En medio de la escalada inflacionaria registrada los últimos meses el Gobierno pareciera que encontró un dato que aplica una cuota de optimismo de cara a los próximos meses. Según un informe elaborado por el propio Poder Ejecutivo los precios de los alimentos -el rubro que más impacta en las clases bajas- se desaceleraron durante mayo y marcan una tendencia a la baja en los primeros días de junio. De acuerdo al documento oficial al que accedió Infobae, en el quinto mes del año el alza fue del 6,6% frente al 10,1% de abril. En tanto en la primera semana del corriente la suba fue de apenas 0,1%.
La Dirección de Evaluación y Monitoreo de Precios realiza a diario el análisis de los valores de los distintos productos mediante el cual puede registrar la variación que se da en las góndolas de supermercados, almacenes y otros comercios, de precios de alimentos, bebidas, productos de limpieza y perfumería. Datos clave en un contexto de inestabilidad y crisis económica como el que atraviesa Argentina.
Semanas atrás, luego que el INDEC diera a conocer el dato de inflación de 8,4% de abril, 32% en el cuatrimestre y 108,8% interanual, el ministro de Economía Sergio Massa reunió a su equipo en el Palacio de Hacienda para evaluar la situación y actuar en consecuencia.
En el contexto de precios desbocados, el equipo económico elaboró un paquete de medidas y prometió un “ordenamiento de formadores de precios y situación fiscal en el Mercado Central” y la “eliminación de aranceles y generación de normas de dumping y protección para mejorar la competitividad”. En efecto, avanza el nuevo rol que se le busca dar al Mercado Central, que podrá importar alimentos de manera directa. El objetivo es “reducir el precio efectivo de venta al público de productos frescos (frutas, verduras, hortalizas, carnes) y productos secos no perecederos (alimentos de primera necesidad)”.
“Ante la detección de distorsiones en los precios de los alimentos por parte de la Secretaria de Comercio, por el abuso de empresas con posición dominante de mercado, el Mercado Central podrá importar en forma directa dichos productos con Arancel Cero creando mayor oferta de productos sin costo de intermediación. Dichos productos serán ofrecidos al publico y a comercios minoristas de cercanía de manera directa”, indicó semanas atrás la cartera de Economía.
En paralelo, para incentivar el consumo se bajó 9 puntos porcentuales el costo del financiamiento en 12 cuotas. “De esta manera, se promueve el consumo de productos sólo de origen nacional, que representan 5,8 millones de operaciones mensuales por un total de más de 250 mil millones de pesos”, explicaron en Economía. También se anunció la creación de un nuevo ente de control: la Unidad de Seguimiento, Trazabilidad y Promoción de las Operaciones de Comercio. Fue definida como una “respuesta inmediata ante desorden precios” compuesta por un área ejecutiva con un representante de varios organismos cuyos titulares “analizarán diariamente la información conectada y dispondrán las medidas necesarias”.
Las medidas responden a la preocupación que se generó en el Gobierno por el especial impacto que tuvo la inflación de abril en algunos sectores, como el 10,1% de Alimentos y bebidas no alcohólicas. En el último año, el promedio del 108,8% fue superado en alimentos y bebidas no alcohólicas donde la suba llegó al 115%.
En este contexto crítico, de acuerdo con el último informe al que accedió Infobae se detectó en mayo una fuerte desaceleración en los precios de alimentos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El mes pasado el alza fue de 6,6% frente al 10,1% que difundió en abril el INDEC.
Según el documento de monitoreo de precios en el quinto mes del año las harinas, derivados y cereales acumularon un alza de 6,5%, los lácteos un 6,6%, aceites y manteca 5,2%, azúcar, dulces y golosinas 6,8%, infusiones 12,3% y gaseosas y aguas 5,5%.
En tanto, en los primeros seis días de junio la tendencia de desaceleración también se mantiene. En la primera semana se registró un ascenso de precios en alimentos y bebidas de apenas 0,1% frente al 2,6% que acumulaba en la primera semana de mayo.
En ese periodo de seis días de junio las harinas, derivados y cereales acumularon una suba de 0,1%, los lácteos un 0%, aceites y manteca 0,8%, azúcar, dulces y golosinas 0,7% y por último infusiones 0,3%. En el caso de gaseosas y aguas fueron los únicos productos que registraron un descenso en sus precios con un -0,2%.
Para evidenciar la magnitud de la tendencia menos pronunciada de la suba de precios en alimentos es necesario comparar las cifras de junio con las de los primeros seis días de mayo. En dicho periodo las harinas, derivados y cereales habían acumulado un incremento de 1,7%, los lácteos un 2,8%, aceites y manteca 2,3%, azúcar, dulces y golosinas 3%, infusiones 2,5% y Gaseosas y aguas 2,9%.
El documento del Gobierno destaca que del 100% de los productos relevados durante los primeros seis días de junio, el 98% no registró variaciones de precios, el 0,3% mostró bajas y el 1,1% sufrió incrementos.
Tendencia nacional
La desaceleración en los precios de alimentos registrada en el AMBA fue pareja en todas las provincias. La provincia de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Jujuy, Salta, San Luis y Tucuman tuvieron una suba de sólo 0,1% en la primera semana de junio. En tanto, la Ciudad de Buenos Aires, Cordóba, La Rioja, Mendoza, Neuquen, Río Negro, San Juan y Santa Cruz registraron un alza de 0,2% para el mismo periodo de tiempo.
En el caso de Chubut, Formosa, La Pampa, Misiones, y Tierra Del Fuego no mostraron cambios en los precios promedio de esa semana. Por el contrario, la región con mayor suba fue Entre Ríos, Santa Fe y Santiago del Estero con un incremento del 0,4% y 0,3% respectivamente. Por último, Santa Cruz fue la única provincia con un descenso en los precios promedios de alimentos con un -0,2%.
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