En el año 2023, último del que se tienen registros, 92.344 parejas decidieron poner fin a su matrimonio en España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En este contexto, y según recoge el informe Transformación y crisis de la institución matrimonial en España, el 50% de los matrimonios nacionales terminan en separación.
Por su parte, los afectados, además de lidiar con la carga emocional que supone una ruptura, también deben hacer frente a un proceso legal para disolver el matrimonio y establecer acuerdos sobre diversos aspectos como el reparto de bienes, las pensiones compensatorias y la custodia de hijos y mascotas.
Qué pasa con la custodia de las mascotas cuando una pareja rompe
En los procesos de divorcio, el debate sobre la custodia suele centrase en los hijos en común. Sin embargo, decidir quién se queda con una mascota también puede llegar a generar un fuerte conflicto.
Ante esto, en un estudio reciente elaborado por Rover.com, el mayor marketplace del mundo de cuidado de mascotas, se ha constatado que casi el 50% de los dueños aceptaría una custodia compartida. Por contra, un 30% lucharía por quedarse a su mascota y un 9% ofrecería dinero a cambio.
Decidir quién se queda con una mascota tras una separación puede ser complicado, pero la mayoría de los encuestados opta por resolverlo a través de una conversación tranquila y un acuerdo mutuo, mientras que un 19% recurre a un mediador. Los principales factores que se consideran son el tiempo libre de cada parte, la situación económica y la ilusión inicial por adoptar al animal.
Por su parte, Adem Fehmi, especialista en comportamiento canino, asegura que el resultado de la decisión “debería depender idealmente de varios factores, entre ellos quién puede proporcionar un entorno más estable al perro, quién dispone de más tiempo y recursos para cuidarlo adecuadamente y también quién tiene un vínculo más fuerte con el perro”, sentencia. Es importante tener en cuenta las necesidades del animal a la hora de tomar esta decisión”, asegura.
Cómo afecta una mascota a una relación
Una ruptura sentimental tiene un fuerte impacto en el estado anímico de las personas. Ahora bien, separar a una mascota en común puede llegar a tener consecuencias muy similares. De esta forma, el 80% de los participantes en este estudio considera que el compromiso de tener una mascota es tan importante o más que casarse. De hecho, más del 60% considera que una mascota es, por un lado, un miembro más de la relación y, por otro, una forma de prepararse para la paternidad.
Considerando la complejidad de un proceso de divorcio, desde Roover remarcan la importancia de salvaguardar el bienestar de la mascota. “En general, no hay que olvidar que una separación o un divorcio pueden afectar a todos los miembros de la familia, y el perro sin duda forma parte de ella”, explica Fehmi. “Cualquier entorno estresante y los cambios en el estado de ánimo de un propietario también pueden influir en un perro debido a los posibles cambios en el comportamiento del dueño durante este periodo”, añade.
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