Rolls-Royce podría cambiar el modo de propulsar sus autos eléctricos en el futuro, reemplazando las baterías de iones de litio que equipan al primer modelo a baterías que han lanzado este año, por la tecnología asociada al hidrógeno.
Así lo dio a entender el CEO de la marca, Torsten Müller-Ötvös, en una reciente entrevista concedida al sitio inglés Autocar, en oportunidad de la clásica exposición de Villa d’Este, donde la marca presentó el Spectre, que fue una de las principales atracciones del evento que utiliza el Lago di Como, en el límite entre Italia y Suiza, como escenario inmejorable para los autos más lujosos y caros del mundo.
El Spectre tiene una de las baterías de litio de mayor capacidad del mercado automotriz actual con 120 kWh que rinden nada menos que 480 kilómetros de autonomía. Sin embargo, teniendo en cuenta el éxito del modelo eléctrico de Rolls-Royce, que ha superado todas las expectativas de reservas cuando todavía faltan tres meses para que se comiencen a entregar las primeras unidades, podría existir la necesidad de encontrar una tecnología alternativa para alimentarlos de manera sustentable en el futuro, y el hidrógeno sería la mejor opción.
“Creo que un motor de combustión de hidrógeno no es nada que yo consideraría de ninguna manera, porque ya se probó hace años”, dijo Müller-Ötvös en la entrevista, haciendo mención elocuente a la experiencia que BMW, la casa matriz actual de Rolls-Royce, ha tenido a principios de la década de 2000 con una Serie 7 con su motor térmico especialmente adaptado.
“Esta no es la forma más eficiente de usar hidrógeno. Si se utilizará hidrógeno en el futuro, entonces será a través de las pilas de combustible. Y las celdas de combustible no son nada diferentes de una batería. Así es como obtienes la energía”, señaló.
Pero el ejecutivo principal de “Rolls” fue incluso un paso más adelante, al decir que “cuando sea el momento adecuado para nosotros, y cuando la tecnología esté tan avanzada, definitivamente es algo que perseguiríamos como Rolls-Royce. ¿Por qué no? Podríamos salir de las baterías y podríamos entrar en las celdas de combustible”, aseguró.
No es casual que la marca de autos de lujo piense en hidrógeno como modo de dar energía a los motores eléctricos, ya que es justamente BMW una de las marcas que ha decidido apostar parte de sus recursos de I+D (investigación y desarrollo) al desarrollo del sistema de propulsión conocido como FuelCell.
En los últimos días, Oliver Zipse, CEO de la marca, ha afirmado que, a diferencia de Mercedes-Benz o Audi, sus competidores directos en el mercado de autos Premium en Alemania, ellos no apostarán únicamente a la movilidad eléctrica, sino que dejarán abiertas otras líneas de investigación que incluso podrían mantener por más tiempo en el mercado la opción de motores de combustión interna. “Mientras haya clientes que los pidan, seguiremos fabricando motores térmicos por el momento”, dijo.
De todos modos, Müller-Ötvös es consciente del obstáculo que representa la aplicación de propulsión de hidrógeno en términos prácticos. “Obviamente, no puedes tener carga de hidrógeno en tu casa, mientras que los vehículos eléctricos de batería sí la tienen como una gran ventaja. Todos nuestros clientes tienen grandes garajes con mucho espacio en el hogar, y muchos de ellos ya tienen carga eléctrica instalada en casa porque el Spectre no es su primer auto eléctrico”.
Sin embargo, también entiende que la tecnología de pila de combustible de hidrógeno tiene un lugar en el futuro cuando se trata del automóvil Rolls-Royce promedio, ya que en general estos vehículos no se usan para viajes de larga distancia y por lo tanto no necesitan tener un cargador domiciliario para su uso.
Al igual que ocurre con los combustibles sintéticos, los detractores del hidrógeno insisten todavía en el alto costo que tiene esta tecnología, pero justamente esa sería una de las razones por las que una marca como Rolls-Royce es la adecuada para incorporarla. Si algo que sus clientes no tienen es una preocupación por los costos de cualquiera de sus componentes, mientras que, por el contrario, podrían considerar una auténtica sofisticación el hecho de utilizar un recurso natural directo como uno de los componentes del agua para mover sus vehículos de lujo.
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