El barrio de Retiro tiene varias joyas arquitectónicas que siguen vigentes y encierran historias. Sobre la Avenida Córdoba al 800, en la intersección con Esmeralda, sobresale un edificio de rasgos que pueden asociarse con la ciudad rusa de San Petersburgo. Lo hicieron construir los hermanos Bencich (empresarios de origen croata que hicieron varios en el Centro porteño) y está integrado por un conjunto de tres estructuras idénticas y concatenadas que se distribuyen en tres lotes.
Quien diseñó y guió su edificación fue el arquitecto Eduardo Le Monnier, de origen francés (nació en París en 1873 y murió en Buenos Aires en 1931), que realizó numerosas obras en la Argentina, muchas ya demolidas y otras que mantienen su gallarda presencia.
El edificio,declarado Patrimonio Histórico, nació como un inmueble para alquilar viviendas de lujo y ahí llegó a vivir la poetisa y escritora Alfonsina Storni. Con el paso los usos fueron mutando y un gran porcentaje de sus unidades se destinó a oficinas. Actualmente hay varias en venta o en alquiler.
Según Iuri Izrastzoff, experto del mercado inmobiliario y hacedor del sitio Fervor x Buenos Aires, la construcción parece salida de un cuento de hadas. “Es un bloque de tres edificios unidos por un diseño común, con entradas por Avenida Córdoba en los números 807, 817 y 827, que remata en tres cúpulas muy lindas. Es un diseño complejo con un marcado desdén por lo convencional y estándar, ya que las ventanas difieren entre sí, como los balcones y las rejas”.
Son siete pisos en un mismo frente, y seis más escalonados, según prescribía el código de la construcción en esos años (década del veinte del siglo pasado) que de esta manera permitía que la luz solar llegara a niveles inferiores sin merma.
Las cúpulas rosadas llaman la atención, no sólo por el color, sino por la elegancia de sus líneas. Son muy observadas por quienes pasen por el lugar en donde está el edificio
Este edificio, como la mayoría de los construidos por los hermanos Bencich remiten a una Argentina distinta, en la que se utilizaban materiales de época que hoy serían imposibles de repetir. Es fascinante ver el mármol que recubre sus entradas, las escaleras de mármol blanco de Carrara, los pisos interiores de roble, las aberturas de la misma madera y un diseño que, aún hoy, neutraliza muy bien los sonidos del exterior, amén de los herrajes y los balcones forjados en hierro, entre otros detalles.
“La belleza y el impacto del conjunto edilicio se evidencia por la gran cantidad de transeúntes que se detienen en la vereda opuesta a tomar fotos de la perspectiva arquitectónica- que impacta con sus mansardas y balcones que se van desplazando al interior del edificio a medida que se asciende a los pisos superiores para dejar un ángulo para que la luz natural llegue a las calles, contribuyen a la maravilla arquitectónica que es la ciudad de Buenos Aires”, amplió Izrastzoff.
Sus habitantes y propietarios son cuidadosos del legado de un edificio con el que se encariñan, como evidencia el cuidado de los espacios comunes.
Es de los primeros edificios de categoría que se construyeron en el Zanjón de Matorras (un antiguo riacho que cruzaba en la zona), que seguía la traza de Avenida Córdoba y formaba el conjunto homogéneo con Galerías Harrods, hoy Galerías Pacífico y daba y aún da elegancia a la zona. Otros edificios Bencich cercanos se erigen en las esquinas de Esmeralda y Tucumán, Arroyo y Suipacha, y Maipú y Marcelo T. de Alvear, donde funciona la sede cultural del Gobierno de Corea.
Una inquilina prestigiosa
Luego de inaugurarse y al consolidarse como un edificio de rentas con propiedades de lujo, se estima que hacia 1934, se mudó alí la poeta y escritora Alfonsina Storni, nacida en Capriasca, Suiza, en 1892, y fallecida en 1938 en Mar del Plata, como dice la zamba Alfonsina y el Mar, con letra y música del escritor e historiador Félix Luna y música de Ariel Ramírez, cuya interpretación más clásica es de Mercedes Sosa.
Guillermo Storni, nieto de Alfonsina e hijo de Alejandro Alfonso Storni (la poetisa lo crió sola), contó a Infobae: “Mi abuela era docente (había estudiado en Coronda, Santa Fe) y seguramente eligió vivir allí porque daba clases en el Instituto Lenguas Vivas (que hasta 1962 funcionó en la esquina de las calles Esmeralda y Sarmiento y en 1963 se trasladó a Carlos Pellegrini al 1455), además de otras instituciones educativas cercanas. Mi papá poco me ha hablado de ese edificio, pero sí me dijo que siempre recordaba las vistas de esa vivienda y el movimiento de Buenos Aires de la década del ´30″.
Infobae rememoró su vida y su triste final, Alfonsina Storni, la poetisa que admiraban su pares, eligió morir en el mar y se convirtió en himno, cuando el 8 de enero último se cumplió el 110° aniversario de su fallecimiento. Sus restos descansan en el Cementerio de la Chacarita.
“Seguramente allí vivió sus últimos años felices antes de mudarse hacia otra vivienda. Luego se descubrió su enfermedad y es público su final en Mar del Plata, una ciudad que mi abuela amaba mucho. No la conocí, pero es como si lo hubiera hecho, su legado es imborrable”, contó Guillermo, quien trabajó para una multinacional y también es apasionado por las letras y el rugby, aún entrena equipos de las divisiones menores del club San Cirano.
Actualmente una placa recuerda que la poetisa Alfonsina Storni vivió en el edificio ubicado en la Avenida Córdoba al 800.
Cómo son las unidades
La República Argentina incorporó a su legislación, a mediados de los años ´60, la propiedad horizontal. Los edificios como este de los Bencich y todos los del país hasta esos años tenían un único propietario que ofrecía en locación las distintas unidades. No eran susceptibles de ser transferidas individualmente como en la actualidad. El destino de estos emprendimientos era la renta derivada de la locación.
El edificio tiene 13 pisos con dos unidades por piso. Una azotea, mansarda y dos ascensores. Cuenta con seguridad según los estándares de la actualidad.
En su mayoría son oficinas, aunque algunas se utilicen como viviendas, tienen entre 90 y 130 metros cuadrados de superficie en las las plantas mas desarrolladas y un poco menores en las superiores.
El Bencich se encuentran en la zona elegida por el Gobierno porteño donde se ofrecen estímulos para vivienda a través del plan Mudate al Microcentro. La administración de la Ciudad contribuyó a mejorar la apreciación exterior del edificio con el cambio de la luminaria de Avenida Córdoba que resaltó su fachada, muy destacada en la noche, como la de otros edificios de la misma avenida.
Actualmente allí hay unidades en venta que oscilan entre USD 126.000 y USD 155.000, como también en alquiler que ronda en USD 15 por metro cuadrado.
Facundo Achával, director comercial de Toribio Achával, dijo a Infobae que los inmuebles ubicados en edificios emblemáticos tienen su demanda. No obstante, agregó, “son pocos los que aprecian estos simbolismos; de vez en cuando aparece alguien que sabe de historia argentina y pregunta algo puntual. pero a la hora de decidir es un factor poco relevante. Una vez que compró el inmueble recién allí le da importancia y lo menciona entre sus conocidos”.
Las oficinas que están en venta suelen ser más elegida por profesionales -abogados, contadores- que por empresas. Con dos entradas, carpinterías de madera originales, dos baños y cocina.
“Están en una zona que sufrió por efecto de la pandemia. Ahora busca recuperarse y reconvertirse. La demanda está retraída, porque empresas y profesionales quieren dejar el Microcentro y Macrocentro por los las constantes marchas y piquetes. Y como aún el trabajo remoto domina en el ámbito laboral, crecieron otros corredores, sobre todo al norte de CABA”, concluyó Achával.
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