El Gobierno empieza a desarrollar sus primeros lineamientos para la obra pública, un sector que sufrirá este año un recorte en su fondeo y que mudará hacia un esquema de financiamiento privado. En medio de una parálisis general del sector alertado por las empresas, el Ministerio de Infraestructura recibió a gobernadores que manifestaron sus preocupaciones por proyectos que consideran necesarios para su continuidad y ya anticipó que buscará relicitar concesiones clave en sectores como vialidad o energía hidroeléctrica.
El ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro mantuvo este jueves reuniones con mandatarios provinciales de Chubut Ignacio Torres, de San Luis Claudio Poggi y de Chaco Leandro Zdero. Ya habían pasado por el piso 11 del Palacio de Hacienda anteriormente los gobernadores de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, de Santa Fe Maximiliano Pullaro y de San Juan Marcelo Orrego. Los mandatarios plantearon cuáles son los proyectos de obra pública que necesitan en marcha aún en el contexto de recorte en el presupuesto que decidió el presidente Javier Milei.
La lógica que aplicará Infraestructura y que les fue comunicado a empresarios del sector y a los mandatarios que se reúnen con Ferraro, es que las obras que fueron licitadas pero que no registran ningún porcentaje de ejecución ni avance de la obra serán discontinuadas.
Las obras que fueron licitadas pero que no registran ningún porcentaje de ejecución ni avance de la obra serán discontinuadas
Algunas de ellas serán relicitadas bajo el nuevo esquema en el que el fondeo deberá ser privado y por el que las empresas deberán pulsear para quedarse con cada proyecto. Es una idea disputada entre las empresas constructoras ya que estiman, a vuelo de pájaro, que un 95% de ese tipo de obras no tiene poder de repago y que no tendrían atractivo para el sector privado.
En todo caso, la restricción presupuestaria reforzada que implicará el fuerte ajuste fiscal que buscará el gobierno libertario para el primer año de mandato acortará los bordes de gasto para la obra pública. En el Ministerio de Economía aseguran que Infraestructura deberá decidir cuáles son las obras que -ya con algún porcentaje de ejecución considerable- continuarán su marcha. También podrán seguir las que tienen financiamiento de créditos de organismos internacionales, que representan un 17% del total de las obras. El resto quedará sin fondeo.
El ministro Ferraro ya anticipó en reuniones que uno de los lineamientos principales de su gestión será poner en revisión contratos concesionados de hidroeléctricas, la Hidrovía, desarrollos viales, transporte de gas o energía eléctrica, entre otros.
En el piso 11 de Hacienda consideran que esos contratos, que en muchos casos fueron firmados durante la década del 90, con duración de dos décadas o más, fueron prorrogados “precariamente” y que eso provocó que el nivel de inversiones de esas empresas fuera mínimo o nulo, algunos de ellos fueron reestatizados. Esos contratos serán puestos a revisión y el Estado no se quedaría con ninguno.
Ferraro tiene un equipo ad hoc para esas tareas. Aunque no tienen aún nombramiento en el Boletín Oficial, Luis Gióvine (ex funcionario del ente regulador de la energía eléctrica de Córdoba) actúa como secretario de Obras Públicas. También contará con una secretaría específica para la administración de las concesiones y las privatizaciones.
Ferraro ya anticipó en reuniones que uno de los lineamientos principales de su gestión será poner en revisión contratos concesionados de hidroeléctricas, la hidrovía, desarrollos viales, transporte de gas o energía eléctrica
El recorte de partidas para la obra pública es unas de las columnas principales sobre las que se apoya el fuerte ajuste fiscal que propiciará el gobierno de Javier Milei en 2024. Según la planilla que elaboró el equipo del ministro de Economía Luis Caputo, debería haber un recorte del 0,7% del PBI en el presupuesto destinado a este tipo de proyectos. Junto con las transferencias a gobernadores (también con 0,7% del Producto) son los rubros con podas más pronunciadas.
No sería ese, únicamente, el desafío que afrontará el sector. Fuentes privadas aseguraron a Infobae que las obras están en un estado de “parálisis”. Hay un motivo estacional, que es que entre mediados de diciembre y la segunda semana de enero muchos trabajadores de la construcción vuelven a sus lugares de origen para pasar las Fiestas. Y además del presupuestario, otro que está relacionado a la disparada inflacionaria de los últimos meses, pero en especial en diciembre.
“Los contratos son irrealizables con este esquema de redeterminación de costos y con una inflación como la que tuviste en diciembre y la que vas a tener en enero. Aunque te digan que la plata está, no se puede retomar la obra”, mencionó una fuente del sector. A partir de mediados de enero ese efecto de paralización de obras, aseguran, debería empezar a ser más notorio. Alguna advertencia sobre la continuidad de los puestos de trabajo había planteado durante fines de noviembre el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) Gustavo Weiss.
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