Después de que se diera a conocer el 20 de julio de 2023 el borrador de dos proyectos a la educación de Colombia, causó polémica en el país la reforma a esta cartera, que asume la preparación académica de los jóvenes, incluida la superior, como un derecho fundamental. Se trata del artículo 16 de este proyecto de ley estatutaria que indica que “el Estado consolidará un sistema de articulación entre la educación media y superior que propenda por el acceso progresivo de los estudiantes a esta última, lo que podrá incluir el grado duodécimo (12°)”.
En un principio se creyó que se trataría de una ampliación de la educación media en un año, lo que no sentó nada bien a estudiantes y padres de familia del país. Sin embargo, en las últimas horas desde el Ministerio de Educación se informó que todo se trata de una malinterpretación del texto. “No estamos diciendo que en Colombia el bachillerato vaya a dejar de terminar en el grado 11. No se va a extender un grado más el bachillerato”, indicó el viceministro de Educación, Óscar Sánchez.
Según informó el funcionario, el propósito de este artículo es conseguir una articulación entre la educación media y superior del país, que le permita a los estudiantes avanzar en su profesionalización mientras aún se encuentran en el colegio. “En Colombia el bachillerato se alcanza en el grado 11, pero existe la articulación de la educación media con la superior (…) ahí se puede ir avanzando parte de la educación superior”, señaló Sánchez.
En otras palabras, lo que busca el proyecto de reforma es que esta articulación, que ya existe en varios colegios públicos del país, se haga más robusta y permita a adoptar un modelo similar al que ya se implementa en las escuelas normales superiores, donde extienden sus grados en uno o dos años más, pero se enfatiza en la preparación docente de los estudiantes. Incluso, muchos de ellos logran graduarse y obtener empleos en jardines y colegios de primaria de forma rápida y fácil. “Estando físicamente en los colegios, se puede recibir educación superior”, expresó el viceministro.
Óscar Sánchez también se refirió al caso de algunos colegios del país que ya mantiene alianzas con el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), en los que los estudiantes reciben una doble titulación (bachillerato y técnico laboral), sin necesidad de ampliar el número de años de estudio, aunque en muchos casos, sí requiere de la ampliación del horario de estudio.
“Lo que queremos es que una de las estrategias para fortalecer la articulación entre la educación media con la universitaria sea que los colegios o escuelas implementen un grado para que los estudiantes empiecen a tomar materias universitarias, de acuerdo con los convenios que hagan con las instituciones de educación superior” señaló el viceministro de la cartera.
Por su parte, la ministra de Educación, Aurora Vergara, también afirmó que en el país ya se adelantan pilotos para beneficiar a los estudiantes del país, en el caso de algunos colegios de Soacha, que hicieron alianza con la Universidad de Cundinamarca. “Esta universidad y las instituciones pueden generar mecanismos de articulación que permitan, por ejemplo, que las personas que estén en los últimos años estén generando los créditos que los lleven a la educación superior. De tal manera que, cuando la persona se gradúe de once, pueda conectarse con la U. de Cundinamarca en el semestre número cuatro”, indicó la jefa de la cartera.
Entretanto, los expertos advierten que esta iniciativa puede resultar de gran beneficio para los futuros bachilleres el país, aunque sugieren que se plantee primero un modelo para evitar la deserción escolar puesto que, según estadísticas, los jóvenes de los estratos más bajos de Colombia lideran la lista de abandono escolar durante décimo y once.
Vergara también señaló que “desde el Ministerio hemos abierto y liderado diferentes espacios para escuchar, conocer y recibir los comentarios, observaciones, sugerencias y propuestas que nos han permitido hacer un ejercicio robusto de construcción colectiva. En suma, se han adelantado diálogos permanentes por la educación superior regionales, acompañamiento a asambleas populares estudiantiles y encuentros con todos los actores de la vida universitaria. Las diversas voces y aportes serán tenidos en cuenta porque buscamos consolidar una ley de educación superior que ofrezca las mejores oportunidades para todas y todos los colombianos”.
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