El titular del Ministerio de Gobernación en México, Alfonso Navarrete Prida, informó que los migrantes que intentaron cruzar la frontera con Estados Unidos a la fuerza este 25 de noviembre serán detenidos y deportados.
Los migrantes rompieron un cerco de la policía federal mexicana y se dispersaron hacia las garitas de El Chaparral y San Ysidro, que dividen Tijuana con San Diego.
Las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) cerraron el cruce y recurrieron a gases lacrimógenos para repeler a los centroamericanos que intentaron subir por el muro fronterizo.
Navarrete informó que en el grupo de al menos 500 migrantes existen "provocadores" que ponen en riesgo la integridad del resto de centroamericanos, como mujeres y niños, así como su posibilidad de alcanzar refugio o asilo.
Rechazó el proceder del grupo de la caravana. "No es la manera en que deben actuar".
"Sabían que de ninguna manera iban a ingresar a territorio norteamericano de esa forma", reiteró en entrevista con Milenio Televisión.
Insistió en que los centroamericanos no deben hacer uso de la violencia, pues en su caso, se procederá con la ley migratoria, aunque sin fuerzas militares.
Comunicó que México seguirá ofreciendo ayuda en Mexicali y Tijuana, ciudades de Baja California donde se encuentran más de 7.000 migrantes de los 8.247 en territorio mexicano.
A través de un comunicado, el Ministerio de Gobernación informó que en coordinación con autoridades del estado de Baja California lograron contener al grupo de casi 500 migrantes.
Estableció que por medio del Instituto Nacional de Migración (INM) se procederá a deportar inmediatamente a las personas plenamente identificadas que participaron en estos hechos violentos.
Asimismo, señala que dichos actos de provocación, lejos de ayudar a sus objetivos, atentan contra el marco legal migratorio y pueden resultar en un grave incidente en la línea fronteriza.
El Gobierno de México reiteró su exhorto a los extranjeros en tránsito para que se acojan a los beneficios de regularizar su situación migratoria y acceder a los beneficios que ofrece el Estado, como trabajo formal, acceso a servicios de salud y educación pública, entre otros.
En entrevista con Milenio Televisión, un migrante centroamericano anónimo aseguró que la tensión provocada fue una estrategia. "Hoy no vamos a pasar nosotros, nosotros vamos a entretener, hay otros que están pasando por otro lado".
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