Madrid, 19 abr. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, defendió este miércoles que Marruecos es un país "amigo" y "fundamental" para asuntos como el desarrollo económico, la seguridad y la migración ordenada.
En un debate parlamentario, el socialista Sánchez retó a quienes quieran aplicar otra política sobre el país norteafricano a que la expliquen a los españoles y digan si es compatible con el programa de profundización de una "relación que es estratégica" para las ciudades españolas fronterizas de Ceuta y Melilla, pero también para las islas atlánticas de Canarias y la región de Andalucía (sur).
El jefe del Ejecutivo se pronunció así en el Congreso después de que la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, la izquierdista Yolanda Díaz, dijera el domingo en una entrevista televisiva que Marruecos es una dictadura, algo que también piensa el ministro de Consumo, Alberto Garzón.
El Gobierno español está formado por una coalición entre el Partido Socialista y la formación de izquierda Unidas Podemos, a la que pertenecen Díaz y Garzón.
"Marruecos es un país amigo, fundamental para el desarrollo económico de España, nuestra puerta de entrada en África, un aliado esencial para nuestra seguridad y para la migración ordenada en nuestro país y el continente europeo", indició Sánchez hoy.
Subrayó que la "hoja de ruta"' con Marruecos ha abierto una nueva etapa con bases mucho más firmes, que aleja "crisis recurrentes", y defendió los acuerdos de la última reunión de alto nivel (RAN) entre los dos Gobiernos, celebrada el pasado mes de febrero en Rabat.
Entre estos acuerdos, fruto del "nuevo clima de cooperación", destacó el gobernante español la "eficaz" gestión compartida de fronteras comunes, el restablecimiento de las conexiones aéreas y marítimas y la reapertura gradual de la aduana con Melilla y la nueva de Ceuta, las dos ciudades españolas en el norte de África.
Sánchez insistió, además, en los resultados de la gestión fronteriza y la cooperación en materia migratoria, y recordó que los datos evidencian que la ruta atlántica es la única que decrece en la llegada de migrantes irregulares al sur de Europa desde el continente africano.
Un descenso del 78 % en el primer trimestre en Ceuta y Melilla y del 63 % en Canarias, mientras, por ejemplo, en Italia ha subido un 300 %, apuntó Sánchez.
"Más que nunca, tenemos una gran oportunidad de situar las relaciones con Marruecos bajo el signo de la cooperación genuina, basada en el cumplimiento sistemático de acuerdos", remarcó.
Las relaciones bilaterales entraron en una profunda crisis en abril de 2021, cuando el Gobierno español permitió que recibiera atención hospitalaria Brahim Gali, líder del Frente Polisario, que aspira a la independencia total del Sáhara Occidental.
En marzo de 2022, Sánchez cambió la política española sobre el Sáhara Occidental y pasó de la neutralidad a apoyar la propuesta marroquí de autonomía para esa antigua provincia española como modo de resolver el conflicto. EFE
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