El programa especial de Facilidades Extendidas (EFF), firmado en marzo 2022 por el ex ministro de Economía Martín Guzmán, con el doble objetivo de extender los vencimientos al próximo gobierno y obtener poco más de USD 5.000 millones de fondos frescos, partió de una tasa de interés variable que rige para los créditos del FMI sobre la moneda contable del organismo (DEG) de 0,25% anual, subió a 3,77% anual en el promedio de mayo, y en junio comenzó con 3,85% anual.
Era sabido que por efecto de los programas especiales de asistencia monetaria internacional para paliar los efectos de la crisis sanitaria entre 2020 y 2021 se iba a generar un escenario posterior de mayores presiones inflacionarias a nivel global, que llevaría a una suba de tasas de interés internacionales, el cual se trasladó sobre el componente variable del costo base del crédito con el FMI que la Argentina mantiene desde mediados de 2018, el cual persiste hasta el presente, y encareció el cargo final de financiamiento del organismo multilateral.
La suba de tasas de interés internacionales se trasladó sobre el componente variable del costo del crédito de Facilidades Extendidas
Eso es lo que ocurrió desde diciembre de 2021, a partir de la constante suba de las tasas de interés de referencia de política monetaria de la Reserva Federal de los EEUU como pilar de la política para desacelerar la inflación que se disparó al rango de 7% anual, la cual fue seguida por muchos de los países miembros del FMI, porque tuvo sus efectos sobre la tasa de interés de los DEG, la unidad de cuenta del organismo de crédito internacional.
Así, el punto de partida de 0,25% anual en la renegociación de marzo de 2022 se multiplicó por poco más de 15 en apenas 14 meses, y todo indica que ese proceso aún no se detendrá, aunque probablemente con la desaceleración de la inflación en los EEUU a 4% en mayo, se espera que el ritmo de suba de la tasa de la FED sea más espaciado.
Esa tasa de interés del DEG que se actualiza semanalmente sobre la base de un promedio ponderado de las representativas de instrumentos de deuda pública a corto plazo en los mercados de dinero de las monedas de la canasta de monedas (dólar estadounidense, euro, yuan chino, yen japonés y libra esterlina- es la base del cargo final, la cual incluye: un nivel base y de eventuales sobrecargos fijos, que aplican cuando el saldo deudor excede ciertos límites.
Adicionalmente, existen comisiones que aplican sobre los desembolsos: la comisión de compromiso y el cargo por servicio, que suma un punto porcentual anual.
Sobrecargos por endeudamiento y plazo
Los sobrecargos aplican cuando el saldo deudor con el organismo supera el límite equivalente a 187,5% de la cuota del país en el FMI, que es el aporte de cada miembro al organismo. Inicialmente es de 200 puntos básicos, y aplica sobre el monto que excede dicho límite.
Pero si el saldo se mantiene por encima de ese umbral durante un cierto período de tiempo (36 meses para el Acuerdos Stand-by -SBA- y 51 meses para el Acuerdo de Facilidades Extendidas -EFF-), el sobrecargo se incrementa otros 100 p.b., hasta 300 puntos básicos.
Destaca un informe especial de la Oficina de Presupuesto del Congreso: “Los sobrecargos se pusieron en práctica por primera vez en 1997, en un contexto de crisis financiera global en el que muchos países acudieron al FMI para solicitar financiamiento. Buscó proteger la capacidad crediticia del organismo, generando incentivos al repago anticipado de los préstamos de mayor monto y plazos más largos.”
A partir de noviembre de 2021 la tasa de sobrecargos se incrementó a 300 puntos básicos
Y recuerda el estudio especial que “en el caso de Argentina, desde el primer desembolso del SBA 2018 aplicaron sobrecargos por 200 p.b., dado que el saldo deudor superó el 187,5% de la cuota. A partir de noviembre de 2021 la tasa de sobrecargos se incrementó a 300 p.b., tras cumplirse 36 meses en esa situación”. La decisión sobre cualquier eventual modificación recae sobre el directorio ejecutivo, integrado por 24 directores que representan a los 190 países miembros del FMI.
De ahí surge que desde un punto de partida en marzo de 2022 de un pago de intereses neto de 4,25% anual, donde la tasa DEG representaba apenas 6% del total, se pasó en la actualidad a 7,77% anual, y una incidencia del componente variable de casi la mitad (49 por ciento).
Frente a la sostenibilidad de un índice de riesgo país por sobre los 2.300 pb, el cargo total del crédito Stand-by del FMI resulta el financiamiento más ventajoso
De todas formas, frente a la sostenibilidad de un índice de riesgo país por sobre los 2.300 puntos básicos, el cargo total del crédito Stand-by del FMI resulta, por lejos, el financiamiento más ventajoso para la Argentina, aunque no por eso deja de ser oneroso para un país que carece de reservas y de superávit fiscal primario suficiente.
Sin embargo, en momento de extrema sequía de dólares en el Banco Central, con una posición de activos externos en términos netos de libre disponibilidad que ingresó en terreno negativo, semejante aumento del cargo mensual de intereses del crédito con el FMI tiende a elevar la volatilidad en el mercado de cambios y exigir políticas efectivas que incentiven el ingreso de divisas a través del intercambio comercial.
Justamente, pese al intento del gobierno nacional de reducir la dependencia del crédito internacional a través de la colocación de títulos bajo legislación nacional, por segundo año consecutivo el monto de intereses pagados por los bonos y deuda con jurisdicción extranjera supera holgadamente a los que se rigen por la justicia local.
En 2022 esa diferencia fue de USD 456 millones; y en los primeros cinco meses del corriente año se amplió considerablemente, a más de USD 2.000 millones.
Según la serie mensual de deuda de la Administración Central, al cierre de mayo el total de deuda bruta de la Administración Central ascendió al equivalente de USD 398.832 millones, de los cuales USD 396.343 millones se encontraba en situación de pago normal, informó la Secretaría de Finanzas, dependiente del Ministerio de Economía. Y si se agrega la deuda del BCRA por los pasivos monetarios remunerados y se deduce la asistencia al Tesoro porque forma parte del activo de la entidad, surge un monto neto consolidado equivalente a USD 442.818 millones, representa 70% del PBI.
En perspectiva
Hacia adelante, resultó auspicioso que los precios al consumidor de mayo en los Estados Unidos subieran al ritmo más lento desde abril de 2021, al tiempo que la inflación mostraba nuevos signos de enfriamiento, según los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Laborales publicados el último martes -0,1% en el mes y 4% en los pasados 12 meses-.
La publicación del dato de precios era esperada con avidez por los mercados, ya que fue clave para que el día siguiente la Reserva Federal (Fed) diera a conocer una nueva decisión de tasas y, como se esperaba, dispuso una pausa en su ciclo de subas por primera vez desde abril del año pasado.
El Comité de la Fed destacó que " busca lograr el máximo empleo e inflación a una tasa del 2% al año a largo plazo. En apoyo de estos objetivos, decidió mantener el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 5% a 5,25% anual. El mantenimiento del rango meta estable en esta reunión permite evaluar información adicional y sus implicaciones para la política monetaria”.
La Fed puso freno a la suba de tasas de interés de referencia de política monetaria y que se traslada a todos los mercados
Y agregó: “Al determinar el alcance de la reafirmación adicional de la política que puede ser apropiada para devolver la inflación al 2% a lo largo del tiempo, el Comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los rezagos con que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y la evolución económica y financiera”.
Sobre esa base, los analistas de Balanz Capital destacaron: “Los datos mantienen el status quo y le dan espacio a la Reserva Federal a hacer una pausa en su decisión, la primera después de que el ciclo se haya iniciado en marzo del año pasado. Esto no significa que la FED no vaya a subir su tasa de política monetaria en julio. De hecho, creemos que es el escenario más probable dado que el mercado laboral se encuentra todavía muy ajustado y que la inflación está descendiendo, pero a una velocidad menor a la deseada”.
De ahí que será clave avanzar en políticas que reduzcan el déficit fiscal primario e incentiven la acumulación de reservas, porque cabe esperar que las necesidades de divisas para pagar los servicios de la deuda bajo legislación extranjera a tasa variable serán sustancialmente mayores a los presupuestados para el resto del año.
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