Rainer Zitelmann (Frankfurt, Alemania, 66 años) se graduó en historia y ciencias políticas con una tesis sobre la influencia del socialismo en Adolf Hitler. Entre 1987 y 1992 fue investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Libre de Berlín y luego director de una editorial alemana. Dirigió varias secciones del diario Die Welt (El mundo) y fundó una consultora, que vendió en 2016, cuando completó su segundo doctorado, en Sociología, con una tesis sobre la psicología de los multimillonarios.
Aunque mantiene actividades como empresario e inversor, en los último años se volvió un prolífico escritor y divulgador: publicó más de 20 libros, 3 de ellos disponibles en español: “El capitalismo no es el problema, es la solución” (2021), " Los ricos en la opinión pública” (2022) y “En defensa del libre mercado”, que expuso en su reciente visita a la Argentina.
En 2022 Zitelmann invirtió más de 600.000 dólares para hacer una gran encuesta sobre actitudes pro-mercado o pro-estado en 35 países del mundo y se jacta, no sin razón, de haber detectado un año antes el éxito de las propuestas libertarias de Javier Milei.
“Entonces –explicó a Infobae- nos sorprendió que sobre 35 países del mundo la Argentina apareciera en el sexto lugar en cuanto a la actitud pro-mercado de la población. En Chile, por ejemplo, la población tenía una actitud contraria al mercado. Dos meses después de nuestra encuesta eligió un presidente socialista (por Gabriel Boric), así que tal vez nuestra encueta no estaba equivocada. Y un año después la población argentina eligió a Milei. Así que hay un cambio de actitud.
-¿Cómo lo detectaron?
-La encuesta está hecha por una de las firmas de opinión más prestigiosas del mundo, Ipsos-Mori. Mostramos 6 afirmaciones muy detalladas sobre las que los encuestados debían responder, pero evitamos la palabra “capitalismo”, que tiene una connotación negativa, como si fuera una mala palabra. Son 3 afirmaciones pro-mercado y 3 afirmaciones pro-estado. Y después calculamos la relación entre las respuestas. Si las respuestas son más pro-mercado, nos da un coeficiente superior a 1 (uno). El resultado es que solo 7 países tienen una actitud pro-mercado. Y la Argentina es uno de ellos, en el sexto lugar.
-¿Cuál cree que es la principal razón del cambio? En general, las encuestas mostraban que la población argentina tenía una actitud más bien pro-Estado. ¿Puede ser acaso una reacción negativa a lo que vive cada sociedad? En la Argentina, ante el intervencionismo, un viraje hacia el mercado, y en Chile, un viraje hacia una economía más socialista.
-En primer lugar, lo primero que cambia es la actitud de la población, la opinión pública, luego la política. Argentina viene de una frustración con las políticas estatistas. Hace un siglo era uno de los países más ricos del mundo, comparable con EEUU, pero con las políticas peronistas, cayó y cayó. A veces fue a la izquierda, a veces a la derecha. Tal vez llegó el turno de las ideas libertarias. En 2022 estuve en la Argentina e hice varias presentaciones y percibí que los jóvenes estaban cada vez más frustrados con el Estado. Buscan un cambio y percibí en ellos una esperanza que cambios como los que propone Milei sean para mejor.
-¿Cree que este cambio que percibe en la Argentina puede darse también a nivel regional?
-La Argentina es una excepción, no parte de una tendencia global. En el mundo la tendencia es hacia más estado y menos mercado. Así sucede en Europa, en América Latina Brasil, Chile, en Colombia, Venezuela tienen todo líderes de izquierda. Incluso en China ahora, con Xi Jinping, están teniendo menos mercado. Argentina es realmente una excepción. Muchos libertarios en EEUU y en Europa se preguntan qué está pasando en la Argentina, la ven como una luz de esperanza. Por un artículo que escribí, un conocido me dijo “vamos todos a la Argentina, a construir una sociedad pro-mercado”.
-En su encuesta, Polonia aparece como la sociedad más pro-mercado, lo que puede ser una reacción al gobierno populista que tuvo en los últimos años.
-No. He estado 10 veces en Polonia en los últimos dos años y escribí un libro sobre el país. Polonia era uno de los países más pobres de Europa en los 80s, en tiempos del socialismo. Luego vino una etapa de reformas lideradas por Leszek Balcerowicz (vicepresidente y ministro de Finanzas a principios de los 90s), con un perfil parecido a Milei: conoce la Escuela Austríaca, admiran a Hayek y Von Mises. Tienen un perfil personal distinto, pero son parecidos en la forma de pensar. Polonia es el campeón del crecimiento económico en Europa en las últimas décadas, gracias a sus reformas pro-mercado. Durante 8 años gobernó el PiS (por Ley y Justicia, en polaco), un partido populista de derecha. Pero en economía no era de derecha, sino más bien socialista. Detuvieron las privatizaciones e incluso re-nacionalizaron algunos bancos. Son de derecha en migraciones y otros temas, pero por suerte semanas atrás la población polaca se deshizo de ese gobierno. En Polonia y en Argentina, en nuestra encuesta, la población mostró una posición pro-mercado. Lo extraño en Polonia es que la gente que se identificaba del centro hacia la izquierda era más pro-mercado que la que se identificaba del centro hacia la derecha. Lo hice chequear, por si había errores en la encuesta, y realmente es así.
-En Argentina la situación económico-social es bastante mala.¿Hasta qué punto la actitud pro-mercado que detectó la encuesta le dará al gobierno de Milei crédito y tiempo para mostrar resultados favorables?
-Es una cuestión crucial, la pienso desde que estuve aquí el año pasado. Cuando analicé reformas económicas similares en Polonia, en el Reino Unido, en EEUU, las cosas empeoraron antes de mejorar: lo que era desempleo encubierto pasa a desempleo abierto, el PBI puede caer. Mi consejo a los argentinos, en especial a la gente joven, es que sea paciente. Que no pase que veían en Milei a un héroe que los defraudó. Deben recordar que la Argentina vivió décadas y décadas de malos resultados. Desde 1975, con la excepción de los 90s, casi siempre tuvieron inflación anual de dos dígitos. Eso no se puede cambiar en un año, tienen que ser pacientes.
-Aconseja paciencia a la población. Y a Milei, ¿qué le diría?
-Que se reúna con Balcerowicz, porque él hizo lo que Milei quiere hacer. Siempre es bueno aprender de la experiencia de otros. Ambos son economistas, partidarios de la Escuela Austríaca, admiradores de Hayek y Mises. Otro parecido: cuando Balcerowiz asumió la inflación era del 600%. Siempre es bueno conocer a gente que tuvo éxito en lo que uno quiere hacer.}
-¿Pero fue inicialmente exitoso?
-Fue vicepresidente y ministro de Finanzas en 1990, cuando empezó las reformas. Hasta 1992 las cosas fueron mal: aumentó el desempleo, cayó el PBI. Pero después la economía explotó: muchísima inversión, de todos lados, se crearon millones de empleos, el estándar de vida mejoró.
-¿Sobrevivió políticamente esos dos años iniciales?
-Sí. Hay que tener en cuenta que antes no había libertad de expresión ni partidos políticos. Entre 1990 y 1992 muchos decían que el país iba en la dirección equivocada, pero el gobierno podía mostrar que ciertas cosas habían cambiado para mejor. Hasta las reformas, ellos no tenían muchas cosas. Empezaron a aparecer muchos productos, al principio muy caros. Y hubo pequeñas cosas. Un día un título fue que el precio de los huevos había empezado a caer. Fue una gran noticia y así pudieron mostrar que algunas cosas cambiaban para mejor. Sería estúpido pretender que en Argentina todo cambie rápidamente para mejor, pero deberían poder mostrar algunas pequeñas cosas que sí lo hagan.
-¿Cuáles serán los principales desafíos de Milei?
-El primero es, como dije, la paciencia de la sociedad. El segundo es conseguir en el Congreso las mayorías legislativas que necesita para las reformas.
-El subtítulo de su último libro es “desmontando las 10 críticas más comunes del anticapitalismo”. ¿Cuál es la más más importante, y cuál su refutación?
-La más común es que el capitalismo es culpable del hambre y la pobreza. Pero hace 200 años, antes del capitalismo, 90% de la población mundial vivía en extrema pobreza y hoy es menos del 9%. Mucha gente no lo sabe. Y la mitad de esa reducción ocurrió en las últimas décadas. Incluso en los 40s del siglo pasado 43% de la población vivía en la pobreza, hoy menos del 9%. Ejemplos de reducción de la pobreza son Polonia, Vietnam, que era uno de los países más pobres del mundo: lo que no había sido destruido por la guerra después lo destruyó la economía planificada. Pero Vietnam hizo las paces con EEUU y reformas, promercado. Las reformas capitalistas funcionaron en muchos países. Es totalmente erróneo que el capitalismo aumente la pobreza. Mire el caso de China: al final de los 50s del siglo pasado, 45 millones de personas habían muerto por el “Gran Salto Adelante” de Mao Zedong. Aun en 1981, un 88% de los chinos vivían en extrema pobreza. Pero Deng Xiaoping introdujo la propiedad privada hizo reformas pro-mercado y la pobreza hoy es inferior al 1%. Nunca había pasado algo así en la historia. Se dicen socialistas, como Vietnam, pero progresaron a partir de reformas pro-mercado. Las economías son mixtas. En todas hay algo de economía de mercado y algo de economía socialista. Polonia, Vietnam y, China son ejemplos de economías que mejoraron con reformas pro-mercado. Y hay muchos más ejemplos. ¿Pero qué pasa cuando se agregan políticas pro-estado?
-Dígame usted.
-Tome el caso de Venezuela, que en los 70s era uno de los 20 países más ricos del mundo. Luego empezaron con mayor intervención del estado, muchas regulaciones laborales y en 1998 tomaron la muy mala decisión de elegir a Hugo Chávez. Los primeros años no fueron tan malos, porque el precio del petróleo aumentó mucho. Pero empezaron con las nacionalizaciones y no es necesario explicar mucho qué pasó. Aquí en la Argentina hay mucha gente que vino de Venezuela: unos 7,5 millones de personas emigraron del país. Porque agregaron más estado. Es un problema cuando la gente espera que las cosas vengan del gobierno. Enl año pasado en una charla con jóvenes en Tucumán, le pregunté a uno si tenía novia. Me dijo que no. Le pregunté si le gustaría tenerla. Me dijo que sí, por supuesto. Y cuando le pregunté si esperaba que se la diera el gobierno se rió y me respondió: “claro que no, me tengo que ocupar yo”. La gente tiene que entender, y entiende, que si espera las cosas del gobierno, va a resultar decepcionada. Es como los chicos que esperan todo de sus padres, y cuando no lo tienen los odian. No sé si eso les pasó a los peronistas, pero no se puede esperar siempre las cosas del gobierno.
La gente tiene que entender, y entiende, que si espera las cosas del gobierno, va a resultar decepcionada. No sé si eso les pasó a los peronistas, pero no se puede esperar siempre cosas del gobierno
Su tesis en Sociología fue sobre la psicología de los millonarios. ¿Qué puede decir al respecto?
-Entrevisté a 40 millonarios, con fortunas de entre 40 y 1.000 millones de dólares. Todos alemanes, aunque algunos vivían en EEUU o Suiza. Busqué conexiones entre su éxito financiero y sus rasgos personales. Un hallazgo fue que la educación no era tan importante. A algunos les había ido muy bien y a otros muy mal. Pero tenían rasgos muy diferentes a la mayoría de la gente. A muchos de ellos les gusta ir contra-corriente. Tiene lógica: no se puede ser millonario haciendo lo mismo que la mayoría. Otro rasgo es que –como todos- ellos también tuvieron fracasos y contratiempos. La mayoría de la gente cuando tiene éxito lo atribuye a su mérito y cuando fracasa busca culpables. En cambio, los millonarios asumían la responsabilidad de sus fracasos. Es un libro de 600 páginas, eso es una pequeña parte. El libro es muy exitoso en China, en Corea del Norte, en Vietnam.
-¿Alguna observación final sobre su visita a la Argentina?
-En este momento hay mucha gente en el mundo fascinada con lo que pasó aquí y con la elección de Milei. Veo también que mucha gente lo compara con Donald Trump y Jair Bolsonaro. Ciertos rasgos de locura (crazyness), parecen asemejarlo a Trump, pero -si bien no lo conozco personalmente- creo que Milei es más inteligente que Trump. Otra diferencia es que tiene una fortísima creencia en la economía de mercado. En cambio, Trump solo cree en su propio poder. Milei se parece algo a Bolsonaro en el modo en que habla. Pero definitivamente es más parecido a Balcerowicz, por fortuna. Trump no fue exitoso. Bolsonaro no fue exitoso. Balcerowicz sí lo fue. Espero que Milei también lo sea.
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