Los usuarios residenciales calificados como de altos ingresos, comercios, industrias, edificios públicos y universidades, entre otros, podrían recibir en breve un nuevo aumento en sus boletas de luz que se sumará al que se aplicó en febrero. Así, ese grupo pagará 100% más solo por el concepto del costo de la electricidad en sus facturas finales para el trimestre mayo-julio. El traslado a los segmentos de medios y bajos ingresos podría ser un golpe fuerte para los bolsillos pero no hacerlo implica un gasto mayor en subsidios que atentará contra la meta de equilibrio fiscal del Gobierno.
Así se desprende de la última programación estacional provisoria para el costo de la energía que publicó el viernes la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista Eléctrico (Cammesa) para el período mayo-julio de 2024. Allí suele realizarse la proyección del costo de todo el sistema eléctrico nacional que compran las distribuidoras y grandes usuarios de la Argentina.
El traslado a los segmentos de medios y bajos ingresos podría ser un golpe fuerte para los bolsillos pero no hacerlo implica un gasto mayor en subsidios
Esta programación no implica un impacto automático en las facturas, ya que es la Secretaría de Energía de Eduardo Rodríguez Chirillo la que deberá definir cuánto es lo que pagará la demanda sobre ese costo. Este ítem representa cerca del 40% de las boletas finales de luz, mientras que se suman los de transporte, distribución e impuestos.
En detalle, Cammesa prevé que el costo de la energía eléctrica crecerán alrededor de 100% para el semestre mayo-octubre de 2024. Vale aclarar que se tomó un tipo de cambio promedio de $1.200 pero porque se tomó el tipo de cambio que contempla el mercado de futuros del dólar y no necesariamente es una proyección oficial.
Actualmente no todos los usuarios pagan lo mismo por el costo de la energía en sus facturas, que es donde se otorgan los subsidios. El esquema vigente de subvenciones marca tres universos: altos ingresos (N1), bajos ingresos (N2) y medios ingresos (N3) determinados por la Canasta Básica Total (CBT) del Indec.
En el caso de los N1, estos pagan el costo pleno de la electricidad y, por tanto, no reciben subsidios. Según los cálculos del economista Julián Rojo, un hogar de ese segmento tendrá un aumento del precio de la energía del 115% respecto a abril, del 290% contra febrero y de 340% respecto a enero de 2024. Solo por ese concepto, estimó, la factura final sufrirá un aumento del 50% desde mayo.
Esta programación de Cammesa no implica un impacto automático en las facturas, ya que es la Secretaría de Energía la que deberá definir cuánto es lo que pagará la demanda sobre ese costo
Pero el dato que más llama la atención es qué sucederá con los N2 y N3 que representan cerca de 7 de cada 10 usuarios pero pagan menos del 9% del costo de la electricidad en sus facturas. Con la nueva proyección de Cammesa, esa cobertura se reducirá a 3% y 4%, respectivamente.
Eso implicaría un mayor gasto del Gobierno para subsidiar la diferencia entre lo que pagan estos usuarios y el costo de la electricidad. Sin embargo, que comiencen a pagar sin subsidios la energía abriría la puerta a subas en torno al 1.200% según los cálculos de Rojo.
Una de las claves será la aplicación del nuevo esquema de subsidios que prepara la Secretaría de Energía. La idea original es que todos los usuarios paguen el “costo real” de la energía y que los subsidios se otorguen directamente a la demanda cuyos ingresos destinados al pago de estos servicios no represente un porcentaje determinado de una Canasta Básica Energética (CBE) que incluirá el tipo de consumo según cada zona bioclimática del país. Aunque aún no está 100% definida la aplicación.
Los usuarios residenciales recibieron las boletas de febrero, que llegaron en marzo, con el aumento correspondiente al aumento del 118% en el costo de la energía post devaluación solo para los N1 y del costo de distribución para todos los usuarios, para todas las categorías que ahora estarán divididas en cuatro niveles.
La consultora Economía & Energía publicó en su último informe mensual una estimación de cuál será la magnitud de aumentos que recibirá cada tipo de usuario en base a su nivel de consumo y el segmento poblacional en el que se encuentre.
El norte del Gobierno continúa centrado en la necesidad de recortar el gasto en subsidios
“Las facturas promedio mensuales se incrementan 183% para los usuarios residenciales de ingresos altos (de $10.467 a $29,637), mientras que para los de ingresos bajos es del 185% ($3.970 a $11.313) y para los de ingresos medios es del 177% ($5.518 a $15.260)”, destacó Economía y Energía. Los usuarios industriales y comerciales habían recibido en febrero subas que en algunos casos superaban el 300 por ciento.
Ante las medidas que definió la Secretaría de Energía, a estos incrementos se sumarán las actualizaciones mensuales en el costo de distribución a partir de abril y el nuevo criterio de asignación de subsidios.
El norte del Gobierno continúa centrado en la necesidad de recortar el gasto en subsidios. Para el año 2023, el volumen de estas erogaciones alcanzó el 2,1% del Producto Interno Bruto (PIB), contribuyendo el sector energético con 1,6 puntos porcentuales, lo que representa aproximadamente 9.683 millones de dólares, de acuerdo a estimaciones realizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la consultora Economía & Energía. Se ha establecido como objetivo para el año 2024 reducir estos subsidios a un 1,3% del PIB en términos generales, y a un 1,1% específicamente en el ámbito energético.
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