Definitivamente el concepto de diferenciarse para sobresalir es un recurso que funciona mejor que nunca en la industria del automóvil actual, donde cada vez hay más marcas y más ofertas, pero a la vez hay menos ideas innovadoras y la similitud de formas es moneda corriente.
Esa diferenciación puede estar en diseños disruptivos que pueden causar impacto visual instantáneo o bien puede recurrir al cada vez más utilizado ADN de un modelo, esto es, a reinterpretar con recursos modernos, una cualidad que hizo famoso ha determinado vehículo.
Toyota ha decidido que ya era tiempo de reaccionar y devolverle el sentido de pertenencia a sus usuarios más fieles del off-road, lanzando un nuevo Land Cruiser que recupera la esencia del modelo nacido casi 70 años atrás. Todo comenzó en 1950, cuando las Fuerzas de Reserva de la Policía Nacional de Japón pidieron un vehículo con altas capacidades de 4×4 y gran resistencia mecánica. Toyota comenzó el proyecto de un vehículo con apariencia inicial similar al de un Jeep Willys, al que llamó Toyota BJ, y que luego, con el desarrollo de los siguientes años comenzó a tener forma propia. En 1954, con la primera flota entregada a las fuerzas de seguridad, apareció por primera vez el nombre de Land Cruiser.
A lo largo de los años, y viendo que había superado a su gran rival, el Land Rover Defender, el Land Cruiser comenzó a urbanizarse cada vez más, ofreciendo mayor confort y equipamiento, hasta llegar a la Serie 200, que poco tenía del original vehículo pensado para pasar por cualquier parte. Hace un par de años, con el lanzamiento del Land Cruiser 300, el más grande y lujoso de la historia de este modelo, ese camino terminó por marcar una diferencia absoluta con aquella esencia histórica, mientras la competencia renovaba sus propuestas para recapturar un consumidor que se había quedado sin opciones en Toyota. Ford con el Brono, Land Rover con el nuevo Defender, más la permanencia de Jeep con sus versiones largas de Wrangler estaban acaparando el mercado.
Ahora llega la respuesta de Toyota con el Land Cruiser 2024, que no reemplaza a la gran Serie 300, pero sí recupera un lugar en un mercado que supo dominar durante varias décadas. Para hacerlo, el nuevo Land Cruiser apela a una estética que está de regreso en los grandes SUV, con líneas cuadradas que representan fortaleza a nivel visual. Pero además, han definido que querían conquistar el corazón de los tradicionales usuarios del modelo, y lanzaron el nuevo vehículo con dos opciones de presentación frontal, una con dos faros cuadrados de cada lado y otra con los redondos con los que el mundo conoció al Land Cruiser. El usuario puede elegir, porque ambas propuestas se adaptan perfectamente a la carrocería, concebida para ello.
Así, las propuestas son ahora tres: Land Cruiser 1958, Land Cruiser y Land Cruiser “First Edition”. El modelo denominado 1958 es el que presenta su diseño completamente retro con los faros delanteros redondos y algo menos de equipamiento interior. El segundo es el que tiene los faros rectangulares y el equipamiento full, mientras que la denominada “First Edition”, también tiene las luces redondas además de la insignia de “Herencia TOYOTA”. De este modelo sólo se fabricarán 5.000 unidades.
Por fuera de su estética, hay dos cualidades que sobresalen del resto en esta quinta generación del clásico 4×4. La primera de ellas está en el tamaño. La nueva propuesta es menos voluminosa que la anterior, con 3 centímetros menos de largo, pero especialmente 12 centímetros menos de ancho. Al tener los voladizos más cortos, los ángulos de ataque y salida mejoraron notablemente con 31° y 22° respectivamente adelante y atrás, y gracias a su gran despeje de 22 centímetros, el ángulo ventral (el que se genera entre ambos trenes de ruedas), es ahora de 25°.
El otro aspecto distintivo de esta nueva Land Cruiser está en el cambio de motorización. A pesar de la tradición de impulsores de gran capacidad cúbica, la actualización a los tiempos modernos hizo que Toyota optara por un nuevo motor más pequeño pero más potente. Se trata de un cuatro cilindros turbodiésel de 2.4 litros de 326 CV de potencia que se combina con un motor eléctrico de 48 CV ubicado dentro de la caja automática de 8 velocidades y que está asociado a una batería NiMH (hidruro metálico de níquel) de 1,87 kWh. El sistema de hibridación suave se llama i-Force Max, y no es nuevo, ya que actualmente es utilizado en RAV4 y Highlander.
También, el nuevo Land Cruiser tendrá un precio más accesible que sus versiones anteriores, y aunque no se ha publicado aún, se estima que estará rondando los USD 50.000 en sus versiones de acceso.
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