Amán/Beirut, 18 may. Mientras todos los ojos miran hacia Arabia Saudí atentos a la llegada del presidente sirio, Bachar al Asad, para participar en su primera cumbre de la Liga Árabe en más de una década, camiones cargados de "captagón" continúan saliendo de Siria camino a los mercados regionales.
Hace apenas dos días, las autoridades aduaneras saudíes anunciaron la incautación de un cargamento con más de 1,3 millones de pastillas, paradójicamente, interceptado en la misma ciudad en la que mañana se celebra la histórica reunión de la entidad panárabe, la occidental Yeda.
Los países de la región exigen a Damasco que acabe con el comercio de "captagón" en el marco del proceso de reconciliación árabe iniciado en los últimos meses, después de haber aislado al Gobierno sirio durante casi doce años debido a su brutal represión de las revueltas populares de 2011.
CAMIONES REFRIGERADOS
En la aldea meridional de Qarfa, un complejo controlado por las fuerzas sirias acoge uno de los principales puntos de prensado del estimulante y una fábrica de plástico que produce objetos en forma de verduras para ocultarlo, afirma la red de activistas y periodistas locales Horan Free.
Las operaciones se realizan "bajo la supervisión directa" de un coronel sirio y con el respaldo del alto mando de la Inteligencia de la Fuerza Aérea Jardal Dayub, quien proporciona electricidad las 24 horas al complejo para garantizar la producción, según un artículo publicado ayer por el grupo.
De otro modo, la población siria solo recibe un par de horas de suministro eléctrico estatal.
La droga producida en Qarfa viaja posteriormente en camiones refrigerados hacia el paso fronterizo de Nasib, que une Siria con Jordania, y Horan Free estima que este sería solo uno de al menos once centros de prensado "modernos" en activo en la provincia de Deraa.
Según información de la red, otros 80 pistones manuales se esparcirían por Deraa y las vecinas Quneitra y Al Sueida, las regiones fronterizas con Jordania que concentran el grueso de la producción para el contrabando hacia territorio jordano.
El analista político Munzir Al Hiwarat explicó a EFE que la droga continúa luego su camino hacia el golfo Pérsico, lo que “pone a Jordania en situación de vergüenza ante estos países”.
A juicio del experto, Amán busca estabilizar la situación en Siria "para luchar contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado” en su propio territorio, una prioridad frente a otras demandas regionales en el proceso de reconciliación.
“El regreso de los refugiados no es lo primero, sino resolver el problema de la inestabilidad en la frontera entre Jordania y Siria por la presencia de milicias que fabrican y contrabandean drogas y armas”, aseveró Al Hiwarat.
"OBSESIÓN" JORDANA
El experto en Ciencias Sociopolíticas Abdalá al Yabur coincide en que “la gran obsesión de la relación entre Jordania y Siria es el asunto de las drogas”, y cree que una reconciliación con el Gobierno sirio puede ayudar a resolver este problema.
“Para Jordania, las drogas son uno de los motivos del aumento de la violencia y el crimen en la sociedad jordana, lo que amenaza la paz social”, detalló a EFE el investigador.
Después de que un capitán jordano muriera en una operación en la divisoria en 2021, Amán cambió sus normas con respecto a las redadas antidroga y permitió oficialmente cruzar la frontera con Siria si fuese necesario, así como emplear armas sin la luz verde previa del comandante.
En lo que va de año, las autoridades del país levantino han frustrado diversos intentos de contrabando desde el lado sirio, han matado a al menos un traficante y se han incautado de millones de pastillas de "captagón", entre otros estupefacientes.
Hace diez días, incluso un bombardeo que activistas sirios atribuyen a Jordania -pero que nadie ha reivindicado- acabó con la vida de un importante "capo" del narcotráfico con destino a territorio jordano en un pueblo de Al Sueida cercano a la divisoria entre ambos países.
El Líbano es el tercer vecino clave en el negocio y también sirve de campo de producción para los estupefacientes, aunque en menor medida.
El ministro libanés de Información, Ziad Makary, aseguró a EFE que las fuerzas del país mediterráneo llevan a cabo "desde hace muchos meses" un gran número de operaciones antidroga y se mostró abierto a coordinar esfuerzos con Siria en el marco de la iniciativa árabe.
"Tenemos un montón de tráfico de 'captagón' hacia las áreas del golfo, esto es inaceptable y será un punto clave en la solución completa", concluyó.
Hayat al Dbeas y Manolo G. Moreno
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