eliminación del sistema de administración de importaciones (SIRA), dado que este sector es particularmente sensible a cambios en la regulación.
En este sentido, el ministro de Economía Luis Caputo había anunciado el pasado martes: “Reemplazaremos el SIRA por un sistema estadístico y de información que no requerirá de la aprobación previa de licencias”.
Otro rubro con buen desempeño fue el de Alimentos y Bebidas, cuya producción aumentó 7,9% anual en noviembre, y acumula un alza de 4,6% en los primeros 11 meses del año frente al mismo periodo de 2022. En la variación mensual creció 3,4%.
“Las industrias operaron con 72,7% de su capacidad instalada, por encima de octubre (71,3%). Este sector contó con menores inconvenientes en la liberación de insumos importados. Las mayores ventas se explican, en parte, por un aumento de la demanda previa a la devaluación del tipo de cambio oficial”, explicó CAME.
En contraposición, el rubro con más deterioro fue el de Papel e Impresiones, que registró en noviembre una caída de 13% interanual, marcando así un considerable derrumbe del 15,3%, en los 11 meses relevados contra el mismo periodo del 2022. En términos mensuales, también se registró una retracción del 3,3%.
Según CAME, el sector sufre bajos niveles de inversión y la escasez de insumos críticos, como cartulinas y tintas, es una preocupación preponderante. “Además, la dificultad para obtener repuestos ha dejado maquinarias sin uso en algunas empresas. Estos desafíos subrayan la urgencia de abordar no solo las limitaciones de producción, sino también las dificultades en la cadena de suministro y el mantenimiento de equipos, para impulsar la recuperación y la eficiencia en el sector”, indicó el informe
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