Hace ya un año que el sector pesquero venía reclamando un “dólar langostino”, que llegó en la forma del “dólar agro” de $300 (menos retenciones), que para una treintena de producciones regionales, incluida la pesca, tendrá vigencia hasta el 30 de mayo.
De hecho, tras el anuncio del “dólar agro”, la Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores de Argentina (Capeca) celebró el “haber sido escuchados por el gabinete económico, incluyendo a la Secretaría de Agricultura y Subsecretaría de Pesca” y que estos hayan “entendido la necesidad de la industria frente al atraso cambiario y la baja de competitividad”.
En las últimas 10 campañas las exportaciones de langostino sumaron USD 9.671 millones y llegaron a explicar más de 60% de las ventas externas del sector
“Si bien (las medidas) son temporarias, llegan justo a tiempo, porque la industria pesquera no soportaba más este atraso cambiario”, dijo Capeca, que recordó que el sector viene de un 2022 con una baja del 8,4% en sus exportaciones “producto de la combinación entre la caída de los precios y la merma de la demanda en los principales mercados internacionales, principalmente del langostino que representó en 2022 el 53% del valor exportado”.
Aunque celebró el “dólar agro”, Capeca recordó que el retraso del dólar oficial respecto de la inflación y el aumento de costos genera “pérdidas económicas importantes a las empresas exportadoras, desincentivando la inversión y atentando contra la generación de empleo”. De hecho, a lo largo de 2022 el sector planteó la cuestión reiteradamente a los funcionarios de Economía, así como el pedido de ser eximido del “dólar turista” para el pago de los servicios de comunicación satelital.
Potencia exportadora
Aunque el “dólar agro” abarcará a todo el sector pesquero, debe tenerse en cuenta que en las últimas 10 campañas (2013 a 2022) las exportaciones de langostino (cola y entero) sumaron USD 9.671 millones y en algunos años explicaron más de 60% del total de las ventas externas del sector, como en 2018, cuando contribuyeron con USD 1.304 millones de los USD 2.155 millones de exportaciones pesqueras totales, el máximo histórico.
El 31 de marzo último se cerró la campaña del langostino en Chubut, con 116.000 toneladas de captura e ingresos por USD 820 millones, ambos récords históricos a nivel provincial. Se trata de la pesca en aguas hasta 12 millas de la costa. “El hito se alcanzó a partir de la reciente mejora del puerto de Rawson (donde se desembarcaron 91.800 toneladas) y la adopción de restricciones para cuidar el recurso”, destacó la administración de Mariano Arcioni.
En el caso de Rawson, el desembarco fue 72% superior a la campaña 2022 y en Puerto Madryn se desembarcaron otras 24.356 toneladas.
Biología
— ¿Por qué fue tan buena la temporada?, le preguntó Infobae a Gabriel Aguilar, el secretario de Pesca chubutense.
— ”Es difícil asegurarlo, pero sospechamos de dos motivos biológicos: la campaña se inició más tarde, el 20 de noviembre de 2022, cuando lo usual era iniciar a principios de noviembre, lo que le dio más tiempo al desarrollo del cardumen, y en segundo lugar es que en los últimos años hemos cuidado mucho el caladero, vedando y abriendo zonas según fuera conveniente”.
Aguilar recordó que la provincia estaba acostumbrada a “mover” unas 70.000 toneladas anuales en la zafra provincial. Esos volúmenes implicaban unos 8.000 a 9.000 empleos. Esta vez, la demanda se estiró a entre 12.000 y 13.000 puestos de trabajo. “Chubut tiene 42 plantas de procesamiento, y en esta temporada, por cuestiones biológicas cerramos con pescado en el agua, para no estresar el caladero”, explicó Aguilar. Estirar la temporada hubiera también exigido renegociar los convenios de los diferentes gremios, que vencieron el 31 de marzo.
Esta temporada, por cuestiones biológicas cerramos con pescado en el agua, para no estresar el caladero (Aguilar)
La gran campaña chubutense permitió, por ejemplo, que Conarpesa, que procesa langostino salvaje a partir de buques fresqueros y plantas propias en tierra, comercializara en febrero y marzo todo lo que pescó en aguas provinciales, según informó en la Seafood Expo, en Boston (EEUU).
El langostino remanente quedó así para la llamada “flota colorada” (buques congeladores y fresqueros que pescan a más de 12 millas, en el Mar Argentino, que se extiende hasta la milla 200).
— ¿Se quedaron sin el “dólar agro?, le preguntó este medio a Aguilar.
— Todavía hay productos en bodega. Esta medida impacta de lleno en pequeñas y grandes empresas, da alivio financiero, para garantizar que mantendremos volumen”, respondió el secretario de Pesca de Chubut.
La zafra langostinera nacional en zonas “fuera de veda” (básicamente, al norte del paralelo 41) se inicia el 15 de abril y en “zona de veda” (por preservación de la merluza y del propio langostino) a fines de mayo o principios de junio, según surja de la campaña de exploración del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), que se inició el 24 de marzo, otra vez a bordo del buque “Bogavante Segundo”, de Iberconsa, que volverá a puerto en los próximos días. Las exploraciones buscan hacerse siempre en el mismo buque, para mantener constante lo que en la jerga pesquera refieren como CPUE: “Capturas por Unidad de Esfuerzo”.
El que más dólares puede aportar
De la treintena de productos regionales a los que se aplicará el dólar agro, el sector pesquero es el de mayor potencial exportador, como muestra el gráfico del estudio de Jorge Vasconcelos y Maximiliano Gutiérrez, investigadores del Ieral de Fundación Mediterránea, sobre el alcance de la reciente medida. Como se ve, las exportaciones pesqueras solo son superadas por las de carne bovina, no alcanzadas por la medida.
En los próximos días, el sector pesquero se reunirá con autoridades del Gobierno para conocer con precisión las medidas y procedimientos de acceso al dólar agro. Básicamente, se trata objetivos de abastecimiento y precios en el mercado local (adhesión a “Precios Justos”), mantenimiento de la dotación de personal y liquidación de divisas, a los que deberían comprometerse, una por una, las empresas.
Para los langostineros, la medida llega a tiempo, porque abarcará el grueso de la campaña nacional y podrán liquidar a “dólar agro” casi toda la captura mediante prefinanciación de exportaciones.
El resultado final dependerá no solo del volumen de pesca, sino también de los precios en un mercado internacional debilitado
El resultado final dependerá no solo del volumen de pesca, sino también de los precios en un mercado internacional debilitado. Los precios en 2022 repuntaron respecto de 2021, aunque siguieron siendo mucho más bajos que los de prepandemia.
Mirando al Este
Ahora dependerá en gran medida de la demanda china, que en los últimos años había estado muy floja debido a las medidas extremas de cierre de puertos como el de Shanghai para contener la pandemia. Los precios se anudan en contratos de exportación. En el caso del langostino, hacia fines del año pasado apenas superaban los los USD 6.300 por tonelada. Actualmente, Capeca estima el “costo de producción” de la tonelada de langostino en USD 6.800 la tonelada “a bordo” de los congeladores o “buques-factoría”.
Una muestra de la importancia económica de la pesca fue el lanzamiento, el martes 4 de abril, del Índice de Producción Industrial Pesquero” (IPI Pesquero), un nuevo indicador del Indec. El objetivo, dijo el organismo dependiente de Economía, es “medir la evolución mensual de producción del sector desagregada por grupo de especies -peces, crustáceos y moluscos y por tipo de buque -fresqueros y congeladores-”.
En su primer informe, el IPI Pesquero registró que la pesca marítima representa el 94,4% del Valor Bruto de Producción del sector y que, pese a una caída de la actividad en febrero, el primer bimestre cerró con un aumento interanual del 14,4%. El aumento, claro está, fue liderado por “crustáceos” (básicamente, el langostino) con un aumento interanual del 55,3 por ciento.
La pesca marítima representa el 94,4% del Valor Bruto de Producción del sector. El primer bimestre cerró con un aumento interanual del 14,4% (Indec)
Eso sí, el sector también está pendiente de la advertencia del Sindicato de Conductores Motoristas Navales (Siconara) que el 29 de marzo se declaró en estado de alerta por el efecto sobre sus remuneraciones del Impuesto a las Ganancias “por el que el Estado les retiene a los trabajadores gran parte de sus salarios” e insiste en un “legítimo y fundado pedido de alivio fiscal”.
“Los trabajadores embarcados no ganan, sino que obtienen mejores salarios en relación a otras actividades en base a un mayor esfuerzo físico y psicológico, asumiendo mayores riesgos de salud y de vida que los expone a un desgaste prematuro. Desarrollan su prestación laboral en un medio que no es el natural para el ser humano y sacrifican su vida social y la de sus familiares para obtener un mejor salario”, dice el comunicado, que advirtió sobre un posible paro de actividades y fue suscripto también por el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, el Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante y el Sindicato de Obreros Martítimos Unidos (SOMU).
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