La Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) presentó el nuevo cuadro de alícuotas correspondientes al impuesto interno que tendrá validez a partir del mes de junio, dentro del cual están los automóviles como muchos otros bienes alcanzados por el tributo en lo que comúnmente se conoce como impuesto a los autos de lujo.
Tal como era de esperarse, aunque la publicación sea mensual y no trimestral como ocurría hasta hace 60 días, los valores siguen siendo los mismos del mes de mayo, con lo cual el mercado automotor argentino de autos cero kilómetro quedará con las mimas tres categorías en los montos que tienen vigencia. Sin embargo, hay dos segmentos de vehículos a los que este gravamen todavía afecta: autos y SUV de gama media, y vehículos eléctricos.
Aunque en las listas de precios que comenzarán a actualizarse desde hoy el ajuste sea menor o nulo, según la estrategia de cada marca para su portafolio de modelos, el primer tramo del impuesto al lujo todavía sigue impactado negativamente. Hoy, los vehículos que tienen un precio de venta que va desde los 50 a los 60 millones de pesos podrían costar menos de $40.000.000 si no tuvieran este gravamen que encarece considerablemente los precios. Esto ya ocurrió el mes pasado, cuando por la nueva escala que entró en vigencia en mayo, hubo casos como el del SUV Chevrolet Tracker Premier, que estaba en la segunda escala y bajó a la primera, con lo que su precio pasó de 44 a 36,6 millones de pesos.
En el extremo de esta situación, con bajas considerables de precio, estaban también dos modelos de Nissan que habían sido alcanzados por el segundo tramo del impuesto. El más radical fue el del Nissan Leaf, el modelo 100% eléctrico, que pasó de costar $115.348.500 en abril a tener un precio de $69.136.500 en junio; mientras que el SUV X-Trail e-Power bajó de $110.850.500 a $78.500.000.
“Esa es la mejor prueba de por qué tenemos autos tan caros. El Gobierno sabe que debe bajar o eliminar el Impuesto PAIS, pero todavía no puede hacerlo porque necesita consolidar el equilibrio fiscal. Si hubiera que pensar un modo de bajar el precio, la mejor solución sería eliminar la escala 1 del impuesto interno, porque todavía afecta a muchos autos que no son de lujo. Hoy, sumando todos los gravámenes y aranceles que se aplican a la industria automotriz, hay un 58% de impuestos que encarecen los autos. El impuesto interno encarece los autos un 25% en la escala 1 y un 50% en la escala 2″, explicaron desde una terminal automotriz.
Historia de un impuesto que perjudica a los consumidores
El impuesto interno se empezó a aplicar fuertemente a los autos a finales de 2013, cuando debido a una inflación no aceptada en el Indec, dejó muy baratos los autos de alta gama alemanes en el mercado argentino.
“Era conveniente comprarte un Mercedes, un Audi o un BMW que cualquier auto de segmento D de las terminales argentinas como un Mondeo o un Passat. Así fue como el Gobierno le aplicó dos escalas, la del 20 y la del 35% a los autos, y nunca más se fue. El impuesto interno, que existe en muchísimos países del mundo, se aplicaba a productos que tenían algún perjuicio para la salud, como una forma de combatir su consumo en preservación de los ciudadanos. Por eso se aplicaba al tabaco, a las bebidas con cierta graduación alcohólica y a los productos con altos contenidos de azúcar, por ejemplo. Alguien pensó que los autos, por sus emisiones contaminantes, debían tenerlo también. Claramente fue una excelente excusa para combatir la salida de dólares en autos importados”, contó un especialista en industria automotriz.
“Pero ahora hay otro motivo en el que aún no se ha reparado y que en algún momento debería ser considerado como argumento para eliminarlo de una parte del mercado automotor. Los autos eléctricos son autos sustentables y los híbridos enchufables están dentro de los considerados como ‘de bajas emisiones’. Como son costosos, todos los que se venden en Argentina lo pagan en la escala 2 del impuesto. Si se sigue la lógica, al menos ese tipo de vehículos debería estar exento, lo que además contribuiría con la electromovilidad y el cuidado del medio ambiente”, concluyó.
Las actuales escalas del impuesto
La primera categoría es la que AFIP denomina como la de “monto exento del gravamen”, y es la que corresponde a los autos que no son alcanzados por el impuesto interno porque su precio es menor a $37.300.000. Ese número no es fijo sino variable porque incluye IVA y comisión de concesionarios, y como no todas las marcas le asignan el mismo margen de ganancia a sus agencias oficiales, sino que este varía entre el 10% y el 15%, los 37,3 millones es un precio promedio. De hecho, con ver las listas de precios, se pueden encontrar modelos que están topeados en menos de ese valor precisamente porque la comisión es menor.
La segunda categoría es la conocida como tramo 1 del impuesto interno, y es la que aplica una alícuota del 20% a los autos que tienen un precio que supera los 37,3 millones de pesos y llega hasta los $83.000.000, aunque ese 20% es nominal pero su impacto es del 25% en términos reales. Finalmente, el tramo 2 del impuesto interno es el que alcanza a los autos cuyo precio supera esos 83 millones de pesos con un 35% de aplicación nominal pero efectiva del 53%.
Para compensar el desfasaje en tiempo y montos que se generó cuando el gobierno decidió, con justa razón, adelantar la actualización de fines de febrero al 26 de enero por el aumento que habían tenido los autos después de la devaluación y la corrección del Impuesto PAIS del mes de diciembre, así como en mayo se publicó la nueva tabla de alícuotas con validez por 30 días en lugar de 90, ahora se ha dado vigencia a la presente referencia para los próximos dos meses, ya que la próxima actualización se hará a partir del 1 de agosto próximo. Para algunos analistas, esa podría ser la última actualización antes de eliminarlo parcial o totalmente.
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