Laurent Espitallier 162
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Taxco de Alarcón, ciudad al norte de Guerrero y a unos 200 kilómetros de la capital mexicana, símbolo minero desde la Nueva España y parada obligada en la ruta hacia Acapulco, padece, ahora más que nunca, como muchos otros pueblos y ciudades de México, el flagelo de la volencia y el narcotráfico.

El hecho más reciente de violencia se registró el jueves de la semana pasada, cuando hombres armados descargaron sus fusiles contra la tortillería “Grupo Misión”, ubicada sobre un tramo de la carretera Cuernavaca-Taxco o avenida De Los Plateros, la principal de la ciudad, asesinando a dos personas e hiriendo a otras cuatro.

El día anterior, otra tortillería ubicada también en la ciudad de Taxco fue atacada a balazos por un comando. Según las autoridades, los ataques a negocios son realizados por uno de los grupos de la delincuencia organizada que se disputan la plaza a través del cobro de piso y/o extorsión a comercios.

De acuerdo con una investigación del periodista Héctor de Mauleón, publicada en su columna En Tercera Persona, los comerciantes atribuyen los recientes hechos de violencia al asfixiante hostigamiento de La Familia Michoacana, pues sus células criminales son las encargadas de exigirle a los negocios las cuotas por “derecho de piso”.

Según los cálculos del periodista, la extorsión a los artesanos que se dedican a la plata deja al crimen organizado ganancias de más de un millón 200 mil pesos cada sábado, que a su vez se traducen en más de 60 millones al año.

La Familia Michoacana, que en los últimos meses ha provocado la huida de decenas de comerciantes, controla la venta de los principales productos: desde la cerveza y los refrescos, hasta las tortillas, la carne, el pan, el pollo, las frutas, las verduras y el agua de garrafón. El cártel es el encargado de distribuir y poner precio a los productos.

“El clima de inseguridad ha alcanzado niveles que nadie había vivido”

(istock)
(istock) (Getty Images/)

Una semana antes del ataque a la tortillería “Grupo Misión”, el edificio del Ayuntamiento, en el centro de la ciudad, fue desalojado por una amenaza de bomba. La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que personal administrativo encontró cerca de las 09:00 horas una granada de fragmentación artesanal tirada en la puerta del inmueble, por lo dieron aviso inmediatamente a las autoridades.

Militares acordonaron la zona y finalmente detectaron la existencia de cuatro granadas, tres de tipo artesanal y una más de fragmentación. De Mauleón señaló al alcalde Mario Figueroa Mundo, del partido Fuerza por México, por intentar ocultar los hechos y sostener otra versión en la que las decenas de trabajadores del Ayuntamiento de Taxco habían sido desalojado las instalaciones porque el edificio estaba siendo fumigado a consecuencia de “una plaguita de animalitos”.

Según el diario local El Sur, los militares sacaros los artefactos en cajas heméticas para detonarlas a las afueras de la población.

En los primeros días de junio de 2021, el jefe de La Familia Michoacana en Taxco, Roberto Carlos Zagal Jacobo, alias “El Pelón”, mandó “levantar” a todos los líderes de organizaciones de Taxco –de transporte público, tianguistas de plata, empresarios de la masa, tablajeros, carniceros, panaderos y de camiones materialistas, entre otros–.

Los “levantados”, según De Mauleón, fueron conducidos a Tectipac, en donde les giraron instrucciones para que sus agremiados votaran por Figueroa Mundo y en donde se les ordenó que el día de la elección enviaran a determinados números telefónicos fotografías de la boleta electoral “debidamente marcada”.

De acuerdo con fuentes de inteligencia, Figueroa había llegado a un acuerdo con la Familia Michoacana luego de que el grupo criminal hubiera atentado en contra suya en diciembre de 2020.

En los primeros meses de su administración fue acusado de haber “vendido” el municipio a La Familia Michoacana: el Cártel Jalisco anunció incluso que tenía un video en el que Figueroa se reunía con El Pelón, y antes de que llegara al poder este misma organización criminal advirtió que por haber “vendido la plaza” Taxco iba a convertirse dentro de poco en un infierno.

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