No son pocos los actores, deportistas o personalidades públicas que han decidido aprovechar su popularidad para hacer un trabajo de concientizar a los habitantes de todo el mundo respecto a la necesidad de cuidar el medio ambiente desde otros lugares que no sean simplemente separar la basura entre materia orgánica e inorgánica. Robert Downey Jr es uno de ellos, y su decisión de regalar de un modo muy particular una parte de sus autos va en línea con su rol en la lucha por un planeta libre de carbono.
Esta “ola verde” ha llegado a todos lados, incluso al mundo de las carreras de autos, donde Sebastian Vettel, cuatro veces Campeón Mundial de Fórmula 1 entre 2010 y 2013, se ha convertido desde que dejó las pistas en un activo promotor de los combustibles sintéticos para impulsar los autos del futuro que tienen motores de combustión interna. Desde mucho antes, aunque con un perfil menos estridente hasta heredar el trono inglés el año pasado, otro caso emblemático es el del Rey Carlos III, quién hace ya varios años ha convertido su clásico Aston Martin DB5 en un vehículo que se alimenta con bioetanol basado en vino y queso.
Pero el caso de Robert Downey Jr, famoso por interpretar a Iron Man en el cine y protagonista actual de Oppenheimer, es verdaderamente curioso. Siempre fue muy apasionado por los automóviles, y durante el apogeo de las películas con Marvel Cinematic Universe, se dio el gusto de armar un enorme garage compuesto por modelos de diverso tipo, entre los cuales hay superautos pero también clásicos o emblemáticos representantes de otros tiempos.
Sin embargo, una vez que terminó la saga de Avengers Endgame en 2019, decidió que quería contribuir con acciones directas para mitigar el calentamiento global aprovechando su llegada a la generación de jóvenes que podrán hacer ese cambio y sostenerlo en el futuro. Fundó Footprint Coalition, un grupo de riesgo que invierte en empresas que se ocupan de tecnologías respetuosas con el medio ambiente, abrió una granja con su esposa y cambió su alimentación. Pero entonces apareció un tema de ética en el medio. Su discurso no podía estar tan alejado de sus actos, y esa gran colección de autos con motores de gasolina era una verdadera contradicción.
“Me desperté una mañana con la siguiente pregunta: ‘¿cómo puedo conciliar el hecho de que me comprometo a desarrollar y escalar tecnologías sostenibles y tengo esta colección de autos, no masiva, pero bastante considerable, que no le hacen ningún favor al medio ambiente?’”, declaró a Motor Trend en una reciente entrevista.
Así fue cómo surgió la idea de hacer un programa de televisión en el que, a razón de uno por capítulo, seis de sus autos fueran convertidos a un modo de propulsión ecológico o sustentable. El ideal era hacerlo directamente a electricidad, pero no fue posible en todos los casos, así que surgieron otras alternativas que entraban dentro del mismo concepto.
Los autos elegidos por el actor de 58 años fueron un Chevrolet Corvette de 1965, un Buick Riviera de 1966, un Mercedes 280 SE de 1969, una pick-up Chevrolet K-10 de 1972, una Kombi Volkswagen T de 1972 y otra pick-up, aunque más parecida a las actuales compactas que son monocasco y no tienen chasis, Chevrolet El Camino del año 1985.
El Corvette es muy especial por lo que representa como vehículo de alto rendimiento. El de 1965, además, fue un modelo muy particular ya que ese año fue el único en el que se lo equipó con un motor V8 de 6,5 litros. Ese motor desapareció y debajo del enorme capó ahora hay un motor eléctrico. También convertidos completamente a electricidad, están la Kombi VW y la pick-up Chevrolet K10.
En el caso del furgón VW, se incorporó un motor trasero en el mismo lugar en el que originalmente iba el conocido de 1,1 litros y refrigeración por aire, y en la misma zona posterior se agregó una parrilla eléctrica que se alimenta por paneles solares ubicados en el techo del vehículo. A la camioneta, por su lado, también se le reemplazó el impulsor original de 6 cilindros por uno eléctrico, y se le colocaron dos pack de baterías, uno en el mismo capó y el otro en la caja de carga. El tren motriz que le colocaron es uno reciclado de un Tesla Model S.
Con el Buick Riviera fue diferente. Ese es el auto favorito en este lote de Downey Jr. Pero su enorme motor de 6.9 litros de cilindrada no pudo reemplazarse completamente por uno eléctrico de similar tamaño y performance, de modo tal que se decidió optar por un sistema híbrido de General Motors.
El Mercedes-Benz 280 también tiene una connotación diferente para el actor ya que ese auto perteneció a su madre. El motor original, un naftero 6 cilindros en línea de 2,8 litros, dejó paso a uno también de combustión interna, pero alimentado por diesel. Sin embargo, para hacerlo más ecológico, a ese impulsor se lo modificó para funcionar con biodiesel.
El último modelo es el que probablemente tenga menor cambio de tecnología en su nueva propulsión. Se trata del Chevrolet El Camino, que en su génesis estaba propulsado por un gran motor V6 de 4,3 litros, y ahora tiene uno mucho más chico ya que se le colocó un 4 cilindros de 2,7 litros turbo, que reduce notablemente el consumo y las emisiones de escape.
Pero lo interesante de la propuesta de RDJ es que los autos que participaban del programa tenían que tener un propósito más allá de pertenecer a una especie de reality show. “Todos tienen que ser regalados. Todo el mundo debe tener la oportunidad de gastar cinco o 20 o 50 dólares… Quiero que cualquiera pueda tener la oportunidad de tener uno de estos autos”, dijo Downey Jr.
Así es como las reglas son tan básicas que hasta parecen irreales. Los únicos requisitos que se deben cumplir para participar de los sorteos son ser mayor de edad y residente de Estados Unidos, Canadá (excepto Quebec) o el Reino Unido, y hay varias maneras de participar.
Se puede hacer una donación de al menos 10 dólares, y también se puede comprar merchandising oficial. Cuanto mayor sea la donación, más números para el sorteo se obtienen. Lo mismo ocurre con el monto de las compras en la página web RDJ Dream Cars. Si no se quiere hacer ninguna de esas cosas, se puede participar escribiendo una postal a mano de 10 × 15 cm con los datos personales y enviar a las direcciones correspondientes al país del participante que figuran en el mismo sitio web. Todo el dinero recaudado será para FootPrint Coalition, una ONG dedicada a luchar contra el cambio climático.
El período de participación en el sorteo ya comenzó el pasado 16 de junio y continuará hasta el 16 de julio de 2024. Los sorteos de los seis autos comenzarán el 9 de febrero de 2024 y finalizarán el 31 de julio del mismo año.
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