Martín Galdeano ha sido nombrado recientemente como nuevo Presidente de Ford Sudamérica. Esta responsabilidad llega en un momento muy especial de su carrera, porque después de haber ocupado distintas posiciones en varios países del mundo, había regresado a su país para tomar las riendas de la querida Ford Argentina.
“Mi padre entró a trabajar a Ford el mismo año en el que yo nací. Y después yo pude también entrar a Ford a través de un programa de pasantías que hoy todavía existe. Jamás me imaginé que iba a estar tanto tiempo en la empresa, y mucho menos llegar al lugar en el que me encuentro. Es un orgullo muy grande y una gran alegría personal. Uno siempre trabaja sin pensar hasta dónde va a llegar. Y la verdad es que estoy encantado con esta nueva responsabilidad. Me encanta trabajar en Argentina con gente que me conoce y que me sufre. También en Brasil, donde trabajé cuatro años y tengo un equipo de gente que respeto y admiro”, comenzó la distendida charla con Infobae durante la presentación oficial de la Nueva Ford Bronco.
Pero más allá de la satisfacción personal, hay un trabajo muy grande por hacer. Ford ha cambiado su política de productos hace algunos años, concentrándose en fabricar únicamente vehículos utilitarios, comerciales y SUV, y ese cambio impactó en todos los mercados donde tenía fuerte presencia con la línea de Raza Fuerte, pero especialmente con autos muy populares como fueron el SUV EcoSport, o los famosos Ka, Fiesta y Focus. Hay un enorme desafío por delante más allá de las fronteras de Argentina y Brasil.
“Por mi forma de ser y trabajar, a mí me gusta el liderazgo cercano, y hoy el desafío que tengo está en cómo mantener mi estilo dividiéndome en un montón de lugares. Quiero estar en todos lados y entonces me la paso viajando. Pero supongo que son los ‘dolores’ típicos de esta nueva etapa hasta que le tome el ritmo. Tengo el desafío de entender mercados con la profundidad que entiendo los de Argentina y Brasil. Me falta profundizar más en lo que nosotros llamamos la costa oeste de Sudamérica, es decir Chile, Perú, Ecuador, Colombia. En abril, por ejemplo, me voy a hacer una inmersión en Colombia. Es un lindo desafío, porque la marca está en un muy buen momento. Renovamos completamente el portafolio, ahora tenemos un modelo de negocios distinto, con mucho trabajo en servicio y en la experiencia que le brindamos a nuestros clientes. Y eso es sumamente motivador, se trata de cómo cuidamos la marca”, describe Galdeano.
Ganar más clientes en esos mercados es probablemente el mayor desafío para Ford desde que lanzó en julio de 2023 la nueva generación de la pick-up Ranger. Con Brasil, el principal socio de Argentina, el lazo comercial está muy sólido y la camioneta fabricada en General Pacheco ha logrado superar incluso a la local e histórica rival, la Chevrolet S10, en el ranking de ventas del mes de febrero. Pero en cambio, crecer a ese nivel en los otros mercados sudamericanos son objetivos que la gestión del ejecutivo argentino debe lograr.
“Estos días me invitaron a hablar sobre competitividad en Summit de AmCham, el evento de la cámara de comercio americana. Y expuse mi visión diciendo que nuestra mentalidad tiene que ser competir en Argentina. En el mundo no hay muchos ejemplos de países en los que haya un mercado de 500.000 unidades y haya 12 o 13 terminales produciendo. Lo que tenemos en Argentina es una industria automotriz armada para exportar. Entonces tenemos que competir. Nuestra mentalidad tiene que ser la misma que tenemos en el deporte: competir”, dice.
“Para competir de manera eficiente, lo primero que se necesita es que nosotros, los empresarios, hagamos nuestra parte, que es traer inversión y tecnología. En Argentina competimos porque más clientes nos elijan, pero aparte, cada uno de nosotros, Ford en este caso, compite también con otras fábricas de Ford en el mundo que producen Ranger también, como Tailandia, Sudáfrica o Estados Unidos. Pacheco compite contra esas plantas por ser fuente de abastecimiento de México, por ejemplo, o de Chile. Entonces, lo primero es tener la tecnología comparable con la de los lugares con los que competís. Nosotros hicimos esa inversión. La semana pasada estuve en Sudáfrica y la planta es igual a la nuestra”, explicó, haciendo mención a la inversión de 660 millones de dólares que Ford hizo en el Centro Industria Pacheco para producir la nueva Ranger y la planta de motores que se estrena este año.
“Es ahí donde entra en escena el otro pilar que debe estar alineado, que es el marco regulatorio, impositivo, las reglas de largo plazo que vos tenés en el país. Es decir, cómo es Argentina respecto a Tailandia, Sudáfrica o Estados Unidos en ese aspecto. Vos hoy en Argentina producis una camioneta, la sacás por la punta de línea, la subis a un barco, y tiene entre 20 y 25 puntos de impuestos. Sudáfrica tiene cero. Tailandia tiene cero”, explica.
En este punto, para Galdeano se presenta el mismo escenario que todos los otros actores de la industria automotriz vienen describiendo con mayor o menor énfasis desde que Javier Milei ganó las elecciones hasta la fecha: la enorme carga impositiva que pesa doblemente sobre la producción y la comercialización de automóviles.
“Todos en el mundo de los negocios estamos convencidos que déficit fiscal es la prioridad, pero en el mediano plazo, y hasta diría que entre el corto y el mediano plazo, eso hay que corregirlo. Porque lo que termina pasando es que un mercado que está al lado, como es el de Chile, te dice que le conviene importar la Ranger de Tailandia a pesar de estar en el otro lado del mundo. Esas asimetrías, cuando tenés un negocio o una industria que está preparada para exportar, las tenés que arreglar. Además, históricamente, esos 20 a 25 puntos de impuestos eran 12, porque tenías ingresos brutos, impuesto a débitos y créditos, algo de tasas municipales que te terminaban afectando, pero ahora le sumamos el Impuesto PAIS y algunas retenciones que hace la aduana, entonces, todo eso lo llevó a un nivel muy alto. La urgencia es el déficit fiscal, nadie está en desacuerdo con eso, porque no se puede consistentemente gastar más de lo que ingresa, pero nosotros tenemos que plantear una industria que compita. Y para competir necesitas que eso esté en orden”, detalló el Presidente de Ford Sudamérica.
Las plantas de autos en Argentina están preparadas para producir el doble de lo que fabricaron en 2023, que fueron 610.000 unidades para abastecer el mercado interno y externo. Con un escenario económico complejo, que podría contraerse un 25% para 2024, la sustentabilidad de las operaciones de todas las automotrices en Argentina tiene que provenir de las exportaciones. Y bajar el costo de producción es una de las herramientas que todas las marcas necesitan para no perder mercados externos.
“Si yo agarro el promedio de los últimos cinco o seis años, seguramente en la industria automotriz fueron unas 500.000 unidades. Vos no invertís 500 ó 600 millones de dólares como hicimos nosotros pensando solamente en vender autos en Argentina. Lo hacés porque una parte muy sustancial de tu producción se va para afuera. Entonces creo que el último de los pilares que Argentina trabajó mucho, pero tiene que seguir mejorando, es cuáles son las condiciones de entrada que tienen los productos argentinos en otros mercados contra esas economías con las que competimos. Es decir, qué le cobra la Unión Europea a una Ranger hecha en Argentina y qué le cobra a una hecha en Sudáfrica. Hay que hacer tratados de libre comercio. Esas son las tres partes que tienen que estar en orden para que podamos competir. Nadie nos va a comprar porque seamos Argentina”, sintetizó.
El cambio de gobierno y las ideas de volver a poner a Argentina en los mercados internacionales que expresa, deberían generar el marco adecuado para esas transformaciones estructurales que plantea Galdeano. La primera es de los privados, las otras dos, requieren cambios de la política.
“Creo que el actual es un momento en el que todos los actores de la economía, privados y públicos, están entendiendo que esa es la dinámica. Que eso es lo que hay que hacer. Estamos confiados en que esto es algo que se va a solucionar”, sentenció.
La coyuntura local del mercado no deja de ser, sin embargo, una de las preocupaciones de los fabricantes argentinos. Las previsiones más optimistas hablan de un mercado que bajará de los 450.000 autos vendidos en 2023 a unos 380.000, aunque otros modelos de proyecciones creen que si marzo no es bueno, ese piso podría perforar las 320.000 unidades.
Galdeano ensayó su visión del momento. “Enero arranco un 30% abajo en comparación con 2023. La proyección del año pasado en enero era de entre 440.000 y 450.000 y así fue al fin de año. Febrero cerró algo menos de 20% debajo de la referencia interanual. Para marzo estamos viendo algo en el medio, entre el 20 y 30%. Es prematuro decirlo, pero nosotros hoy estamos trabajando en un rango de entre 340.000 y 370.000 unidades año. Vemos la profundidad de los ajustes que se están haciendo y como impactan en el consumo, pero vemos también que hay sectores que van a dinamizar la economía, como el campo, la minería, oli & gas, y que van a beneficiar muy fuertemente a las pick-ups. Si este puente que se está construyendo funciona bien, se debería dinamizar la industria incluso antes del segundo semestre”, finalizó el ejecutivo.
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