Alberto Fernández llegó este viernes por la mañana desde Madrid y activó una ronda de llamados para resolver su futuro al frente del partido. Lo hizo pocas horas después de que se llevara a cabo una reunión en la sede del PJ, de la que fue parte un grupo reducido de dirigentes y en la que se habló, entre varios temas, de la posibilidad de que el ex mandatario renuncie a la presidencia del partido.
Uno de los primeros llamados que hizo fue al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, que ayer fue uno de los encabezó la conversación de la que también participaron Axel Kicillof, Eduardo “Wado” de Pedro, Ricardo Quintela, Juan Manzur, José Neder, Lucía Corpacci, Santiago Cafiero, José Luis Gioja, Cristina Álvarez Rodríguez y Juan Manuel Olmos. En esa comunicación quedaron en reunirse la semana que viene y analizar la situación del partido y el futuro del ex mandatario.
Insfrán, Quintela, De Pedro y Kicillof son algunos de los dirigentes que creen que el ciclo de Fernández al mando del PJ está terminado. Pero no quieren que la renovación partidaria se convierta en una interna sin sentido. El peronismo debe enfocarse en constituirse como la principal oposición a la gestión de Javier Milei y en cerrar – o al menos intentarlo – las grietas internas que se generaron en el gobierno pasado.
El ex jefe de Estado aún no resolvió si se tomará licencia, renunciará o seguirá al frente del partido. De lo que no tiene dudas es de que el PJ debe tener elecciones este año. Nada de mesas chicas que seleccionen con el dedo al próximo encargado de conducir el partido. Nada de acuerdos entre partes para consensuar un nombre propio. Que voten los afiliados.
Quiere respetar lo que ha dicho a lo largo de todo su gobierno: que haya elecciones y candidatos. Que los afiliados elijan. Así como insistió hasta último momento con la necesidad de que haya unas PASO en las elecciones nacionales, ahora pedirá todas las veces que hagan falta que haya elecciones transparentes y que se ponga en funcionamiento el partido.
La intención de Fernández es que el partido convoque a elecciones en marzo, fecha apuntada para que se realice el congreso del PJ y se cumplan las formalidades partidarias, necesarias para evitar una intervención y mantener el normal funcionamiento. Entiende que esos comicios deben concretarse este año y ser un punto de partida para renovar la conducción del partido.
Además de reunirse con Insfrán, entre sus planes está comunicarse con los cinco vicepresidentes que tiene el partido. Se trata, en orden jerárquico, de Cristina Álvarez Rodríguez, Axel Kicillof, Analía Rach Quiroga, Juan Manzur y Lucía Corpacci. También hablará Julio Vitobello, Santiago Cafiero y Juan Manuel Olmos, su circulo más cercano y con el que sigue en contacto desde España.
Fernández debe decidir cómo se va a posicionar en el partido. Su situación es muy difícil. No puede residir en Madrid y seguir al frente de la presidencia del partido. Además, una gran parte de la dirigencia peronista presiona para que dé un paso al costado y culmine con su mandato, que tiene como fecha de caducidad abril del año 2025.
Anoche los que reunieron en el PJ discutieron sobre el futuro de Fernández. Nadie pidió la renuncia formalmente, pero varios insinuaron que es insostenible la situación y que debe tomar una decisión cuanto antes. Fernández tomó conocimiento de lo charlado en esa mesa chica y decidió llamar a Insfrán para resolver su situación, previo intercambio de opiniones.
Además, coincidieron en que el partido debe ser un punto de convocatoria de la dirigencia para enfrentar las políticas de Milei. Al no haber un líder único que sintetice todos los pensamientos y posturas, el PJ pasaría a ser uno de los lugares de convocatoria y rosca política. Como también lo son el Instituto Patria, las oficinas de Sergio Massa en la Avenida Libertador y la gobernación bonaerense.
El margen de acción del ex presidente es acotado. La reunión que se hizo anoche en el PJ es un mensaje en si mismo. La concretaron apenas algunas horas antes de que arribara a Ezeiza. Fernández no sabía que ese encuentro se iba a realizar. Su conducción sobre el partido es nula. Por eso el camino parece estar allanado para que el congreso partidario convoque a elecciones anticipadas y antes de que culmine el año haya un nuevo presidente en partido.
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