El pozole es uno de los platillos más apreciados dentro de la gastronomía mexicana, y su popularidad entre los mexicanos puede atribuirse a diversas razones que van desde su rica historia y significado cultural, hasta su diversidad y sabor único.
Mediante un video publicado en la red social de Tiktok, la usuaria Beatriz Méndez le pregunta a su perrito llamado ‘Gansito’ se encuentra sentado en el comedor esperando a que le den su plato de comida.
Sin embargo, la situación se viralizó cuando el perrito todo desesperado le contestó movimiento su cabeza de arriba para abajo a su dueña, quien le pregunto si quería un pozole.
“¿Quieres Pozole?”, le preguntó la usuaria al tierno cuadrúpedo, quien llorando le contestó afirmativamente mientras movía la cabeza de arriba para abajo, lo que generó la risa entre las personas que estaban presentes.
El video inmediatamente se volvió viral al tener más de 2.5 millones de reproducciones en TikTok y sobre todo de comentarios de usuarios que quedaron enamorados del tierno canino llamado Gansito.
“Necesito ver cuando le da pozole”; “denle su pozole a ese bello canino”; “Cómo asentía con la cabezaaa yo muero de ternuraaa denle su pozoleee”, fueron algunos de los comentarios que hicieron cibernautas en el video, en donde la dueña respondió que solo le dieron unos trozos de carne de res.
¿Es saludable para los perros comer Pozole?
Sin embargo, los perros no deben comer pozole. Aunque es un platillo muy apreciado por los mexicanos por su sabor y tradición, éste contiene ingredientes que pueden ser nocivos para los perros.
Entre estos ingredientes se encuentran el maíz, que en grandes cantidades puede causar indigestión en algunos perros; carne condimentada, que puede ser demasiado especiada y grasosa para su sistema digestivo; y otros elementos como cebolla y ajo, que son tóxicos para los perros.
Además, los huesos de cerdo o pollo, comunes en este platillo, pueden astillarse y causar obstrucciones o perforaciones internas. Por lo tanto, es importante evitar compartir alimentos humanos condimentados o preparados con ingredientes potencialmente peligrosos con los perros, optando en su lugar por alimentos específicamente diseñados para su consumo.
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