Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.
Todos los días, marcados en el calendario, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.
Este es el santoral del martes 9 de mayo.
Festejo del día: San Gregorio Ostiense
Son bastante confusas las noticias que tenemos sobre este santo muy venerado en las tierras de Rioja y Navarra.
Se le conoce como abad del monasterio de san Cosme y san Damián, en Roma.
El papa Juan XVIII lo hace obispo de Ostia y luego lo eleva al cardenalato, pasando a ser Bibliotecario Apostólico, puesto que mantuvo durante cuatro papados. Participa en el gobierno de la Iglesia, tomando parte en asuntos arduos y complicados de política exterior al tiempo que procura no descuidar el ministerio pastoral.
Parece ser que vino a España en la primera mitad del siglo XI, como Legado papal ante las Cortes de Burgos y Pamplona. Muy probablemente tuvo que ver su envío desde Roma con las cuestiones relativas a la organización eclesiástica de España en una coyuntura en la que se hacía muy necesaria la determinación de los límites de las diócesis que era origen y fuente de numerosos conflictos y no sólo por interferencias de jurisdicción episcopal, sino también por la pertenencia a distintos soberanos. Ello conllevaba negociaciones con los reyes y con los obispos interesados y para esa labor hacía falta un hombre con tacto político y gran sentido eclesial.
Era asunto difícil y espinoso por los muchos intereses que encerraba era la delimitación de la diócesis de Valpuerta cuya extensión perteneció en gran parte a la desaparecida diócesis visigoda de Calahorra y que llegó a perdurar hasta el 1086, después de la muerte del santo, fecha en que quedó incorporada a Burgos (Campus Castellae) que absorbió en torno a sí a todos los obispados circundantes.
También en el sur de Pamplona, en torno a Nájera, erigen los reyes Santa María la Real como panteón real. Ya había aparecido la figura del Nagalensis o Navarensis o Nazarensis episcopus desde el 925, abarcando las fronteras diocesanas hasta territorios que interfieren Valpuerta y Alava, amén de ocupar toda la Rioja, donde habían proliferado, durante los tres siglos de dominación musulmana y con la ilusión de ser cada una la continuidad de Calahorra, las diócesis de Albelda, Castella Vetus, San Millán de la Cogolla y Nájera, cuya historia constituye una verdadera maraña, complicada aún más todavía por la presencia de prelados auxiliares u honorarios hasta que se reconquistó Calahorra, en el 1046 y recuperó su antigua capitalidad, aglutinando a las mencionadas.
No siempre dieron buen fruto, o el fruto apetecido, las negociaciones del Legado, pero sí que pudieron hacerse sin discordias entre los reyes y sin enfrentamientos entre los obispos y, desde luego, sentaron las bases para que la obra trascendiera al gestor.
Gregorio no olvidó nunca lo principal de su persona, el ejercicio del ministerio sacerdotal. Predicó en Calahorra y Logroño entre otras poblaciones de la Rioja y Navarra, destacando en sus pláticas la necesidad de conversión y penitencia. Parece ser que esta fue la ocasión en que santo Domingo de la Calzada vivió algún tiempo en su compañía, sirviéndole de paje.
Se cuenta que en cierta ocasión libró los campos riojanos de una plaga de animalitos y por eso le invocan los agricultores de una manera especial contra la langosta.
Vivió alrededor de cinco años en España.
Agotado y enfermo se retiró a Logroño donde parece que murió alrededor del año 1044; pero su cuerpo se venera en la iglesia de san Gregorio de Pinave, entre Viana y Logroño.
Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este martes 9 de mayo como los siguientes:
San Isaías profeta
San Beato de Vendôme
San Dionisio de Vienne
San Geroncio de Ficocle
San Hermas de Roma
San José Dô Quang Hiên
San Pacomio de Tebaida
Beato Forte Gabrielli
Beato Juan Benincasa
Beata María Teresa de Jesús Gerhardinger
Beato Tomás Pickering
Qué se necesita para ser nombrado un santo
La Iglesia Católica y ortodoxa usan la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida, lo que implica incluir su nombre en el canon (lista de santos reconocidos) y el permiso de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.
Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media.
En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar y existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.
Además, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir). La canonización se hace en una solemne declaración papal y se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica.
No hay un periodo establecido para realizar la canonización de un personaje, pues incluso hay casos como el de San Pedro Damián que fue canonizado hasta 756 años después de su muerte o, por el contrario, el caso de San Antonio de Padua que fue nombrado hasta 352 días después de su deceso.
La última canonización tuvo lugar en octubre de 2019, cuando el Papa declaró santos al cardenal John Henry Newman y a la hermana Dulce, de Brasil.
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