El proyecto de Presupuesto 2024 que enviará en las próximas horas el Ministerio de Economía al Congreso incluirá una adenda con un amplio listado de gastos tributarios, es decir, regímenes tributarios diferenciales o de estímulo fiscal a distintos sectores de la economía y que representan para el fisco una pérdida de recaudación de 4,72% del PBI. El Gobierno propondrá a la oposición la eliminación de algunos de ellos para que las cuentas fiscales puedan llegar a nivel de equilibrio más rápido.
En grandes número, el proyecto de ley de ingresos y gastos que llegará hoy al parlamento tendrá una hoja de ruta preliminar de 0,9% de déficit primario, en línea con el acuerdo todavía vigente con el Fondo Monetario Internacional. La “separata” del oficialismo plantea que borrando algunos de los ítems del gasto tributario el sector público podría alcanzar, en 2024, un superávit de 1% del Producto Bruto.
Una parte del gasto tributario está explicado por exenciones impositivas. En ese grupo se inscriben los magistrados de los Poderes Judiciales nacional y provinciales (0,16% del PBI), Ganancias de asociaciones civiles, fundaciones, mutuales y cooperativas (0,11%), alícuotas reducidas de IVA (0,62%), el régimen de promoción económica para la provincia de Tierra del Fuego (0,33%), entre otros, de acuerdo a listado que será enviado al Congreso y al que tuvo acceso Infobae. Son, en términos nominales, unos 16,5 billones de pesos que el fisco deja de recaudar entre todos los esquemas existentes.
El proyecto de presupuesto divide el gasto tributario en dos partes. Por un lado, “el total de Gastos tributarios para el año 2024 asciende a 2,34% del PIB, que se agrupa en dos componentes principales: los derivados de normas impositivas (1,73% del PIB) y los derivados de Regímenes de Promoción Económica (0,61% del PIB)”.
El Gobierno propondrá a la oposición la eliminación de algunos de ellos para que las cuentas fiscales puedan llegar a nivel de equilibrio más rápido
En el primer grupo, el impuesto más relevante es el IVA (1,17% del PBI). Ese tributo tiene, primero, exenciones (0,55% del Producto). El item más “pesado” en términos presupuestarios es el de las exenciones a prestaciones médicas a obras sociales (0,23% del PBI), seguido por servicios educativos (0,11%), medicamentos de uso humano (0,08% del PBI), edición de ventas de diarios, revistas y publicaciones periódicas (0,06 por ciento). Dentro del IVA también hay regímenes diferenciales (0,62% del PBI). El más relevante son las alícuotas reducidas para alimentos como la carne, las verduras, frutas, legumbres y hortalizas (0,31%), seguido de la construcción de viviendas (0,15 por ciento).
Ganancias solo tiene exenciones entre las mencionadas de jueces, cooperativas, y otras como las de trabajadores que desarrollan sus tareas en la Patagonia (0,04%), explotación de derechos de autor, ganancias obtenidas por compraventa de acciones y otros títulos valores en el mercado financiero.
“Es intención del Gobierno Nacional proponer a las Señoras y Señores Legisladores el análisis de medidas legislativas que, a través del fortalecimiento de la recaudación, hagan posible diseñar un escenario fiscal que exhiba un resultado primario superavitario del orden de 1% del PIB”, planteó el Ministerio de Economía en el documento que acompañará al Presupuesto 2024.
El Palacio de Hacienda definió a los gastos tributarios como “diversos beneficios impositivos, tratamientos diferenciales y subsidios presupuestarios que favorecen, particularmente, a grandes firmas y corporaciones y que tienen un significativo impacto negativo en la sostenibilidad de las cuentas públicas por generar reducciones permanentes de recaudación”.
Otros tributos tienen gastos tributarios menores, como el impuesto a los combustibles (0,08% del PBI), contribuciones a la seguridad social (0,08%), impuesto PAIS (0,06%, en referencia a la exención de importaciones ligadas al área de energía).
Hay otro grupo de beneficios fiscales no incluidos entre los gastos tributarios. “Se identifica un segundo grupo de beneficios impositivos que tienen un impacto presupuestario negativo por causar una merma de recaudación de carácter permanente. El grupo reseñado seguidamente representa el 2,38 del PIB para el ejercicio fiscal de 2024″, mencionó Economía.
Los gastos tributarios representan para el fisco una pérdida de recaudación de 4,72% del PBI, es decir, unos 16,5 billones de pesos
Ahí se listan IVA, por 0,75% del Producto, con exenciones como el pago de honorarios para miembros de directorios, diferimiento de IVA para pymes o reitegro a exportadores. También aparecen el no cobro de Bienes Personales (0,48% del PBI) de inmuebles rurales en el país y en el exterior. Además está Ganancias (0,39%), que está explicado por el no diferimiento del ajuste por inflación impositivo; junto con otros reintegros al comercio exterior (0,40% del PBI), y contribuciones patronales (0,17% del Producto).
“A efectos de facilitar el análisis de las Señoras y Señores Legisladores, se ha seleccionado un conjunto de gastos tributarios, que concentran el 62,7% del total (1,47% del PIB). Para cada beneficio, sea proveniente de un impuesto o de un régimen de promoción, se consigna el gasto expresado en Pesos y en % del PIB y el eventual impacto en la política pública, zona o actividad económica promocional”, plantea el documento. En rigor, el gasto tributario es un número que forma parte de todas las presentaciones de proyectos de presupuesto, pero Massa le dio un status político distinto para incorporarlo como elemento central del debate.
El proyecto de ingresos y gastos del año próximo marcará una preliminar hoja de ruta del candidato del oficialismo en caso de que ganara los comicios y sea el próximo presidente. Si bien los números finales del proyecto están todavía en etapa de última revisión antes de su presentación forman ante el Congreso, algunos lineamientos generales ya son conocidos.
Todavía no se conoce a ciencia cierta cuál terminará siendo la cifra de desequilibrio de las cuentas públicas cuando finalice el año. Las medidas que anunció Sergio Massa desde que el Gobierno devaluó el tipo de cambio oficial el día después de las PASO tienen un costo fiscal que rondaría el 1,3% del PBI, de acuerdo a un cálculo de la consultora Analytica.
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