Así como hace muchos años comenzó el camino de la conversión hacia los autos hatchback en reemplazo de los tradicionales sedanes, la llegada de los SUV compactos podría considerarse ahora como la metamorfosis de los autos de dos volúmenes hacia la nueva tendencia del mundo del automóvil. Empezó como un modo accesible para llegar a un vehículo con mayores capacidades fuera de camino, pero hoy las marcas premium están lanzando modelos de este segmento. Todo un cambio de mentalidad y realidad.
El Ford EcoSport fue el pionero a nivel local de ese camino que están recorriendo casi todos los fabricantes, pero curiosamente ya no está en competencia. Esto se debe a que la política global de la marca fue volcar todos sus recursos a producir utilitarios, pick-ups y SUV de nueva generación, lo que dejó de lado a los autos. Así desaparecieron el Focus, Fiesta y el Ka, y esa decisión arrastró al EcoSport por compartir una plataforma que no se seguiría utilizando.
Los usuarios extrañan ese SUV compacto que apareció en 2003 para cambiar la historia, y que fue inspiración para que la competencia empezara a ver con buenos ojos un nuevo nicho en la industria automotriz. El EcoSport tuvo dos generaciones, la primera llegó hasta 2012, una década, y la segunda llegó hasta 2022.
Aquel primer modelo de formas cuadradas, muy acordes a su tiempo, pretendía ofrecer un vehículo para excursiones fuera de camino que era privativo de las camionetas y los SUV grandes como la propia Explorer de Ford y la Grand Cherokee de Jeep. Por eso existió una versión 4×4 del EcoSport, que sin embargo no tuvo tanto éxito. El público había descubierto un tipo de vehículo que tenía ciertas cualidades de off-road, pero no estaba dispuesto a pagar de más por la tracción integral. Así fue que para la segunda generación, mucho más moderna en equipamiento y un diseño de líneas curvas y aerodinámicas, esa opción desapareció de la oferta.
Una década tardó en reaccionar la competencia. Los primeros que lo hicieron fueron Renault con el Duster (otro que fue por el lado de un 4×4 accesible), Chevrolet con el Tracker de primera generación, y un poco después Peugeot con el 2008. Ninguno pudo desplazar al EcoSport de la cima en ventas, y sólo cuando Volkswagen decidió entrar en 2020 con el T-Cross, fue la primera vez que el auto de Ford bajó del escalón más alto.
Ya le quedaba poco tiempo, no había una renovación del modelo y en comparación con los nuevos actores del elenco, fue razonable que hubiera propuestas más actuales que lo aventajaran. La herencia fue fabulosa, y casi inexplicable, porque hoy sus competidores se reparten una gran porción del mercado automotriz que tiene a este segmento en pleno crecimiento. En la región entraron el Nissan Kicks, el Fiat Pulse, el Renault Captur, el Jeep Renegade (otro que ofrece alternativa 4×4), y a mitad de camino porque pisan el segmento C por milímetros, el Honda HR-V y el Citroën C4 Cactus.
Pero como el segmento crece sin pausas, y eso se comprueba con las nuevas apuestas al B-SUV, Citroën renovó su confianza con el Nuevo C3 lanzado a fin de 2022 y duplicó la apuesta con la versión AirCross que fue presentada en febrero y llegará para fin de año a las concesionarias. Toyota lanzará el Yaris Cross, siguiendo el camino exitoso que recorrió el Corolla Cross en el segmento inmediato superior. Y Renault confirmó que está preparando el lanzamiento de un nuevo SUV de segmento B, que se fabricará en Brasil y llegará el año que viene con un motor turbo de 1.0 litros. Será el modelo que ocupe el espacio del Stepway actual y se asemeje más a los competidores, ya que el Duster todavía es considerado por muchos como una “camioneta”.
Pero si alguien piensa que la idea de la expansión de los B-SUV parece ser sólo regional o local, sólo hay que mirar lo que está pasando en Europa y Estados Unidos, para descubrir que la adopción de este tipo de vehículos está ocurriendo en todo el mundo. De hecho, la elección del Auto del Año(Car of the Year) 2023 ha sido arrasada por el nuevo Jeep Avenger, que también es un vehículo de este segmento, y que fue desarrollado específicamente para el mercado europeo como el primer Jeep 100% eléctrico.
La gran novedad ahora es que los últimos dos modelos llegan de marcas Premium, lo que muestra a las claras que se trata de una tendencia global hacia este tipo de vehículos, y rompe los argumentos que la justificaban como una alternativa que ofrecía una prestación superior a la de un automóvil de dos volúmenes pero con un precio accesible a bolsillos de clase media.
Ambas casi fueron en paralelo y sus protagonistas son Volvo y Lexus. Y lo más interesante es que ambas propuestas son diferentes en su sistema de propulsión. La marca sueca presentó el EX30, el modelo más compacto de toda su línea, 100% eléctrico, basado en la misma plataforma del nuevo Smart #1 que se produce en China por parte de Geely, dueña de la marca desde hace algunos años.
El EX30 tendrá la responsabilidad de ser el auto accesible de Volvo como nunca antes hubo, para lo cual se podrá adquirir con dos diferentes opciones de autonomía. La versión inicial tendrá un precio de 36.600 euros, equipado con una batería de litio-hierro-fosfato (LFP) de 51 kWh, un motor en el eje trasero capaz de entregar hasta 272 CV de potencia y una autonomía de 344 km. Una versión intermedia de mayor alcance contará con una batería de litio, níquel, manganeso y cobalto (NMC) de 69 kWh y un motor eléctrico de igual potencia pero con 480 km de autonomía. En tanto la versión de mayor performance, tendrá dos motores eléctricos, uno en el eje delantero y otro en el trasero, que sumados alcanzarán una potencia de 422 CV con una autonomía algo menor, de 460 km, pero con un torque de 523 Nm y una aceleración de 0 a 100 km/h de tan sólo 3.6 segundos.
El Lexus LBX, por su lado, será un vehículo híbrido, que compartirá la misma plataforma TNGA-B del Yaris Cross, aunque con algunas modificaciones vitales para ser compacto por fuera pero amplio por dentro, según explicó la marca en el lanzamiento, producido esta semana en Milán. Para eso se amplió la distancia entre ejes en 20mm, pero acortando los voladizos delantero y trasero que lo mantienen en el mismo segmento de los B-SUV.
Se ofrecerá con un motor de combustión interna de tres cilindros y 1.5 litros que entrega 136 CV de potencia, una transmisión variable continua electrónica, eCVT, y un tren motriz híbrido compuesto de una batería de 2 kWh. Si bien no se anunciaron mayores detalles técnicos, la marca asegura que el pequeño SUV acelerará de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos.
La versión de entrada de gama tendrá un costo de entre 35.000 y 37.000 euros, lo que lo sitúa en el mismo rango del Volvo EX30. También habrá una versión de dos motores, uno en cada eje, lo que permitirá mayor desempeño para quienes pretendan potencia por sobre la autonomía. El auto inicialmente estará destinado a los mercados de Europa y Japón, y por el momento no hay planes para llevarlo a China o Estados Unidos.
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