El automóvil es una masa de acero que pesa entre 1.000 y 2.500 kilos, que está vinculada al piso únicamente por cuatro puntos de apoyo: los neumáticos.
Sin embargo, pocas conductores tienen en cuenta este detalle, y dejan de lado el mantenimiento de las ruedas, como si su función no afectara directamente el comportamiento del vehículo, influyendo tanto en la seguridad como en algo muy valorado hoy en día como es el consumo de combustible. Un auto con sus cuatro neumáticos inflados correctamente rodará con menor esfuerzo y gastará menos para ir a la misma velocidad que uno con la presión baja en sus ruedas.
Un estudio realizado por la Cámara de Empresas de Control y Administración de Infracciones de Transito de la República Argentina (Cecaitra), que nuclea a las empresas productoras de software vial, buscó a través de un sondeo telefónico en CABA y Gran Buenos Aires, qué clase de mantenimiento se hace generalmente sobre los neumáticos por parte de los usuarios de automóviles.
La primera pregunta que se realizó fue dirigida a saber cada cuánto tiempo se verifica la presión de inflado de las ruedas del vehículo particular. Allí, el 39,4% dijo hacerlo al menos una vez al mes; el 26,9% sostuvo que lo hace más de una vez al mes; el 26,1% expresó que lo verifica dejando pasar más de un mes; y el resto, un 7,6% de los encuestados, reconoció que no le presta atención.
Los especialistas viales sostienen que es esencial verificar que los neumáticos estén lo suficientemente inflados para encarar el viaje y, aunque cada auto tiene sus propias especificaciones, un auto mediano es ideal que cuente con una presión de 32 o 33 libras para soportar el peso de valijas y ocupantes; es decir, entre tres y cinco libras más que lo habitual para conducir por la ciudad.
Respecto específicamente a la presión de inflado, la siguiente consulta fue si los usuarios saben cuánta presión deben llevar los neumáticos. En este caso, 9 de cada 10 personas respondieron que sí, conformando un 85,9% de los encuestados. Un 6,6% dijo que lo verifica en cada ocasión, otro 6.6% dijo que no la conoce, y el 0,9% contestó que considera que es indistinto.
Así, las respuestas dieron lugar a una repregunta, indagando específicamente sobre el conocimiento de la presión que cada vehículo necesita. La pregunta era si las personas sabían si en algún lugar del automóvil hay una indicación de la medida de presión de inflado. Aquí sólo el 33,8% contestó correctamente al decir que la indicación está en la puerta del auto. El 43,2% respondió que no sabía, el 15,8% dijo que la información se encuentra en los vidrios del automóvil, y el 7,1% sostuvo que puede estar tanto en los vidrios como en la puerta.
“Es preocupante que sólo 3 de cada 10 conductoras y conductores sepan en qué lugar del vehículo se encuentra la información que se necesita cuando se deben poner en condiciones los neumáticos. No es un capricho el control de los neumáticos, ya que una presión insuficiente puede causar su desgaste y aumentar la posibilidad de sufrir un reventón: Presiones de aire muy bajas aumentan la distancia de frenado y un neumático demasiado inflado tiene menos superficie en contacto con el suelo, por lo que agarran menos en cualquier circunstancia y así, tanto la capacidad de frenada, como la de agarre lateral y como la aceleración se verán reducidas”, explicó el vocero del Observatorio Vial de Cecaitra, Facundo Jaime.
Por último, el estudio consultó acerca del tiempo de uso adecuado de los neumáticos, preguntando cuándo considera que deben ser reemplazados. En este caso, un 66,5% contestó de manera correcta, es decir que debe realizarse cuando la profundidad mínima de su dibujo es inferior a 1,6 milímetros. Para el 5,6% de los encuestados, los neumáticos deben cambiarse cuando fueron utilizados más de 3.000 kilómetros; un 20,7% dijo que debía hacerse cuando ocurriera cualquiera de las dos situaciones anteriores; en tanto un 7,2% reconoció que no sabe.
Lo que dice la Ley nacional de tránsito 24.449, reglamentada mediante el decreto 775/95, es que “los indicadores de desgaste o la profundidad remanente de la zona central de la banda de rodamiento debe observar una magnitud no inferior a uno con seis décimas de milímetro (1,6 mm). En neumáticos para motocicletas la profundidad mínima será de un milímetro (1 mm) y en ciclomotores de cinco décimas de milímetro (0,5 mm)”.
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