El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desplazará este miércoles en "viaje oficial" a Marruecos del que Moncloa no ha querido desvelar la agenda pero que se espera incluya un encuentro con el rey Mohamed VI dado que había una invitación pendiente por parte del monarca alauí.
El viaje de Sánchez, que estará acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se produce más de un año después de la Reunión de Alto Nivel (RAN) con Marruecos que sirvió para consolidar la nueva etapa en la relación iniciada tras el respaldo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara en marzo de 2022.
Entonces, Mohamed VI no estaba en el país y no pudo recibir a Sánchez, como era costumbre ante este tipo de citas, pero en la conversación telefónica que mantuvieron antes de la cumbre le emplazó a una próxima visita oficial que no se ha producido hasta ahora.
"Marruecos es un país vecino, amigo y socio estratégico de España en todos los ámbitos", ha destacado Moncloa, que ha enmarcado la visita en el arranque de la nueva legislatura y puesto en valor "los profundos lazos que unen a ambos países".
Precisamente, Marruecos fue el destino del primer viaje al exterior de Albares tras el inicio de la legislatura. El ministro viajó a Rabat el pasado 14 de diciembre para reunirse con su homólogo marroquí, Naser Burita, y fue recibido también por el primer ministro, Aziz Ajanuch.
Dichos contactos sirvieron para abordar los avances en la puesta en práctica de la hoja de ruta trazada tras el encuentro del 7 de abril de 2022 entre Sánchez y Mohamed VI y refrendada con la RAN del pasado febrero.
Fuentes gubernamentales aseguran que las relaciones atraviesan su "mejor momento" tanto desde el punto de vista político como económico y de seguridad. Asimismo, ponen de relieve que en esta nueva etapa la relación está basada "en la confianza, el cumplimiento de lo acordado, el respeto y el diálogo permanente".
TEMAS PENDIENTES
Con todo, la hoja de ruta aún no se ha materializado del todo. Uno de los puntos clave es el de la reapertura de la aduana de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en 2018, y la apertura de una nueva en Ceuta, donde no había existido hasta ahora.
Según explicó Albares en diciembre durante su visita a Rabat, por parte española está todo listo para que se pueda producir la apertura y no se considera que sea necesario realizar más pruebas piloto como las realizadas en enero, febrero y mayo de 2023.
Sin embargo, Burita aclaró que aunque Marruecos está comprometido con esta cuestión aún tiene algunos aspectos técnicos que resolver pero confió en que "en los próximos meses" se pueda alcanzar "este objetivo común".
La cita también sirvió para abordar el problema de la delimitación de las aguas territoriales, que actualmente se superponen. Respecto a esta cuestión, Burita dejó claro que en esta nueva etapa los dos países se han comprometido a que no caben "medidas unilaterales" ni "ningún tipo de acción sorpresa", sino que todo se resuelve mediante el diálogo y la cooperación. Las soluciones que se necesitan "se encontrarán a través del diálogo, del consenso y aplicando los valores de respeto mutuo", aseveró.
COOPERACIÓN MIGRATORIA
Por otra parte, ante el incremento de las llegadas de inmigrantes en el último año, en particular a Canarias, el Gobierno se ha esforzado en los últimos meses en poner en valor la buena cooperación que hay en esta materia con Marruecos, donde prácticamente a diario se ha venido informando en las últimas semanas de pateras con destino a España interceptadas, y aclarando que las llegadas procedían principalmente de Mauritania.
También se ha contado con la colaboración de las autoridades marroquíes para resolver el reciente episodio de colapso de las salas para la tramitación de asilo del aeropuerto de Barajas, después de que subsaharianos –en su mayoría senegaleses– aprovecharan a viajar desde Casablanca sin necesidad de visado y en tránsito en Madrid solicitaran quedarse en España.
Desde Moncloa resaltan igualmente la importancia de la relación comercial. En este sentido, España es ya el primer socio comercial de Marruecos y la aspiración es que sea también un inversor de referencia. En este sentido, el comercio bilateral ha experimentado un fuerte aumento en esta nueva etapa y sigue en expansión.
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