Antes de dormirlo, los agentes dieron a Tazer su comida favorita para cenar: galletas de pollo (Video: Tribune/Fox43)
El sábado pasado, al terminar su turno de trabajo, el sargento Chris Martínez miró a su compañero Tazer, un perro policía con 9 años de servicio, y supo que algo no marchaba bien.
Llevó al animal a la clínica para que le realizaran un chequeo. Se encontró con un diagnóstico desolador.
Los resultados revelaron que el K9 -término que designa a los oficiales caninos- sufría de un cáncer de huesos en estado avanzado en sus extremidades traseras. Este se había expandido de forma agresiva e irreparable. No había cura.
La noticia supuso un duro golpe para los elementos del cuerpo de policía del municipio de Newberry, en Pennsylvania. El veterinario, desconcertado, explicó a los oficiales que no sabía cómo el perro había reunido las fuerzas para continuar trabajando a pesar de su enfermedad. Además del carcinoma, Tazer había perdido la vista.
"Él no cojeaba. No mostraba ningún signo de sufrir cáncer de huesos. Y este cáncer duele" contó el veterinario Lewis Hartman, que atendió al pastor alemán en el Hospital Veterinario Valley Green.
Recibieron los resultados el martes de esta semana. Un día después, 70 agentes se presentaron en el exterior de la clínica veterinaria, con 40 coches de policía y 18 oficiales caninos, para despedir con todos los honores al can condecorado antes de que fuera sacrificado.
Firmes, formando un pasillo a la entrada del centro, y con lágrimas en los ojos, los policías dieron su último adiós a Tazer. Las imágenes muestran cómo Chris Martínez avanza junto al K9 hacia las puertas, guiando cada uno de los pasos del pastor alemán. Permaneció a su lado hasta que su fiel compañero cerró sus ojos por última vez.
"Fue increíble la fuerza que demostró Tazer, su resistencia, su espíritu. Cómo caminó cuando tenía cáncer de hueso en ambas patas traseras. Esto fue increíble" destacó el doctor.
La entereza que demostró durante sus últimos minutos no es más que el reflejo del coraje que demostró durante sus años de servicio. Especializado en el rastreo y la detección de narcóticos, Tazer fue condecorado en numerosas ocasiones.
Recibió dos Medallas al Valor, una Medalla por Servicio Meritorio y otros cuatro reconocimientos.
Antes de sedarlo, sus compañeros le sirvieron una suculenta cena a base de su comida favorita: galletas de pollo.
"Tazer fue un K9 guerrero hasta el final y será extrañado por muchos. Nos gustaría agradecer al K9 Tazer por su servicio dedicado y desinteresado a los residentes del municipio de Newberry y en general, a la comunidad de Pennsylvania" escribió el departamento de policía de Newberry en un comunicado a través de Facebook.
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