Daymak es una compañía canadiense con más de 20 años creando vehículos eléctricos livianos para uso personal. Más de 100.00 e-bikes, el producto más saliente de su cartera, se han vendido en su país de origen. En 2021 mostraron al mundo un concepto innovador de automóvil en fase de prototipo: un triciclo con dos ruedas delanteras y una posterior, diseñado por un argentino. Su nombre: Spiritus. En aquel momento se anunció en dos versiones: una estándar, llamada deluxe, de 200 CV de potencia con tracción en dos ruedas, y una extrema, con casi 500 CV y tracción total a la que denominaron Ultimate. La primera costaría 30.000 y la segunda 150.000 dólares.
Dos años después, ese mismo diseño creado por el diseñador industrial Fabián Magri se está construyendo en la Argentina. La idea de su aspecto exterior se mantuvo, el resto cambió sustancialmente. De ambas versiones se decidió encarar la más desafiante, el Spiritus Ultimate, sobre la que trabajan otros ingenieros y empresas argentinas, lo que puso el proyecto en un status de Interés Nacional, al punto de haber concretado el año pasado, una reunión del CEO de Daymak, Aldo Baiocchi, con las autoridades del por entonces Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
“El input que nos dio Baiocchi fue mantener la línea, porque le gustó mucho la propuesta inicial de Magri, con la que nació el vehículo”, dice Javier Ciabattari, líder de la empresa argentina FDC Argentina, especializada en construcción y desarrollos automotrices, con vasta experiencia en el mundo de las carreras de automóviles y responsable de la puesta en marcha del proyecto en Falda del Cármen, Córdoba.
“El auto es un 3×3, es decir que tiene tracción en las tres ruedas. Los tres motores son de origen europeo, y de las baterías sólo traemos las celdas de Corea del Sur, pero el resto del desarrollo se hace en Argentina, en la ciudad de Rafaela”, dice Ciabattari.
En este punto vale la pena detenerse y explicar algo que, por ser paralelo al desarrollo de este vehículo, no deja de tener la dimensión de otra gran iniciativa empresaria argentina. El fabricante de las baterías es Emotion22, la Unidad de negocios de electro movilidad del Grupo Basso, famosa empresa rafaelina que bajo la marca BBB, es proveedora de válvulas de motor de grandes fabricantes como Ferrari, Maserati, Ford, Chevrolet, Alfa Romeo, Peugeot y Citroën, entre otros, y que desde 2018 comenzó a explorar la tecnología eléctrica creando una división para el estudio, modelado, testeo y construcción de baterías en nuestro país.
“Esa batería tiene 420 voltios y 1.200 amperes”, dice Ciabattari. “El motor eléctrico es de la marca eslovena Elaphe Propulsion Technologies, con un diseño que permite que vaya colocado dentro mismo de la llanta porque es verdaderamente compacto. Ofrece una potencia de 150 kW por cada unidad, lo que equivale a unos 200 CV aproximadamente. Es decir que el Spiritus Ultimate tendrá 600 CV de potencia total con sólo 650 kg de peso.”
El chasis del Daymak Spiritus está construido íntegramente en fibra de carbono y es un biplaza. Tiene un falso chasis delantero que sostiene las suspensiones delanteras y la batería, y una horquilla tipo moto, aunque de mayores dimensiones, que es la sujeción y suspensión misma de la rueda posterior. El rodado es 20 pulgadas en las tres ruedas, pero la trasera es más ancha que las del tren delantero por tratarse del único apoyo posterior. Los neumáticos son los Michelin Pilot de alta performance, porque la relación peso/potencia lo requiere.
“Más allá de los capitales, el auto es realmente un producto argentino. FDC hizo el diseño estático y Fabián Magri el diseño dinámico, pero hay mucho más. Por ejemplo, el parabrisas está desarrollado en Río Tercero; la electrónica, la gestión de la potencia está desarrollada por personas del Conicet que pertenecen a la Universidad Nacional de Río Cuarto; y la aerodinámica y el cálculo estructural del chasis fue responsabilidad del Centro de Investigación en Métodos Computacionales (Cimec) de la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe”, explica Ciabattari.
Originalmente, el Spiritus Ultimate debía comenzar a producirse en la segunda mitad de este año, pero “la guerra de Rusia y Ucrania ha generado algún retraso en los planes, porque provocaron que las aerolíneas no transporten cargas peligrosas. Esto hizo que las celdas provenientes de Corea del Sur lleguen 7 meses más tarde de lo previsto, al obligarnos a usar otros medios de transporte”, dice Ciabattari.
De todos modos, con las celdas en Argentina desde fines de año pasado, ya se hizo la primera batería en Rafaela y se puso en marcha el primero de los diez prototipos que se construirán para pruebas y validación tecnológica.
“En este momento estamos comenzando con los primeros ensayos sobre el terreno. El vehículo se está moviendo y estamos trabajando mucho en el BMS (Battery Manager System) que es básicamente el controlador de la batería” comenta el director del proyecto.
Algunas cifras interesantes del Spiritus Ultimate son su coeficiente de penetración aerodinámica, que es de sólo 0,26 cx, pero sobre todo su aceleración. El concepto con el que nació el auto cuando Aldo Baiocchi concibió la idea, era un triciclo que acelere de 0 a 100 km/h en sólo 1,8 segundos.
“Es algo verdaderamente desafiante”, dice Fabián Magri. “Desde el comienzo, el proyecto buscó destacarse de todo y podría decirse que es como un hypercar pero de tres ruedas. Con la mira puesta en acelerar en 1,8 segundos, todo cambia en el diseño, porque la solicitación técnica es gigante. El BMS, por ejemplo, tiene que saber cuándo y cuánta potencia darle a cada motor. En el primer momento de aceleración la rueda trasera tiene que tener mayor potencia y las delanteras menos, pero conforme avanza eso se tiene que nivelar. Es verdaderamente fascinante”.
Para la concreción del proyecto, se creó una empresa llamada Qmtech SA, formada con capitales nacionales y extranjeros. “El proceso que estamos llevando adelante sería instalar una planta en un Parque Tecnológico de Villa General Belgrano, en Córdoba, y desde ahí producir el vehículo”, finaliza Javier Ciabattari en su charla con Infobae.
Si Rimac hizo el hypercar eléctrico más rápido del mundo con su ya famoso Nevera de 2.000 CV en Croacia, un proyecto así, nacido en Argentina también se puede destacar. El proyecto está pensado para producir las unidades y exportarlas a Estados Unidos y Canadá.
El Spiritus Ultimate será el vehículo extremo, el más complejo de diseñar y producir, pero una vez en funcionamiento, probablemente se retome la idea de la versión deluxe mucho menos potente y sofisticada, que mantenga la idea inicial de sobresalir en el mundo de las startups con una idea innovadora.
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