En el marco de los cuartos de final del Mundial de rugby, este sábado se juega uno de los choques más atractivos de esta instancia decisiva: la selección de Irlanda se mide ante la selección de Nueva Zelanda en un duelo que definirá al rival de Los Pumas en semifinales. Los poderosos All Blacks tienen un duro desafío en su afán por alcanzar un triunfo que los deposite por novena vez en la historia en las semifinales; mientras que el Trébol busca su primera presencia entre los cuatro mejores. Transmite Star +.
Desde que se definió el sorteo para la Copa del Mundo ya se podía pronosticar que algunas potencias tenían posibilidades de toparse frente a frente en el arranque de la fase eliminatoria, por lo que el combinado neozelandés tiene que imponerse al irlandés para no quedar afuera prematuramente como les sucedió en los cuartos de la edición 2007, en Francia, contra el local.
Nuevamente en territorio galo, el elenco dirigido por Andy Farrell quiere imponer su condición de número uno y su magnífica ética defensiva para dejar en el camino a una nación que siempre es candidata al título. Irlanda disputó una primera fase excepcional, con puntaje ideal y cosechando argumentos para soñar en grande.
No será una tarea nada sencilla para el Trébol, un conjunto que se impone desde el contacto y presiona agresivamente sobre el portador de la pelota. Han concedido solamente cuatro tries en el torneo. Su intensidad les permite dominar las batallas pero también son peligrosos en ataque: llevan 27 tries anotados en el certamen hasta este duelo. Los irlandeses están ante una oportunidad histórica de luchar por el título.
Pero su rival serán los All Blacks, que perdieron en su estreno contra Francia pero después recuperaron sensaciones ante el resto de los rivales del grupo. Con las goleadas ante Namibia, Italia y Uruguay, han demostrado que tienen una gran variedad de recursos para doblegar a cualquier oponente.
Nueva Zelanda puede sentirse amenazado contra una Irlanda que últimamente ha encontrado la vuelta para ganarles. Es un partido de alto voltaje en el mítico Stade de France, con aroma a final, con un historial donde tienen amplia ventaja los All Blacks –ganaron 30 de los 36 partidos que jugaron entre sí– pero con triunfos recientes del Trébol que dejan todo en suspenso.
Sus únicos antecedentes en Mundiales, fueron triunfos neozelandeses pero muy ajustados: por 46-14 en los cuartos de final en Japón 2019 y por 43-19 en la edición de Sudáfrica 1995.
ALINEACIONES:
IRLANDA: 1. Andrew Porter, 2. Dan Sheehan, 3. Tadhg Furlong, 4. Tadhg Beirne, 5. Iain Henderson, 6. Peter O’Mahony, 7. Josh van der Flier, 8. Caelan Doris, 9. Jamison Gibson-Park, 10. Johnny Sexton, 11. James Lowe, 12. Bundee Aki, 13. Garry Ringrose, 14. Mack Hansen, 15. Hugo Keenan.
Suplentes: 16. Ronan Kelleher, 17. David Kilcoyne, 18. Finlay Bealham, 19. Joe McCarthy, 20. Jack Conan, 21. Conor Murray, 22. Jack Crowley, 23. Jimmy O’Brien.
NUEVA ZELANDA: 1. Ethan de Groot, 2. Codie Taylor, 3. Tyrel Lomax, 4. Brodie Retallick, 5. Scott Barret, 6. Shannon Frizell, 7. Sam Cane (C), 8. Ardie Savea, 9. Aaron Smith, 10. Richie Mo’unga, 11. Leicester Fainga’anuku, 12. Jordie Barrett, 13. Rieko Ioane, 14. Will Jordan, 15. Beauden Barrett
Suplentes: 16. Dane Coles, 17. Tamaiti Williams, 18. Fletcher Newell, 19. Samuel Whitelock, 20. Dalton Papali’i, 21. Finlay Christie, 22. Damian McKenzie, 23. Anton Lienert-Brown
Estadio: Stade de France (París, Francia)
Árbitro: Wayne Barnes (UK)
Asistente Árbitro 1: Matthew Carley (UK)
Asistente Árbitro 2: Christophe Ridley (FRA)
TMO: Tom Foley (UK)
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