El Kremlin ha calificado de "inevitable" que, a medida que pase el tiempo, surjan nuevas fricciones entre los gobiernos de Ucrania y los de otros países europeos, después de que esta semana las autoridades polacas hayan confirmado que no comprometerán más armas por las fricciones en torno a la exportación de grano ucraniano.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha aprovechado estas "tensiones" para pronosticar que irán a más y ha afirmado en declaraciones a los periodistas que Moscú vigila de cerca la evolución de la situación, según la agencia de noticias Interfax.
Peskov también ha dicho que se mantienen "alerta" ante futuros movimientos de Polonia, un país que no ha dudado en calificar de "agresivo" y que "no renuncia a las actividades subversivas ni la injerencia en los asuntos internos", después de que los principales cargos políticos polacos hayan abogado por actualizar el armamento del país.
La tensión entre Varsovia y Kiev ha aumentado después de que el Gobierno polaco decidiese mantener el veto al grano ucraniano, ya que considera que abrir las fronteras perjudica a sus propios productores.
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