Durante el primer semestre de 2023 los trabajadores asalariados perdieron por 3,5 puntos contra la inflación, pero las estadísticas oficiales demuestran que la pérdida del poder adquisitivo no impactó en el consumo de forma significativa, al menos a nivel general.
Según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec, el rubro de “comercio mayorista, minorista y reparaciones”, donde están comprendidos por ejemplo los supermercados y las tiendas de ropa, registró un crecimiento del 1,6% en sus ventas en junio de este año.
Con ese resultado, el nivel de actividad del comercio alcanzó el punto más alto desde marzo de 2018, aunque se debe tener en cuenta que se trata de un rubro muy estacional, por lo que lo técnicamente correcto sería analizar la evolución del ritmo de ventas a lo largo de los meses de junio de cada año. En ese caso, no se encuentra ningún antecedente con un ritmo de consumo más alto que el del sexto mes de 2023 desde que se hace la medición (2004), por lo que se puede concluir que el sector tuvo su mejor inicio de temporada invernal de las últimas dos décadas.
El resultado se desprende de un índice que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos en función de las ventas logradas por el comercio en cuatro grandes rubros de productos: agropecuarios de origen nacional, industriales nacionales, importados y agropecuarios de exportación. A eso se le suma el mantenimiento y reparación de automotores y la reparación de efectos personales.
Qué comercios repuntaron
Como se puede concluir, el segmento comercial del EMAE sintetiza el resultado de ventas de empresas de muchos sectores, pero se puede tener una idea más precisa del comportamiento del consumo analizando otros estudios del Indec publicados en las últimas semanas.
La encuesta de supermercados, por ejemplo, reveló que en el acumulado de los primeros seis meses del 2023 los súpers e hípers del país lograron un incremento real interanual de su facturación del 1,4% (descontando el efecto de la inflación). También los mayoristas tuvieron una primera mitad del año positiva, con una mejora real de facturación del 2,7% en comparación al período enero-junio del 2022.
Donde más se notó el crecimiento fue en los centros de compras. Los comercios facturaron en junio más de $144 mil millones y con eso, alcanzaron un crecimiento real del 11,8% en comparación al mismo mes del año pasado.
La excepción fueron las ventas de electrodomésticos y productos electrónicos. Los negocios de esa categoría registraron en junio pasado un crecimiento interanual nominal del 109,2% en su facturación, con lo que no lograron compensar el avance de la inflación, que fue de 115,6% entre junio de 2022 e igual mes de este año.
En relación a los resultados generales, se debe considerar que las estadísticas reflejan sólo lo ocurrido en junio y durante la primera mitad del año. A partir de entonces el escenario cambió mucho, sobre todo a partir de agosto, con la devaluación del peso y la suba de la tasa de interés de referencia al 118%, lo que le quitó poder de compra al peso y encareció los préstamos y el financiamiento con tarjetas de crédito.
Por otro lado, tuvo cierto nivel de incidencia una de las medidas implementadas por el Gobierno nacional para favorecer la llegada de extranjeros. Desde que se empezó a reconocer a los turistas internacionales un tipo de cambio equivalente al dólar MEP, la llegada de visitantes de otros países se disparó, al punto que varias ciudades fronterizas registraron números récord de turismo internacional y fueron sede de “tours de compras” organizadas desde los países vecinos.
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