El miércoles 24 de enero, cuatro de las nueve plantas automotrices argentinas tuvieron que interrumpir parcial o totalmente su producción debido al paro general de la CGT. No fue grande el impacto en la industria en general, aunque para esas fábricas, dos de las cuales exportan más del 70% de sus unidades, implicará una merma que deberán compensar durante el año para cumplir con los objetivos de comercio exterior. Nada que no hayan podido resolver en 2023, cuando por otros motivos, también tuvieron interrupciones de uno o incluso más días consecutivos por falta de autopartes.
Pero el también el 24 de enero cerró el plazo para inscribir deuda acumulada en dólares en el padrón que el Ministerio de Economía tenía abierto con la finalidad de identificar cada empresa y los montos que tenían impagos con sus proveedores. Elaborar ese padrón era clave para la industria automotriz, porque a partir de los datos registrados, se pueden planificar las series 2 y 3 del BOPREAL del BCRA, que tiene vencimientos en 2025 y 2026, y que servirá para que los proveedores medianos y pequeños de la industria tengan una herramienta más para solucionar, o intentarlo al menos, y así mantener la continuidad de las líneas de producción.
Del éxito de estos bonos creados por el gobierno para solucionar el problemático escenario de deudas acumuladas durante 2023, depende buena parte de la fabricación de automóviles en los próximos meses. Por esa razón, una señal de confianza para que las empresas más chicas decidan suscribirlos es que las propias fábricas entren. Así lo consideraron en Toyota Argentina hace dos semanas, cuando fueron los primeros de la industria en tomar la decisión de suscribir los bonos.
El resto de las terminales argentinas se mantuvieron “estudiando la herramienta con casa matriz”, según respondieron los voceros consultados diariamente. “Esperamos tomar una decisión para la última semana del mes”, fue también parte de los que comunicaron a la prensa.
Este jueves 25 hubo una gran suscripción al BOPREAL que acerca el total al número de 5.000 millones de dólares que el gobierno había dispuesto para esta primera serie de bonos largos, destinados principalmente a grandes compañías. Y parte de esos 2.454 millones del jueves fueron de otras dos grandes automotrices argentinas como Volkswagen y Stellantis.
Así, mientras se aguarda una confirmación de parte del resto, al menos tres terminales tomaron la decisión de acompañar el plan del Ministerio de Economía. “No somos ciegos. Entendemos que tienen muchos frentes abiertos y esto es lo que pueden ofrecer para resolver un problema que no fue causado por ellos. Mientras más lo suscribamos, más previsibilidad le daremos a nuestros acreedores y también a los proveedores de la fábrica”, confirmaron desde una de las terminales automotrices.
“Por otro lado, el sistema establecido para el pago del flujo de importaciones actuales ya está en funcionamiento. El 13 de enero se pudo disponer del primer 25% de los dólares pedidos para los movimientos actuales, y el 13 de febrero habremos pagado el 50%. Esa es otra señal de confianza que tenemos dar todos si queremos salvar la situación que fue tan crítica el año pasado”, completó la misma fuente.
Sin embargo, hay otro aspecto que todavía pone en riesgo la producción, tal como se ha dado a conocer este jueves también, casi en simultáneo con la publicación del gobierno confirmando que más de 45.000 millones de dólares habían sido registrados en el padrón de deudas. Se trata de la asociación que nuclea a los autopartistas de la industria automotriz (AFAC), que emitió un comunicado de prensa en el que alerta que las retenciones del 15% a las exportaciones, “pone en serio riesgo en el cortísimo plazo, exportaciones por un valor de USD 370 millones”, dice textualmente la entidad.
Las exportaciones de autopartes cerraron el año 2023 en USD 1.312 millones, cayendo un 13,9% respecto a 2022. Los principales rubros exportados fueron “Transmisiones” (31,5%), “Motores” (25%) y “Componentes de motor” (16,6%). El resto de las ventas al exterior se distribuyeron entre “Otras autopartes de plástico” (5,2%); “Ruedas y neumáticos”(4,9%); “Carrocería y sus partes” (4,7%); “Sistema de amortiguación, dirección y suspensión” (4,5%); “Eléctrico” (2,9%); “Otras autopartes varias” (1,4%); “Otras autopartes de caucho” (1,2%); “Otras autopartes de metal” (0,9%); “Equipamiento Interior” (0,7%), según informó AFAC.
Finalmente, el comunicado expresa que “un aumento al 15% de retenciones dejaría fuera de competencia a gran parte de la actividad exportadora de autopiezas que es tomadora de precios en el mercado internacional, sin ningún tipo de capacidad de influir sobre ellos”, ya que al no poder modificar el precio de venta para no perder participación en el mercado internacional, “se pasa de una situación actual de una contribución marginal del 4% a una situación de contribución marginal negativa del 8%, tornando inviables las operaciones”.
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