La Cámara Argentina de Comercio (CAC) reclamó una baja en la presión tributaria que corresponde a las tasas municipales, una carga impositiva que creció en la última década, según un estudio actualizado. Entre las conclusiones, la entidad estimó que desde 2010, en lo que se conoce como Tasa de Seguridad e Higiene hubo “un aumento promedio del orden del 19,3% para los municipios que gravan el tributo mediante alícuota y del orden del 125% real para aquellos municipios que gravan mediante un monto fijo”.
“El ingenio para recaudar y gastar no tiene límites. Los gobernantes no asumen la realidad de que hay que pagar costos políticos para realizar los cambios que este país necesita. Extreman su imaginación para ver de dónde sacan recursos y el único lugar es el sector privado que no da más.”, aseguró Natalio Mario Grinman, presidente de la Cámara, al presentar el informe. “Queremos que las provincias y los municipios dejen de gastar lo que no se tiene, porque al sector privado no se lo puede seguir exprimiendo”, continuó.
La CAC tomó en consideración las tasas municipales que cobran 30 intendencias en todo el país y estableció un ranking de presión tributaria municipal para el año 2023, en comparación con otros estudios similares hechos en 2010, 2018 y 2019. En términos promedio, esa carga impositiva creció marcadamente en comparación con 2010, aunque empezó a transitar un retroceso desde su pico en 2018.
“El ingenio para recaudar y gastar no tiene límites. Los gobernantes no asumen la realidad de que hay que pagar costos políticos para realizar los cambios que este país necesita” (Grinman)
El estudio destaca que la disparidad en las formas de gravar, que se manifiesta al comparar entre municipios elementos tributarios tales como bases imponibles, alícuotas generales y específicas, montos mínimos y/o fijos, sobretasas, “implica un elevado costo de administración y gestión para las empresas, especialmente aquellas que operan en múltiples localidades del país”, mencionó la CAC.
El estudio evidencia un aumento significativo en la carga tributaria ejercida por los municipios a través de la tasa sobre el sector comercial, con un aumento promedio del orden del 19,3% para los municipios que gravan el tributo mediante alícuota y del 125% para aquellos municipios que gravan mediante un monto fijo.
Entre los escalafones que elaboró la cámara, observaron que las tasas municipales máximas cobradas al comercio llegan a un máximo de 4,42% en el caso del comercio minorista de Río Cuarto. Otras ciudades con alta carga de tasas son San Fernando del Valle de Catamarca (máximo de 3,30% de tasa), Paraná (2,40%) y Santa Fe (1,80%), Quilmes (1,60%) y Trelew (1,50 por ciento).
En términos promedio, Santa Fe es el municipio con mayor carga tributaria de tasas (pagadas por monto fijo) al comercio de alimentos en comercios de gran tamaño (los supermercados suelen ser, aseguran en la CAC, los establecimientos más alcanzados por la presión tributaria municipal), con un 1,80 por ciento de las ventas netas totales. Le siguieron en ese escalafón Resistencia (Chaco), con 1,008%; La Plata y Posadas con 1%; La Matanza (0,998%), Córdoba (0,945%), Neuquén (0,914%), Lanús (0,849%), Paraná (0,840%), Trelew (0,800%) y Río Cuarto (0,780%), indicó la CAC.
La cámara estimó que desde 2010 hubo un aumento de entre 19,3% y 125% en la carga tributaria de tasas municipales
Con el relevamiento, la CAC pretende, entre otros puntos, “que se evite la imposición sobre las ventas por transformar a la tasa en un verdadero impuesto y que las tasas municipales se adecuen a los principios constitucionales y legales (ley de coparticipación federal de impuestos y otras normas)”.
“En un 73% de los municipios bajo análisis, la tasa sobre la actividad económica se cobra como un porcentaje de la facturación total, funcionando de este modo igual que el impuesto provincial a los ingresos brutos, y acentuando así los efectos distorsivos de este tipo de tributo. El 27% restante grava a la actividad cobrando montos fijos que pueden ser establecidos en función de la superficie, cantidad de empleados, tipo de actividad, entre otras cuestiones”, planteó el informe.
“Para los establecimientos del tamaño ‘grande’, la carga tributaria de las ciudades que gravan la TISH mediante el pago de una alícuota proporcional a los ingresos netos de IVA, es un 360% mayor que la de las ciudades que gravan la TISH mediante el cobro de un monto fijo”, calculó el estudio.
“En los 22 municipios de la muestra que gravan la TISH mediante alícuotas, a partir del año 2021, la alícuota promedio al sector mayorista superó a la del sector minorista, aumentando el efecto piramidación o cascada que caracteriza al tributo cuando es gravado mediante una alícuota”, concluyeron desde la CAC.
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