Tras un mes agitado en lo cambiario en el que el Banco Central destinó más de USD 3.200 millones de las reservas compradas en el mercado oficial a contener la cotización del dólar financiero, causó sorpresa el dato publicado ayer por la entidad monetaria según el cual en agosto se destinaron “apenas” USD 153 millones.
La cifra equivale a menos de la mitad del monto de julio, cuando se puso en marcha el plan de emisión cero. Se trata de la medida por la cual el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, decidieron “esterilizar” la emisión de pesos destinada a comprar los dólares a los exportadores mediante la venta de esas divisas en el segmento financiero.
El dato oficial resultó resultó mucho menor al proyectado por los analistas del mercado que anticipaban también para agosto un nivel de intervención en el orden de los USD 300 millones, basados en cálculos sobre el volumen de operación de los bonos que se utilizan para operar dólar MEP y cable. Esas estimaciones resultaron desviadas, lo que consolidó el tono positivo entre los operados quienes observaron que la reducción de la brecha en agosto fue entonces más “genuina” que lo previsto.
Fue durante el mes pasado que la diferencia de los dólares financieros con el oficial (mayorista) se ubicó en torno al 30%, cifra que llegó a perforar en las últimas semanas.
La reducción de la brecha es una condición indispensable para poder avanzar en el desmantelamiento del cepo
La reducción de la brecha es una condición indispensable para poder avanzar en el desmantelamiento del cepo. Sin embargo, existían -y todavía persisten dada, precisamente, la vigencia de las restricciones- dudas sobre la cotización “real” del dólar financiero y por ende también del libre o informal, ya que se asumía que sus precios estaban siendo distorsionados por una fuerte intervención que no resultó de tanta magnitud.
“Mucha menos intervención de la que esperábamos en agosto. Yo había calculado un poco menos de USD 250 millones. Ergo, más genuina de lo que parecía la baja del cable en agosto”, admitió el consultor de finanzas Leandro Zicarelli, quien atribuyó esa dinámica, en gran medida, al desempeño de los mercados emergentes en general.
El analista también admitió, sin embargo, que el plan de blanqueo de capitales pudo haber influido en el alto volumen operado de los bonos, induciendo a la confusión en los cálculos.
De hecho, incluso desde antes de conocido el dato de agosto, se calculaba para septiembre una intervención mucho menor, dado que el ingreso de los dólares del blanqueo contribuye a equilibrar el mercado de cambios. A ese flujo de divisas, por lo pronto, se atribuye la estabilidad del contado con liquidación (CCL) y el dólar MEP que fluctuaron durante toda la semana por debajo de los 1.230 pesos.
Es que las cifras del blanqueo son elocuentes, a un ritmo diario de ingreso de dólares en el sistema financiero superior a los USD 1.000 millones. De hecho, fue en base a esas cifras in crescendo aceleradamente desde la semana pasada que el Gobierno decidió prorrogar por un mes las diferentes etapas del plan de regularización de activos.
De mantenerse el buen ritmo del blanqueo de capitales, el Banco Central se garantizaría una mayor oferta de dólares en octubre, un período que se avizora complejo en materia cambiaria
De esta manera, de mantenerse el buen ritmo, el Banco Central se garantizaría una mayor oferta de dólares en octubre, un período que se avizora complejo en materia cambiaria. Esto porque se anticipa mayor demanda por parte de los importadores que quedaron a la espera de la reducción del Impuesto PAIS dispuesta a principios de mes para concretar sus operaciones y cuya primera fecha de acceso al mercado para el pago es a los 30 días.
Claro que esa mayor oferta está, en alguna medida, sujeta a que el blanqueo siga traccionando el incremento de los depósitos en dólares, los que a su vez los bancos destinan en parte a aumentar el crédito en dólares al sector privado. Esos dólares, destinados a prefinanciar exportaciones, pasan por el mercado de cambios oficial, lo que puede aliviar la tensión para el BCRA, tal como lo hizo en septiembre.
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