Shanann Watts quería el mundo para sus niñas, Bella y Celeste, y su hijo por nacer, Niko. Con 34 años, era una mujer decidida y motivada, que había ganado la batalla contra un diagnóstico de Lupus que podría haber afectado sus embarazos. Por eso, sus hijos eran sus "milagros".
Así es como los padres de Watts, Frank y Sandra Rzucek, recordaron a su hija y a sus pequeños nietos en la primera entrevista que concedieron a los medios, casi cuatro meses después de la masacre.
Su hija, con 15 semanas de embarazo, y las dos niñas fueron asesinadas en su hogar en Colorado por su marido, Chris Watts. Más conocido, desde el episodio, como "el monstruo de Denver".
"Era divertida, estaba llena de vida. Hacía tantas cosas", dijo Sandra en la entrevista con ABC News que saldrá al aire el próximo viernes 20 de diciembre. "Era increíble", agregó.
Sandra dijo que su hija "jamás se rindió", y Frank, su padre, agregó: "Siempre luchó para asegurarse de que sus hijos tuvieran todo lo que necesitaban (…) Ella era un alma noble".
Tanto él como Sandra describieron a su hija como una mujer confiada y resuelta. Antes de dar a luz, había soñado con ser madre y durante años luchó para eso contra el lupus, una enfermedad autoinmune.
Cuando Shanann quedó embarazada de Bella, su hija mayor, algunos de sus amigos se preocuparon por los riesgos para la salud. Su madre, entonces, le dijo: "Dios no dejaría que sucediera si no fuera lo que debe ser".
"Haría cualquier cosa por sus hijos", dijo Frank. "Sólo amaba a sus hijos y quería que ellos tuvieran todo mientras crecían".
Shanann era una usuaria activa en las redes sociales, donde publicaba fotografías frecuentes sobre su joven familia y de su trabajo, lo que a la vista de todos constituía la imagen de que estaba contenta. Consultados por ABC sobre la felicidad de su hija, sus padres fueron contundentes: "Absolutamente".
Sin embargo, el que había sido su esposo durante casi seis años había comenzado una relación secreta el verano previo al asesinato de su familia.
Según los fiscales a cargo del caso, fue el romance con su amante -y la idea de un "nuevo comienzo"- lo que motivó los asesinatos.
Menos de una semana antes de que Chris la estrangulara en la oscuridad antes del amanecer, Shanann había compartido las crecientes preocupaciones sobre él con una amiga.
"Ha cambiado. No sé quién es", escribió Shanann en un mensaje de texto a principios de agosto, de acuerdo con cientos de páginas de documentos de investigación publicados por las autoridades, que detallan los problemas de la familia.
"(Chris) no me ha tocado en toda la semana, ni me besó, ni me habló, excepto cuando trato de descubrir qué es lo que anda mal", explicó Shanann a su amigo, y agregó: "Nunca hemos tenido un problema como este en nuestra relación. No es broma. NUNCA. ESTO ES UN TERRENO DESCONOCIDO".
"Sólo quiero llorar", escribió.
Su amiga trató, en vano, de calmarla. Las preocupaciones de Shanann sobre su matrimonio habían devorado su confianza en Chris y en su vínculo.
"¡¿Y si él realmente ya no me quiere?!", escribió en otro momento. "¡Dijo que ya no somos compatibles! ¡Se negó a abrazarme después de que dijo que intentará 'arreglarlo'!".
Temprano el 13 de agosto, después de que Shanann regresara de un viaje de trabajo de fin de semana, Chris la asesinó a ella y a sus hijas y luego escondió sus cuerpos en la propiedad de su entonces empleador. En el mes de noviembre se declaró culpable de todos sus cargos a cambio de evitar la pena de muerte. Pasará el resto de su vida en prisión.
"Shanann te puso una corona en la cabeza, pero desafortunadamente el día que les quitaste la vida, Dios te la quitó", dijo Sandra a Chris el día de la audicencia de sentencia, estoica pero con la voz temblorosa.
"Te amamos como a un hijo. Confiamos en ti, tu fiel esposa confió en ti, tus hijos te adoraron y ellos también confiaron en ti", le reprochó Sandra.
Hablando con ABC News los padres de Shanann dijeron que su hija y sus nietos fueron regalos de Dios.
"Tenían mucho amor, eran increíbles. No podría haberle pedido a Dios nada más", dijo Sandra. "Realmente nos bendijo con ellos, los niños y Shanann. Ella amaba a todos. Su amor por los niños y amigos fue increíble".
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