Miles de nicaragüenses se movilizaron este jueves en Managua contra el régimen de Daniel Ortega para exigir la liberación de los presos políticos. Bajo el lema "Vamos ganando", la marcha se produjo en medio de un fuerte operativo policial y el asedio de grupos sandinistas.
La movilización tiene lugar un día después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) redoblara la presión sobre Ortega para que reanude el diálogo nacional, suspendido desde hace dos meses, y para que vuelva a cooperar con la misión de la ONU sobre derechos humanos, que tuvo que abandonar el país.
La OEA aprobó este miércoles durante una sesión de su Consejo Permanente una nueva resolución sobre Nicaragua con el respaldo de 19 países, 4 votos en contra, 9 abstenciones y 2 ausencias.
"¡Vamos ganando!. Otra victoria en la OEA", gritaban los manifestantes autoconvocados, que también repetían consignas "Abajo la dictadura" de Ortega y "Ni un paso atrás".
Los manifestantes además pidieron la libertad de los considerados "reos políticos" arrestados por protestar contra el régimen, en medio de la crisis sociopolítica que ha dejado cientos de muertos desde abril pasado, según organismos de derechos humanos, como consecuencia de la brutal represión de las fuerzas de seguridad y los grupos de choque del Gobierno.
El recorrido de la marcha no estuvo definido hasta último momento por el asedio de los simpatizantes sandinistas.
En la marcha participaron miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que son la contraparte del Gobierno en el diálogo nacional, algunos de ellos portando un sombrero con los colores de la bandera de Nicaragua, en homenaje al estudiante Edwin Carcache, quien se encuentra detenido y es acusado por "terrorismo".
Los participantes, que en su mayoría llevaban globos y banderas de Nicaragua, gritaron consignas a favor de los detenidos y en contra de Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Los organismos humanitarios calculan en al menos 305 los detenidos en las protestas. La mayoría de ellos enfrentan diversos procesos judiciales, acusados principalmente de terrorismo.
En una reciente entrevista con la agencia EFE en Managua, Ortega negó que en el país haya presos políticos y afirmó que los encarcelados son personas que cometieron delitos.
La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al régimen de "más de 300 muertos", así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.
Ortega ha negado las acusaciones y ha asegurado que se trata de un intento de "golpe de Estado".
Las manifestaciones contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.
Con información de EFE
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