La interna del PRO fue noticia toda la semana y sumó una novedad durante la mañana del viernes: Patricia Bullrich anunció que pidió licencia como presidenta del partido, con el objetivo de enfocarse de lleno en la campaña electoral.
“Se torna imprescindible que mis actos sean claros y no se confunda la institucionalidad partidaria con mi precandidatura a Presidenta de la Nación”, explicó la dirigente de la oposición.
En una extensa carta, Bullrich repasó su trayectoria dentro del espacio y enumeró las razones que la llevaron a tomar distancia del cargo, que desde ahora será ocupado por Federico Angelini, diputado nacional, quien hasta ahora era vicepresidente del PRO.
“Debemos hacer todos los esfuerzos para separar nítidamente cada institución, dando pasos en un sentido correcto que afiance la República, sin aprovecharnos de los cargos públicos o partidarios, haciendo el esfuerzo de volver a dotar de prestigio a las herramientas de la institucionalidad”, señaló la referente de Juntos por el Cambio.
“Allí seguramente veremos el resultado más importante, que es el triunfo de la cultura ciudadana por sobre el atropello populista”, destacó en el mismo comunicado.
Ese párrafo fue el pie que utilizó para empezar a describir el país que imagina: “El éxito que busco no es cualquier éxito. Es el éxito producto del esfuerzo, del mérito, de las aulas llenas de alumnos que sean valientes con los desafíos del saber y aprenden a ser libres, el éxito del esmero por volver a ser aquel país ejemplar donde construir futuro sin prebendas ni privilegios de funcionarios millonarios y jubilados en la miseria”.
La carta continuó con esa línea plagada de alusiones indirectas y críticas al kirchnerismo: “El éxito producto de la construcción de una economía sana lejos del capitalismo de amigos, donde unos pocos disfrutan privilegios mientras la industria, el campo y el conocimiento hacen malabares para seguir adelante”.
La precandidata a presidenta por Juntos por el Cambio se enfocó después en la seguridad, una de las áreas que más maneja: “Debemos volver con firmeza a que las herramientas de la sociedad, los instrumentos de la República, estén al servicio de la protección de las víctimas de delitos y se castigue a los delincuentes dentro del marco de la ley. Para hacerlo es imprescindible respaldar a las fuerzas de seguridad y mejorar los servicios de Justicia para garantizar el orden democrático”.
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