“Se nos está haciendo muy difícil seguir en la actividad”, comentó Adalberto Borro, productor agropecuario en la provincia de Entre Ríos. El campo atraviesa un momento complejo donde la cuestión climática vuelve a transformarse en preocupación, hay un escenario también de menores precios internacionales y por último hasta el momento las señales del Gobierno hacia en el sector no han sido claras y la incertidumbre aumenta.
Además, Borro recordó que todo esto sucede en un escenario de precios internacionales a la baja, algo que complica al productor pero también los ingresos del Gobierno en materia de exportaciones. “Nos ha bajado la rentabilidad muchísimo. Los precios internacionales son precios intermedios, no digo bajos, pero estadísticamente son precios intermedios con costos demasiado altos. Estamos haciendo números para lo que va a ser la campaña que viene. Los números están muy finitos con estos valores, sacando rindes normales”.
A todo esto se agrega que es difícil para el productor acceder al financiamiento, algo clave en la actividad. Es por eso que en todo este tiempo se escucharon voces críticas y de rechazo desde diferentes sectores productivos, a la continuidad de la circular del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que exige al productor no contar con un stock de soja mayor al 5% para poder acceder a las tasas más bajas de mercado.
La medida es fuertemente resistida en el sector primario, y también por parte de la cadena de la soja, que la considera una acción “discriminatoria” entre los productores, y que también frena la inversión y el aumento de producción. Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), tal como hicieron otras entidades de la Mesa de Enlace, señalaron que la vigencia de la medida “no tiene justificativo” y que la misma “castiga” al productor que trata de mantener el valor de su producción ante la inflación que enfrenta Argentina.
Antecedentes
Durante la gestión del ex ministro de Economía Martín Guzmán, a mediados de mayo de 2020 se obligó a los bancos del sistema a no financiar a los productores que guardaban más de un 5% de la soja que producían. La medida adoptada por el Banco Central a cargo en aquel momento de Miguel Pesce, buscó frenar el acceso al financiamiento oficial para créditos lanzados al 24% para hacer frente a los problemas económicos y financieros que provocó la pandemia del coronavirus.
Por ello, a partir de una resolución del BCRA, las entidades financieras no pudieron financiar a personas humanas o jurídicas “con actividad agrícola que mantuvieran un acopio de su producción de trigo y/o soja por un valor superior al 5% de su capacidad de cosecha anual”. Desde el propio Frente de Todos, se reconoció extraoficialmente que la medida proponía acelerar la venta de soja atesorada por los productores. Allí en solo tres semanas, las ventas de soja habían caído un 40% interanual respecto a la comercialización de 4,6 millones de toneladas realizadas en el 2019 en igual período.
Hay otro antecedente. En octubre de 2014, el entonces ministro de Economía Axel Kicillof pidió a los productores que aceleraran las ventas de soja y evitar perjuicios “por especular”, mientras que los precios iban a la baja. Tras la posición pública expresada por el hoy gobernador bonaerense, el BCRA trabó el financiamiento a los productores tenedores de soja.
Más cercano en el tiempo, nuevamente, ante la necesidad de divisas para incrementar las reservas en moneda extranjera, el Banco Central promovió el 8 de septiembre de 2022 trabas crediticias para productores que mantuvieran un stock de soja superior al 5% de su producción de soja. Allí, la tasa mínima establecida por el BCRA para el financiamiento de estos productores era equivalente al 120% de la última tasa de Política Monetaria, que se aplicaba sobre la tasa LELIQ o letras de liquidez nominadas en pesos. Esta limitación les impedía obtener tasas más beneficiosas, tal como pasa hoy, de un nivel del 80% como rige actualmente para los productores que no cuentan con esta limitación. Actualmente, este es el principal reclamo que advierten los productores, no beneficiarse con una tasa del 80%, y deben pagar una del 120%.
Reclamos
En las diferentes reuniones que mantuvieron los integrantes de la Mesa de Enlace con el Gobierno, el mencionado reclamo fue presentado como uno de los principales problemas que hoy enfrenta el sector agropecuario. En los encuentros con los funcionarios nacionales, “no se nos dio ninguna explicación”, aseguraron desde la Mesa de Enlace. Por tal motivo, el nucleamiento que integran las cuatro máximas entidades gremiales del agro argentino decidieron pedirle una audiencia al propio presidente del Banco Central, Santiago Bausili, para consultarle por esta medida, y plantear allí sus objeciones. El pedido que ingresó por mesa de entrada en la sede del BCRA en Reconquista 266, aún no fue respondido.
Por este tema, Infobae consultó a las autoridades de la Secretaría de Agricultura, a cargo de Fernando Vilella, para conocer la posición de la cartera agropecuaria. Sin embargo, no hubo respuesta oficial, “ni extraoficial”, para conocer sobre el desarrollo que pudiera tener esta cuestión reclamada por los privados.
Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), explicó a Infobae que “esta es una medida que no tiene justificativo, ni político ni económico, y por eso nosotros desde las entidades agropecuarias le hicimos saber nuestro desagrado al Gobierno nacional en reuniones con los principales funcionarios. Allí nunca hubo una respuesta oficial contundente sobre este tema por parte del gobierno”, dijo.
Y agregó: “Nuestra sorpresa fue que tras haberse vencido la medida, la misma fue renovada en diciembre pasado. Consideramos que la medida no es recaudatoria y que castiga, aunque a muy pocos hoy (ante el ciclo sojero), a los que tienen un 5% de estos de soja”. Además, el dirigente aseguró que tras consultar a las máximas autoridades nacionales “no se nos dio ninguna explicación específica. Creo que tienen que rever este tema, ya que ante una inflación como la que tenemos el productor ve al poroto de soja como una moneda fuerte, y que lo comercializa para pagar sus cuentas, y honrar sus compromisos” en la compra de insumos o con los bancos.
Por último, el titular de CRA consignó que, ante la falta de respuesta de las autoridades gubernamentales, las entidades que integran “la Mesa de Enlace Agropecuaria pedimos una audiencia con el presidente del Banco Central. Aún no contestó el pedido. Queremos explicarle nuestra posición, y también escuchar por qué se mantiene esta política”.
Más opiniones
Según Rodolfo Rossi, presidente de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA), la decisión que mantiene la autoridad monetaria “restringe la inversión y genera menor producción”. Plantea una clara discriminación (en el sector), con base en la cadena (de la soja), que más aporta al país. Se afecta a todas las producciones. Pensábamos que en diciembre pasado se iba a quitar rápidamente, lo que no ocurrió”, expresó Rossi.
Por otro lado, Roberto Palomo, vicepresidente de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte Argentino (Apronor), aseguró que las normas vigentes por parte del BCRA “es otra de las medidas que son perjudiciales para nuestro sector, tienen que reverla de manera urgente. El crédito es una herramienta que vamos a necesitar en el corto plazo, y más después del impacto que tuvo la sequía” y manifestó además que “no se entiende como un gobierno que puso el guiño a la derecha, luego está doblando a la izquierda. Sorprenden las definiciones, y decisiones del Gobierno de la Nación, que va totalmente en sentido contrario de lo que pregonó en campaña, donde en materia agropecuaria da algunas sorpresas, como es esto de seguir manteniendo la exigencia (para el productor) de mantener un stock de no más del 5% para poder acceder a créditos del Banco Nación”.
Por último, Adalberto Borro enfatizó que “el gobierno de turno se equivoca con este tipo de políticas porque básicamente lo que hace es restringir la producción. ¿Qué es lo que hace uno al no conseguir crédito? Como productor agropecuario, siembra menos, apuesta menos, pero bueno, esa es la realidad de nuestro sector. Venimos de tres años de sequía. Este año climáticamente nos ha tocado un periodo hasta ahora, o hasta hace un par de días muy bueno, pero eso no es suficiente para poder saldar todos los problemas anteriores que venimos acumulando. En lo estrictamente financiero, es muy difícil acceder a nuevos créditos que los bancos actualmente están ofreciendo”.
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