San Lorenzo y River Plate jugaron este sábado por la noche uun duelo trascendental por la definición de la Liga Profesional que tiene al Millonario como líder indiscutido y al Ciclón como otro de los animadores. Pese a haber quedado lejos de la cima, el equipo de Rubén Darío Insúa salió a jugar el partido como si fuese una final, presionando a su adversario y jugando al límite con las infracciones. Tan así, que en el segundo tiempo sufrió la expulsión de uno de sus jugadores claves.
La roja tuvo lugar a los 24 minutos del complemento, cuando el conjunto visitante intentaba salir por la derecha y la presión alta del local llevó a la inevitable fricción. En su intensión por interrumpir un pase largo, Nahuel Barrios fue al piso para bloquear la pelota, pero tocó el pie de Ignacio Fernández, quien gritó de dolor y se arrojó al suelo de inmediato.
El árbitro no dudó, se acercó al Perrito y le mostró la segunda amarilla y, por consiguiente, la roja, que dejó con 10 hombres al elenco de Boedo. El diez de San Lorenzo había recibido la primera en una acción similar, por ir al piso para cortar un pase de Lucas Beltrán, pero terminó chocando al delantero. Ambas fueron correctas porque en la disputa, las entradas fueron realizadas con alta intensidad, poniendo en riesgo la integridad física del adversario.
El juez del partido, Facundo Tello, había mostrado de arranque que no iba a ser permisivo y en la primera mitad amonestó a cinco jugadores. Incluso, advirtiendo los riesgos que estaban tomando sus jugadores, Insúa iba a sacar a Barrios para darle minutos a Gonzalo Maroni, pero la roja llegó justo antes de que el entrenador pudiera hacer el cambio.
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