El presidente Gustavo Petro dio por terminada la coalición de gobierno con los partidos tradicionales y evalúa su gabinete, con renuncias en mano, para decidir quiénes deben dar un paso al costado. Mientras se espera conocer las decisiones del primer mandatario, desde todos los sectores políticos vaticinan el camino que tomará.
Desde la oposición, diferentes congresistas y actores políticos señalaron que la decisión del mandatario genera incertidumbre, tanto para la estabilidad institucional y económica, como para el futuro. Algunos advierten que podría ser más radical en sus posturas, como es el caso de la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal o del excandidato presidencial, Sergio Fajardo.
“¿Viene la radicalización? Petro ha demostrado su incapacidad e incompetencia para manejar el país. Sus mensajes cada vez son más peligrosos. Aquí estamos firmes, con millones de colombianos para restablecer la Libertad y Orden”, sostuvo la congresista Cabal.
“Sin cambio en la forma de la política el verdadero CAMBIO no será posible. El gobierno escogió el clientelismo y el apoyo oscuro de un buen número de corruptos y ahí están los resultados. ¿Qué sigue? La polarización total. El cambio sensato, decente y responsable llegará”, sostuvo Fajardo.
“Al difícil panorama económico creado por este Gobierno, la inseguridad fruto de la persecución y relevo de varios Generales, se suma ahora la inestabilidad política. ¿Habrá algún frente en el que @petrogustavo no provoque zozobra e incertidumbre?”, afirmó Carlos Fernando Motoa, senador de Cambio Radical.
El director de esa colectividad, Germán Vargas Lleras, señaló en Caracol Radio que la situación se veía venir. “El juego se pone aún más duro. Recordemos que la semana pasada el Gobierno había advertido y le había pedido la renuncia protocolaria a los viceministros que representaban esos partidos, ahora la amenaza se extendió a los ministros de Vivienda, de Transporte y MinTIC. De manera que el juego se pone duro”, sostuvo.
Otros miembros de la oposición cuestionaron la forma como se había construido la coalición de gobierno desde el inicio, pues tras la solicitud se entiende que los cargos otorgados dependían de la aprobación de las reformas presentadas en el Congreso.
“Esto lo que deja de presente es que esa coalición del Gobierno de Gustavo Petro nunca giró en torno a acuerdos programáticos y que básicamente el presidente esperaba que por darle una serie de cuotas burocráticas a los partidos ideológicamente divergentes estaba comprando su obediencia absoluta”, Andrés Forero.
“Petro priorizó alianzas con partidos tradicionales, eligió a Gaviria, Dilian y Cepeda (lo peor de la política tradicional) sobre los partidos y movimientos sociales con agenda de cambio para discutir a puerta cerrada. Y ahora quiere gobernar a punta de mermelada. Eso no es Cambio”, Jennifer Pedraza, de Dignidad.
Miguel Uribe, del Centro Democrático, se mostró optimista respecto a la situación. “Petro declara el fin de la coalición de gobierno. Hay esperanza. Ahora, partidos de oposición y de gobierno debemos trabajar conjuntamente. Invito a que construyamos un acuerdo para construir un mejor país y evitar el daño que esté gobierno está haciendo”, señaló el senador.
Llamado a la moderación
El llamado Santismo cuestionó la decisión de Petro alertando de los riesgos institucionales que puede provocar el camino que tome el Gobierno en el futuro. “Como recomendó George Washington: las democracias necesitan moderación y diálogo constructivo. No enfrentamientos e imposiciones”, afirmó el expresidente Juan Manuel Santos, con quien recientemente Petro ha tenido choques por posturas respecto al Acuerdo de Paz y el sistema de salud.
El presidente del Senado, Roy Barreras, se pronunció en el mismo sentido y señaló que es muy pronto para romper la coalición porque no sería posible aprobar las reformas. “Cualquier gobierno en una sociedad democrática tiene que simbolizar la unidad nacional, no la división. Los gobiernos para lograr el éxito tienen que poseer y transmitir estabilidad, con base en dos pilares fundamentales que son la gobernabilidad y la favorabilidad. Si los gobiernos deterioran esos dos pilares, tienen muchas dificultades para lograr lo que el pueblo espera de ellos, que son reformas que les sirvan a todos”, sostuvo.
Humberto de la Calle no se mostró sorprendido. “Tiene cierto sentido. Él colocó el tema de la salud como prioritario, pues los que no lo quieran acompañar como partido no deben estar en el Gobierno y al mismo tiempo él no puede obligar a los partidos a que lo acompañen en aquello que no comparten. Digamos que es un incidente donde hay escándalo, pero que realmente es normal en una democracia. Eso de los gabinetes en dos meses nadie se acuerda de eso”, sostuvo. Sin embargo, señaló que el riesgo se centra en cómo mantendrá la gobernabilidad sin los partidos.
Los respaldos a la decisión del presidente
Desde los sectores más cercanos al presidente y que hacen parte de la coalición de gobierno desde la campaña, o incluso antes, ven como una acción necesaria el rompimiento de la coalición de gobierno. “Tras el anuncio del presidente Gustavo Petro el deber de las dirigencias, partidos, fuerzas políticas y sociales del Pacto Histórico es rodear a nuestro presidente. Es tiempo de unidad y cohesión, debemos actuar con responsabilidad y grandeza”, señaló María José Pizarro.
“Las grandes transformaciones que requiere Colombia no pueden ser sometidas al capricho del clientelismo y la politiquería. Gustavo Petro fue electo presidente por el pueblo colombiano para consolidar la paz y la justicia social. Adelante, Presidente, Colombia lo acompaña”, sostuvo por su parte Rodrigo Londoño.
“El gobierno nacional está siendo víctima de incorporar a la coalición de Gobierno partidos que no tienen convicción en las reformas que se le proponen. Esto es natural porque incluso esos mismos congresistas o esas coaliciones, esos partidos, no apoyaron a Gustavo Petro en campaña, aquí lo que parece inevitable es un divorcio”, dijo Duvalier Sánchez, del partido Verde.
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