Deben haber pocas cosas para un fabricante alemán de autos deportivos, que ver como un automóvil pensado, proyectado, construido en Estados Unidos, consigue romper su récord en la pista de carreras más exigente y prestigiosa del mundo como Nürburgring. Y nada tienen que ver con esto cuestiones relacionadas a la Segunda Guerra Mundial y la derrota del ejército de Hitler ante los aliados, sino con el sólo hecho de ser creadores de autos de alto rendimiento y tener en su propio país, la mejor pista de pruebas para el desarrollo y la evolución.
Hasta septiembre de 2021, el récord de un auto de producción 100% eléctrico en la pista alemana conocida como el Infierno Verde o como Nordschleife, pertenecía a un Porsche Taycan Turbo, que había logrado un tiempo de 7:42.3 para dar una vuelta a la pista de 20,5 kilómetros de extensión. Ese récord había sido establecido en 2019, pero dos años después, en el otoño alemán, un Tesla Model S Plaid en configuración Track Pack, lo había mejorado nada menos que en 12 segundos.
El reinado del Tesla perduró otros dos años, hasta que el pasado 18 de agosto, otra vez un auto eléctrico europeo, tomó el control de la situación y estableció una nueva marca. Pero no es un Porsche, ni tampoco un Audi, un BMW o un Mercedes, ni siquiera es un auto alemán. Se trata del que probablemente sea uno de los símbolos máximos de los hypercars eléctricos en todo el mundo, el Rimac Nevera, de origen Croata, nada menos.
El auto creado por Mate Rimac hace ya tres años, fue el primero en alcanzar nada menos que 1.940 CV de potencia con sus cuatro motores eléctricos, distribuidos cada uno para cada rueda, y con una construcción pensada para lograr una performance extrema, ya ha logrado varios récords de velocidad y aceleración.
Pero una cosa es ir rápido por derecho y otra muy distinta hacerlo en Nürburgring, una pista angosta, llena de subidas y bajadas, con curvas ciegas, grandes toboganes, saltos por cambios abruptos de altura y rodeada de guard-rails. Lo primero que hace falta es un piloto que conozca el circuito de memoria, algo que no es nada fácil por su extensión y cantidad de curvas. Y después es necesario tener la mayor potencia posible, pero que se pueda transmitir a las ruedas con la mayor efectividad posible, para lo cual, la carga aerodinámica es fundamental.
Así fue como el auto croata, tripulado por un piloto de esa misma nacionalidad llamado Martin Kodric, un gran conocedor de Nürburgring, se preparó especialmente para intentar un nuevo récord. Para ello se lo acondicionó con una jaula antivuelco 18 kilogramos más pesada que las habituales para este tipo de exigencias, ya que por sobre los 300 km/h, con tantos obstáculos cercanos al asfalto, un accidente podía ocurrir y la protección del conductor era primordial. A modo de compensación, se variaron los interiores de las puertas para neutralizar el sobrepeso.
La pista no estaba en excelentes condiciones. Era un día de mucha humedad, lo que generaba cierto resguardo extra porque en las zonas de los bosques, el piso podía estar algo resbaladizo. Luego de calentar los neumáticos con mantas térmicas al estilo de como se hace en la Fórmula 1, el Nevera salió de los boxes secundarios del Nordschleife para hacer el primer intento, y al cerrar esa primera vuelta ya eran los nuevos dueños de la marca de autos eléctricos más veloces en el circuito alemán, con un tiempo de 7 minutos y 7 segundos. La diferencia era notoria, porque el tiempo del Tesla en 2021 había sido 7:30.909/1000.
Con 30 grados de temperatura ambiente, un par de horas más tarde se repitió el intento, y el tiempo volvió a bajar, cortando el reloj en 7:05.298/1000, con lo que se dieron por terminadas las salidas a pista. Según los integrantes del equipo, la alegría no fue completa, porque al girar posteriormente a la obtención del récord, pudieron apreciar profundas marcas de los neumáticos en determinadas curvas de alta velocidad del circuito, lo que indica que probablemente estaban pasados de temperatura, lo que generaba una adherencia adicional e innecesariamente alta, sin la cual se podrían haber, quizás, bajar los 7 minutos para una vuelta.
“En muchos sentidos, el Nevera ha reinventado el mundo de los hipercars, aportando nuevas tecnologías, nuevas capacidades y nuevos niveles de rendimiento. Pero la forma más sencilla de demostrar su dinamismo es salir a batir récords. Y eso es exactamente lo que hemos hecho en 2023 una y otra vez”, dijo Mate Rimac, el creador de la marca que ahora es la nueva reina del infiero verde.
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