Los senadores que discuten en estas horas artículo por artículo del Paquete Fiscal dejaron caer el título tercero del texto de la ley que incluye los cambios a impuestos e ingresos del fisco. Se trata del fragmento del paquete que introducía cambios en el régimen del Impuesto a los Bienes Personales. También fue rechazado el capítulo dedicado al Impuesto a las Ganancias.
Los cambios fueron rechazados por dos votos durante la votación en particular del paquete fiscal. Hubo 37 opiniones en contra del capítulo y 35 a favor.
El texto que se había aprobado en general proponía subir el mínimo no imponible de Bienes Personales de $27 millones a $100 millones, más una baja de alícuotas a un rango que va del 0,5% a 1,5%, cuando hoy llegan al 1,75 por ciento. También eliminaban las diferencias entre bienes locales y en el exterior, que hoy pagan una alícuota más alta y que llega al 2,25%, además de un programa de beneficios para pagos adelantados que aspiraba a sumar recaudación en el corto plazo.
“Es una perversidad haberlo rechazado teniendo en cuenta que con los nuevos mínimos no imponibles y el nuevo monto de excepción de la casa habitación mucha gente de clase media iba a dejar de pagar Bienes Personales o pagar muy poco porque el nuevo mínimo era de $100 millones para el período fiscal 2023″, comentó César Litvin, de Lisicki, Litvin y Asociados
El tributarista también lamentó que con el rechazo al Capítulo 3, los senadores echaran por tierra la propuesta de pago adelantado de Bienes Personales que incluía el Paquete Fiscal.
“Era muy atractivo para el contribuyente y para el fisco ese régimen de pago anticipado de cinco años porque iba a generar más recursos para la administración pública y para el contribuyente era la posibilidad aceptar una alícuota atractiva, se beneficiaban las dos partes”, agregó el especialista.
En cuanto su impacto en las cuentas públicas, por otro lado, Litvin relativizó la importancia del tributo que, a diferencia de los también rechazados cambios en Ganancias, no implica una enorme generación de recursos para el fisco.
“Bienes Personales no es un impuesto de mucha recaudación porque el que genera y paga el Impuesto a las Ganancias, después paga Bienes Personales por su patrimonio, así que no es un tributo que tengan muchos países. El problema del rechazo es que es un impuesto que en su espíritu buscaba alcanzar solo a grandes fortunas, con mínimos no imponibles significativos importantes. En Uruguay el mínimo es de USD 250.000 para un matrimonio, en Colombia más de USD 1 millón. Con la situación vigente, en la Argentina se popularizó Bienes Personales y los cambios propuestos iban a aliviar a familias sin tanta capacidad contributiva”, concluyó Litvin.
Cómo eran los cambios en Bienes Personales que fueron rechazados
El dictamen del proyecto de Paquete Fiscal acordado en el Senado mantenía las bajas de las alícuotas máximas introducidas en Diputados. Pasaban de 1,5% en 2023 a 0,25% en 2027.
En tanto, también se mantenía la suba a $100 millones del piso a partir del cual se debería tributar por el período fiscal de 2023 —cuya declaración hubiera debido hacerse a partir del mes próximo— mientras que la deducción por la vivienda personal ascendía para este ejercicio a los $350 millones.
De ahí que para quienes adhieran a la regularización de activos, las tasas irán de 1,80% en 2023 a 0,30% en 2027, según el esquema de reducción previsto.
A la hora de calcular la “base imponible” del impuesto, los tributaristas destacaban que incluía los montos en cuenta corriente, cuentas bancarias en el exterior, inversiones financieras, los dólares en efectivo o “en el colchón”, los automóviles y los inmuebles a nombre del contribuyente.
Un dato relevante que incluía el texto que terminó siendo rechazado por los senadores es que se mantenía la eliminación de las diferentes alícuotas que castigan en la actualidad a los bienes en el exterior. Tributan según la ley vigente una tasa de 2,25%, todo un salto respecto de la tasa máxima del 1,75% que pagan los bienes locales en el presente.
Por otro lado, el texto rechazado incluía también beneficios que establecía el proyecto para los contribuyentes cumplidores, quienes obtendrían una reducción de 0,5% según la alícuota que paguen (es decir que, si les correspondía pagar 1,5%, pasarían a pagar 1%).
Otra de las modificaciones al régimen actual que se planteó en el proyecto que aprobó Diputados y que los senadores rechazaron durante el tratamiento en particular del Paquete Fiscal era un nuevo esquema de pago por adelantado del impuesto.
Según la norma en debate, se creaba un régimen de pago adelantado por 5 años del Impuesto sobre los Bienes Personales, que consistía en abonar anticipadamente los períodos fiscales que van desde 2023 hasta 2027. Para el cálculo del patrimonio, se determinaría el impuesto considerando los bienes valuados y existentes al 31 de diciembre 2023, a lo que se aplicaría una alícuota reducida de 0,45% por cada año, es decir que se multiplica por 5 el resultado del tributo a pagar en 2023 según esa alícuota diferencial.
Los contribuyentes que adhirieran a ese régimen quedarían liberados de presentar declaraciones juradas, anticipos y cualquier obligación vinculada con el impuesto por los próximos 5 períodos fiscales. Otra iniciativa que no prosperó y que depende del tratamiento que se le vuelva a dar en Diputados.
Por último, el texto incluía consideraciones para aquellos contribuyentes que ingresen al blanqueo que también incluía el Paquete Fiscal y que sí fue aprobado en el tratamiento en particular. El problema es que quienes adhieran al blanqueo, en el caso de que tributen Bienes Personales, deberán enfrentar un aumento de 20% de la alícuota que desincentiva la exteriorización de bienes. Ese es un punto débil que, también, deberá ser tenido en cuenta por Diputados.
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