Por primera vez en muchos meses, los autos, los SUV y los vehículos utilitarios van camino a aumentar su precio en una proporción similar entre sí en el mercado argentino. Esto es debido a que una vez que el gobierno modificó la base imponible del impuesto interno que se hizo famoso como el “impuesto a los autos de lujo”, la mayoría de los modelos más accesibles del mercado, los sedanes y hatchback, no deben dejar su precio topeado para evitar el arancel que afecta a todos los modelos de uso particular.
La mejor forma de ver reflejada la distorsión que esto generaba en el mercado siempre estaba dada por las camionetas y furgones, que al no estar alcanzados por ese impuesto por tratarse de vehículos afectados al trabajo, los fabricantes tenían libertad para establecer sus actualizaciones de precios de acuerdo a la inflación de cada mes.
Así era muy evidente que los precios corrían a la misma velocidad de la depreciación de la moneda nacional en los segmentos libres de intervención y pero se seguían retrasando en el resto de la industria automotriz.
Pero como algunas marcas habían publicado listas de precios a mitad de enero y otras mantuvieron los valores de finales de diciembre, el escenario todavía se sigue ajustando y recién cuando haya terminado febrero, debería ser posible comprobar que tanto autos, como SUV o pick-ups actualicen sus precios en porcentajes similares.
Las camionetas de una tonelada son las más populares del mercado y el producto que más se fabrica en las plantas argentinas, con cinco modelos nacionales, Toyota Hilux, Volkswagen Amarok, Ford Ranger, Nissan Frontier y Renault Alaskan, y uno importado de Brasil, Chevrolet S10.
Luego de dos meses en los que algunos fabricantes tomaron distintas estrategias de aumentos en fechas diversas y por lo tanto con porcentajes diferentes, el mercado quedó equilibrado con precios muy competitivos para casi todas las marcas.
Salvo algunas marcas como Toyota o Chevrolet, que todavía comercializan versiones chasis o de cabina simple, la comparación se puede hacer con las pick-up medianas de doble cabina, tracción simple y caja de cambios manual, como las representantes de las camionetas más accesibles que ofrecen todos los fabricantes.
La más barata es la importada que trae General Motors, la Chevrolet S10 2.8 LS, que tiene un precio de $27.333.900 y sobresale del resto de los competidores en el segmento. Luego entra la nueva Ford Ranger XL 2.0, que se vende en $31.519.000, seguida por la Toyota Hilux 2.4, que tiene un precio de $32.185.000, la Renault Alaskan Confort con $33.592.000, la Volkswagen Amarok Trendline, publicada en $33.695.650 y finalmente la Nissan Frontier S 2.3, que tiene un precio de 33.705.300 millones de pesos.
Entrando en las más accesibles pero que ofrecen tracción integral aunque con equipamiento básico, la Ford Ranger XL 2.0 tiene un precio de $36.161.000, Volkswagen Amarok Trendline en $37.096.150, Toyota Hilux DX 2.4 en $37.713.000, Nissan Frontier S en $34.637.700, la Renault Alaskan Confort en $39.922.000. Todas estas versiones 4×4 tienen asociada una caja de cambios también de accionamiento manual. No entra en esta categoría General Motors porque no tiene una versión 4×4 con caja manual sino directamente pasa a la transmisión automática.
Y es en este segmento en el que vuelve a estar completa la oferta. Nissan tiene un producto con ambas cualidades a mejor precio, como es la Frontier X-Gear 4WD 2.3 en $42.185.000. Después aparece Chevrolet con la S10 2.8 LT AT en $43.823.900, delante de Toyota con la Hilux SR 2.8 AT en $46.077.000. En este segmento dos marcas tienen alternativas de motor de 4 cilindros o un V6. Se trata de Volkswagen con su Amarok V6 Comfortline y un precio de $48.552.050 o la Highline, mucho más equipada pero con el motor de 4 cilindros y un precio de $54.738.550.
La otra marca con ambas motorizaciones diésel es Ford, que ofrece la Ranger XLS V6 en $49.100.000 o la XLT 2.0 litros en $49.871.000. Finalmente, mostrando que a medida que sube el equipamiento, las marcas empiezan a tomar distintos caminos, la Renault Alaskan Outsider 2.3 dCi AT se publica con un precio de $50.597.700.
Las camionetas de una tonelada llegan a la cima de precios del mercado automotor que vende sus productos en pesos en Argentina, con sus modelos del segmento de alta gama donde todos tienen participación. Allí, la Chevrolet S10 2.8 HC está en $51.008.900, seguida por la Alaskan Iconic 2.3 4WD con un precio de $54.795.800, la Frontier Pro4X está en $55.537.500, y un escalón por encima de ellas, aparecen la Amarok Black Style V6 en $64.524.000, la Ranger Limited+ V6 en $64.840.000 y la especial Hilux GR-SPORT IV 2.8 se vende en $64.886.000, siendo la única versión deportiva de las pick-ups medianas del mercado argentino.
Entre las más accesibles y las más costosas, todas las marcas tienen muchas variantes que combinan confort, equipamiento, motorizaciones, tipo de transmisión manual o automática, y opcionales congurables casi a nivel de personalización. Chevrolet trae 7 versiones de la S10, Renault fabrica en Santa Isabel nada menos que 19 configuraciones distintas de Alaskan. En la misma planta de la provincia de Córdoba, Nissan hace 10 distintas Frontier. En Zárate, Toyota fabrica 16 Hilux distinas. Y finalmente, en General Pacheco, Ford tiene 8 versiones de Ranger y su vecino, Volkswagen, produce 13 Amarok con distinta especificación. En total, el consumidor argentino tiene 73 combinaciones posibles de marca y configuración de camioneta en el segmento de una tonelada.
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